DERECHOS HUMANOS: ONU presiona para salvar cumbre contra racismo

Altos funcionarios de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) dirigieron un llamado apremiante a los gobiernos para que flexibilicen posiciones e impidan el fracaso de la Conferencia Mundial contra el Racismo.

Ya «nos encontramos en la etapa en que necesitamos comenzar a concertar acuerdos», advirtió la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Mary Robinson.

La inauguración de la conferencia está prevista para el 31 de agosto, en Durban, Sudáfrica. Pero todavía no hay entendimiento sobre el contenido de la declaración final y del programa de acción que deberá adoptar la conferencia.

Las diferencias irreconciliables giran en torno de las indemnizaciones por abusos cometidos durante la esclavitud y el colonialismo y la pretensión de parangonar el sionismo con el racismo.

El último esfuerzo por acercar a las partes se realizará en las dos semanas de deliberaciones en Ginebra del comité preparatorio, a partir del 30 de este mes.

Robinson reconoció que la redacción de los dos documentos de Durban no ha resultado un proceso sencillo.

La última versión de los dos proyectos será presentada este lunes al comité preparatorio por el Grupo de los 21, un cuerpo designado con la sola misión de realizar una «limpieza técnica» del textos, sin mandato alguno para sostener negociaciones políticas.

El grupo, presidido por Sudáfrica, está integrado por Barbados, Brasil, Chile y México, en representación del área de América Latina y el Caribe. De Africa participan Kenia, Nigeria, Senegal y Túnez, mientras Canadá, Estados Unidos, Francia y Suecia ocupan las plazas de grupo occidental.

De Europa oriental intervienen Croacia, Macedonia, República Checa y Rusia. Asia está representada por India, Irán, Iraq y Pakistán.

La misión de los redactores de los documentos se ha visto entorpecida por la naturaleza delicada de los asuntos que debatirá la conferencia.

Robinson comentó este martes ante el Consejo Económico y Social (Ecosoc) de la ONU que la Conferencia de Durban no se ocupará de simples costumbres y políticas internas sino, en algunos casos, de cuestiones fundamentales de identidad nacional.

Mientras las sociedades individuales se han embarcado en procesos de reflexión y de reconciliación, como comunidad mundial «nunca hemos intentado hacerlo antes», observó.

El secretario general de la ONU, Kofi Annan, convocó a buscar una senda «para reconocer el pasado sin extraviarnos en él», de modo de ayudar a cicatrizar las heridas pero sin reabrirlas.

En otra medida de presión a los gobiernos, la alta comisionada reunirá el 3 de agosto en Ginebra a un grupo de personalidades que preside el ex presidente sudafricano Nelson Mandela.

Entre otras figuras, el grupo está integrado también por otros ex presidentes como Jimmy Carter, de Estados Unidos, Mijail Gorbachov, de la hoy disuelta Unión Soviética, y Oscar Arias, de Costa Rica.

Los funcionarios de la ONU confían en que los argumentos que esas personalidades expondrán en una mesa redonda ejercerán presión sobre los delegados gubernamentales reunidos en una sala cercana para discutir los documentos finales de Durban.

En esos mismos medios de la ONU se evalúa que el proceso previo a Durban ya ha alcanzado éxitos a través del compromiso de individuos, de la sociedad civil y de los estados.

La enorme respuesta de las organizaciones no gubernamentales ya asegura que Durban no será una árida reunión política dominada por negociaciones técnicas, estimó Robinson.

En la ciudad sudafricana se verificará una enriquecedora unión de pueblos y culturas, junto con un intercambio de ideas y experiencias, vaticinó la alta comisionada.

El foro de organizaciones no gubernamentales sesionará en la misma Durban del 28 de agosto al 1 de septiembre, y la Cumbre de la Juventud lo hará los días 26 y 27 de agosto.

Por otra parte, durante la fase preparatoria de Durban, el perfil del racismo como una cuestión mundial se elevó a niveles sin precedentes. Las conferencias regionales previas reconocieron que el racismo es un problema en cada país y en cada región.

Robinson confió en que la conferencia alcanzará el éxito aunque estimó que ningún país y ningún grupo saldrá de Durban completamente satisfecho.

En momentos en que la comunidad internacional se esfuerza por resolver numerosos y complejos problemas mundiales, «no podemos permitirnos fracasar en la búsqueda de un consenso para una cuestión tan nítida como el racismo», advirtió la alta comisionada.

Los objetivos mínimos de la ONU para Durban incluyen una declaración que reconozca de manera solemne los errores del pasado, apunte las manifestaciones actuales de racismo, discriminación racial, xenofobia y otras formas relacionadas de intolerancia.

El documento deberá recoger también el compromiso de los estados y de los pueblos para avanzar juntos en el combate contra el racismo.

Otra meta comprende el Programa de Acción, con la identificación de acciones prácticas para el cumplimiento de esos compromisos.

Por último, la ONU pretende que se forme una alianza entre gobiernos y sociedad civil que favorezca la lucha contra el racismo después de Durban. (FIN/IPS/pc/mj/hd/01

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