DROGAS: Producción de heroína se muda de Pakistán a los Andes

Narcotraficantes se proponen producir heroína en las selvas de Perú, y también en Colombia, Bolivia y Ecuador, para llenar el vacío dejado por los cultivos de adormidera de Pakistán, donde antes se concentraba 70 por ciento de la oferta mundial.

Perú pasó hace algunos años del primero al segundo lugar en la lista de productores mundiales de coca. Se calcula que hay 35.000 hectáreas cultivadas con el arbusto, de cuyas hojas se obtiene la pasta básica de cocaína que, mediante métodos químicos, se convierte en clorohidrato de cocaína.

La requisa el fin de semana de 480 gramos de morfina recién elaborada en un laboratorio clandestino en Monzón, distrito selvático unos 300 kilómetros al noreste de Lima, confirmó que narcotraficantes peruanos comenzaron a producir opiáceos (derivados de la adormidera, como la morfina y la heroína).

El hallazgo se registró en el curso del sorpresivo allanamiento de un laboratorio clandestino de pasta básica, realizado por el Departamento de Operaciones Tácticas Antidrogas (Dotad) de la policía peruana.

La unidad policial encontró la poza de maceración de hojas de coca, así como 50 kilogramos de pasta básica ya elaborados, y detuvo a los peones que cuidaban la finca, pero los narcotraficantes lograron huir, internándose en la selva.

En una vivienda cercana, al parecer ocupada por el «cocinero» (técnico en el proceso químico de elaboración de cocaína), los agentes del Dotad encontraron una bolsa con una sustancia marrón oscuro de consistencia harinosa, que resultó ser morfina.

Radio Tingo María, que funciona cerca de la zona donde se realizó el operativo, informó que los narcotraficantes recibieron ayuda de habitantes de Monzón, incluso de algunos escolares, que arrojaron piedras a los helicópteros del Dotad cuando se aprestaban a despegar.

El Dotad no encontró aún los cultivos de adormidera, la planta de la familia de las papaveráceas, parecida a la amapola, de la que se extraen los alcaloides opiáceos. Las plantaciones podrían estar a decenas de kilómetros del laboratorio clandestino descubierto.

«Lo importante es que la morfina fue hallada a pocos metros de una poza de maceración de hojas de coca, lo que revela que las mismas bandas que producen y comercializan la cocaína en Perú se proponen elaborar heroína», señaló el periodista Antenor Silva, de Radio Tingo María.

La morfina es el principal alcaloide derivado del opio, que es obtenido del látex desecado de la flor de la adormidera (Papaver somniferum).

Esta sustancia es utilizada como analgésico y posee un alto carácter adictivo. Con un procedimiento químico adicional se convierte en heroína, una droga de gran circulación en Europa y en Estados Unidos.

Los mayores productores mundiales de opio eran Pakistán, Birmania, Irán y Tailandia, en ese orden. Pero los cultivos de adormidera en Pakistán fueron casi eliminados, como consecuencia de la eficaz acción represiva del gobierno en colaboración con la Organización de las Naciones Unidas.

Funcionarios de la agencia antidrogas del gobierno estadounidense (DEA) alertaron en 1999 sobre planes de narcotraficantes colombianos de dedicarse a la producción de heroína, para aprovechar la caída de la oferta paquistaní.

«Los narcotraficantes colombianos tienen redes de transporte y comercialización y contactos en Estados Unidos y en Europa», de modo que para ampliar sus operaciones al tráfico de heroína debían dedicarse al cultivo y procesamiento de adormidera «en las áreas sudamericanas bajo su control», sostuvo el experto Raúl Serrano.

Semillas de adormidera procedentes de Pakistán fueron introducidas en Perú y Bolivia y distribuidas entre los campesinos de algunos valles tropicales, para estudiar la viabilidad de su cultivo.

Algunas plantaciones experimentales fueron detectadas en la selva del norte peruano, en las provincias de San Ignacio y Rodríguez de Mendoza, así como en Tingo María, en la selva central.

Fuentes de la Dirección Antidrogas de la policía informaron en junio sobre el descubrimiento de una plantación de adormidera de unas 60 hectáreas.

Las mismas fuentes añadieron que las semillas, procedentes de Colombia, habían sido introducidas a Perú a través del río Putumayo, con la intención de traficar opio por las mismas rutas clandestinas utilizadas para la cocaína.

Alejandro Vassilaqui, director del no gubernamental Centro de Información y Educación para la Prevención del Abuso de Drogas, alertó sobre el riesgo de que el consumo de heroína se difunda en Perú, donde ya se registra un elevado consumo de cocaína. (FIN/IPS/al/mj/ip/01

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