EDUCACION-COLOMBIA: Nuevo impulso a las escuelas rurales

Unos 186.000 niños de áreas rurales colombianas se incorporarán al sistema educativo hasta 2003, etapa inicial de un programa gubernamental que contará con una inversión de 40 millones de dólares.

El objetivo central del proyecto del Ministerio de Educación es brindar a los niños entre cinco y 15 años acceso a la enseñanza preescolar, primaria y secundaria en las zonas rurales, donde la oferta es deficiente.

El proyecto se puso en marcha hace un año en los departamentos de Bolívar y Córdoba (norte), Antioquia (noroeste), Huila, Cundinamarca y Boyacá (centro), el norte de Santander (nordeste), Cauca (oeste) y Guaviare y Caquetá (este). En promedio, incluirá 10 municipios por departamento.

«Es un proyecto financiado con un crédito del Banco Mundial y proyectado para entre 10 y 12 años, en tres etapas. La primera va de 2000 a 2003, y el compromiso es cubrir todo el país», dijo a IPS Carmen Pérez, coordinadora del programa.

El aislamiento y el trabajo infantil son las principales causas de deserción y de repeticiones en las escuelas del sector rural colombianas, que tampoco ha tenido una cobertura acorde a sus necesidades.

La cobertura del sistema educativo formal en las áreas rurales es de 30 por ciento, ante el 65 por ciento de las urbanas. La deserción en zonas rurales es de 10,9 por ciento y de 2,5 por ciento en las ciudades.

El proyecto con que se procura ampliar la cobertura educativa en el campo tiene cuatro modalidades básicas, denominadas telesecundaria, postprimaria, aceleración de aprendizaje y escuela nueva, una metodología originada en Colombia imitada en muchos países.

También se aplicarán modelos más flexibles en pequeños grupos con estrategias más personalizadas y materiales que alienten el avance académico de los alumnos.

«Cualquiera de estas metodologías rompe totalmente el modelo frontal del tablero, niños en fila y un profesor hablando. Todos participan con estrategias activas y personalizadas», señaló Pérez.

Para salvar las carencias de la educación secundaria, en que se registran las mayores deficiencias, la denominada modalidad postprimaria incorporará a su currículo de sexto a noveno grado, pues las escuelas rurales sólo imparten educación primaria.

En los 600 centros de educación postprimaria hoy existentes en Colombia, los jóvenes se organizan para trabajar con módulos de aprendizaje en que el profesor cumple funciones de facilitador y de tutor.

En la denominada telesecundaria, un solo educador imparte todas las asignaturas y se apela a la exhibición de vídeos de 15 minutos con guías de aprendizaje. Se trata de un modelo desarrollado en México.

Por su parte, la aceleración del aprendizaje, aplicada en 162 centros de enseñanza colombianos, permite reincoporar a los niños que han repetido varios cursos y que por su edad suelen quedar fuera del sistema.

Esa metodología, desarrollada en Brasil, consiste en fortalecer la autoestima y las ganas de aprender de los estudiantes, y es «una inversión sumamente eficiente, pues en un año se recupera a un niño del fracaso», explicó Pérez.

«Cualquiera de estos sistemas permite que varios niños falten algún tiempo a clases, por ejemplo en tiempo de cosecha, regresen luego y se integren en grupos de trabajo», agregó.

La escuela nueva, metodología aplicada desde 1977 en Colombia, se fortalecerá para seguir ofreciendo una educación primaria completa y mejorar su calidad. Este sistema se convirtió en una política nacional colombiana, y muchos países se inspiraron en él.

Esta metodología modifica el modelo educativo tradicional, concentrado en la figura del educador, al formular un modelo participativo basado sobre el estudiante, dijo Vicky Colbert, impulsora de este sistema y asesora del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

La escuela nueva se inspiró «en el movimiento pedagógico y cultural más importante en Europa y en Estados Unidos a comienzos de siglo, que rompió con la educación tradicional, pasiva y autoritaria, y propuso conceptos pedagógicos progresistas», explicó Colbert a la revista Coyuntura Social.

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) consideró en 1999 que la escuela nueva es «un modelo que soluciona problemas educativos de manera económicamente sustentable y pedagógicamente calificada».

Los sistemas educativos de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, El Salvador, Filipinas, Guatemala, Guyana, Honduras, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú y Uganda, entre otros países, incorporaron elementos de escuela nueva.

Los manuales para educadores sobre esta metodología han sido traducidos al inglés, al portugués y al árabe. En países con una gran población indígena se utilizaron guías de aprendizaje con un enfoque intercultural y bilingüe.

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), Unicef y el Banco Mundial ubicaron la escuela nueva entre las tres principales innovaciones educativas del siglo en América Latina que demostraron ser exitosas a escala internacional.

Según la escuela nueva, los niños no aprenden más luego de sufrir repeticiones, una hipótesis que, afirman los educadores que la sosteienen, confirman las estadísticas.

«La escuela nueva representa un proceso que se construye permanentemente sobre la base de lo aprendido, del saber acumulado», dijo Colbert. (FIN/IPS/yf/mj/ed/01

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