DESARROLLO: Campaña contra seguros de inversión del Banco Mundial

Activistas lanzaron en Estados Unidos una campaña por el cierre de una agencia poco conocida del Banco Mundial, que brinda garantías a la inversión privada en el mundo en desarrollo.

La Agencia Multilateral de Garantías para Inversiones (MIGA, por sus siglas en inglés) proporciona a bancos y otras firmas seguros de riesgo contra eventuales problemas de inestabilidad política en países en desarrollo, con la intención declarada de estimular la inversión en esas naciones.

Los críticos sostienen que sería mejor disolver la MIGA, y destinar los fondos que se le asignan a programas que beneficien en forma directa a las poblaciones y el ambiente, y piden a los gobiernos de Estados Unidos y la Unión Europea que disminuyan o cesen su aporte económico a esa agencia.

«La MIGA tiene más interés en ayudar a firmas multinacionales que en impulsar el desarrollo, y sus políticas ambiental y de transparencia son las peores de una agencia del Banco Mundial», dijo Carol Welch, subdirectora de programas internacionales de la organización no gubernamental (ONG) Amigos de la Tierra.

Amigos de la Tierra lanzó un informe sobre la MIGA titulado «Negocio riesgoso», elbaorado junto con la ONG alemana Urgewald y la italiana Campaña por la Reforma del Banco Mundial, y con apoyo de varios filántropos dedicados a cuestiones internacionales, entre ellos el estadounidense Charles Stewart Mott.

Funcionarios de la MIGA anunciaron que la agencia analizará en detalle el estudio y le dará una respuesta formal, pero se adelantaron a opinar que está lleno de acusaciones sin fundamento y datos erróneos, porque sus autores no revisaron con profundidad las actividades de la MIGA ni hablaron con sus beneficiarios.

«Es probable que seamos la institución más incomprendida del Grupo del Banco Mundial», dijo la gerente de mercadeo de la MIGA, Moina Varkie.

«Está en juego una cuestión filosófica fundamental. Más allá de las opiniones de cada uno sobre la importancia de la inversión extranjera directa para crear empleo y disminuir la pobreza, nos parece claro que es un factor clave del crecimiento económico», alegó.

La MIGA hace posible la inversión privada en países en los cuales hay una fuerte percepción de riesgo político, añadió.

La agencia ha brindado seguros de riesgo por valor de más de 7.000 millones de dólares para inversiones en 75 países desde su fundación en 1988, cuando se transformó en la quinta institución del Grupo del Banco Mundial.

En la actualidad, sus principales clientes son inversores en Argentina, Brasil, Perú, Rusia y Turquía.

Grupos derechistas estadounidenses cooperan con Amigos de la Tierra en la campaña contra la MIGA, entre ellos la Fundación Heritage y el Instituto Cato.

Muchas instituciones de derecha del país son hostiles al Banco Mundial y al Fondo Monetario Internacional (FMI), así como a la propia Organización de las Naciones Unidas, por razones vinculadas con su oposición genérica a las normas regulatorias internacionales y al intervencionismo en la economía.

La posición de esos grupos se fortaleció el año pasado, cuando el Congreso publicó un informe sobre el Banco Mundial y el FMI de la llamada Comisión Meltzer, que recomendó disolver la MIGA con el argumento de que distorsiona el mercado mundial de seguros, en el cual actúan cada vez más empresas privadas y públicas.

Esta semana, el diputado Sherrod Brown, del opositor Partido Demócrata, presentará un proyecto que propone destinar la actual contribución económica estadounidense a la MIGA a un fondo internacional para la lucha contra la tuberculosis, señaló Welch.

La MIGA está integrada por 154 países, Estados Unidos es su mayor accionista, y otros fuertes socios son Japón, Gran Bretaña y Alemania. China es el mayor accionista del mundo en desarrollo.

La declaración de propósitos de la agencia establece su misión de «proveer alternativas viables de seguros de inversión contra riesgos no comerciales», que en la actualidad incluyen los de restricciones nacionales a la circulación de divisas, expropiación, rupturas de contrato, guerras y disturbios civiles.

También ofrece asesoramiento en materia de mercadeo a naciones en desarrollo que desean atraer inversiones extranjeras.

Todas esas actividades se vinculan en forma estrecha con el estímulo del Banco Mundial a privatizaciones en el mundo en desarrollo.

En abril, la MIGA instaló en Internet, la red mundial de computadoras, un sitio llamado «PrivatizationLink», que describe con detalle programas de privatización en curso en países en desarrollo e informa a potenciales inversores sobre las tendencias en la materia.

La agencia respalda inversiones de compañías mineras en Indonesia, Perú y otros países, «perjudiciales para el ambiente y de dudoso aporte al desarrollo», así como otros proyectos cuyo impacto ambiental o humanitario no es evaluado ni controlado en forma adecuada, sostuvieron los autores del informe de las ONG.

Los seguros que ofrece la MIGA se adecuan a las tendencias usuales en materia de inversión extranjera directa, en vez de «influir para que esa inversión se oriente en forma más positiva, hacia los países y regiones que más la necesitan», en especial en Africa y América Central, indicaron.

Casi 38 por ciento de los clientes de la agencia integran el sector financiero, incluyendo a bancos transnacionales que contratan seguros para instalarse en países en desarrollo o ampliar en ellos sus líneas de crédito, en general con destino a sectores de ingresos medios y altos, apuntaron.

En octubre, la MIGA decidió asegurar una ivversión de 24 millones de dólares realizada por la firma Coca-Cola en Bosnia- Herzegovina, para modernizar una planta de embotellado.

La agencia «no ha explicado de qué modo la disponibilidad de Coca-Cola aliviará la pobreza o mejorará la salud pública» en ese país, ironizaron los autores del estudio, quienes enfatizaron que el consumo de refrescos de la firma causa obesidad.

Varkie replicó que en una nación como Bosnia-Herzegovina, devastada por la guerra y con grave escasez de alimentos, «la obesidad no es el problema central».

«La gente de ese país se desespera por reactivar la economía, y sin el respaldo de la MIGA las compañías no invertirían allí. Proyectos como el relacionado con Coca-Cola son cruciales para restaurar la confianza de la comunidad de inversionistas», arguyó. (FIN/IPS/tra-eng/ts/aa/mp/if dv/01

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