DERECHOS HUMANOS: HRW propone indemnizar a víctimas de racismo

La próxima conferencia internacional sobre racismo debe aprobar un proceso para indemnizar a las víctimas de esclavitud y discriminación racial, exhortó Human Rights Watch (HRW), la principal organización de derechos humanos de Estados Unidos.

En una declaración divulgada seis semanas antes del inicio de la conferencia en Durban, Sudáfrica, HRW instó a la creación de comisiones nacionales e internacionales que discutan y reconozcan los abusos cometidos en el pasado y evalúen sus consecuencias.

La indemnización debe constar en una mejor aplicación de los derechos sociales y económicos de las víctimas, como la inversión en educación, vivienda, salud o capacitación laboral en cada país, y la reducción de la deuda externa o el tratamiento comercial preferencial a nivel internacional, agregó HRW.

«No estamos hablando de una dádiva o un premio», dijo Kenneth Roth, director ejecutivo del grupo con sede en Nueva York. «Pedimos un compromiso de largo plazo para corregir el daño causado».

HRW señala que la indemnización debe apuntar a ayudar a aquellos que todavía sufren las consecuencias de abusos pasados, aun en casos como el de Estados Unidos, donde la esclavitud fue abolida legalmente hace muchos años.

Pero las «demandas de indemnización de abusos pasados deben basarse en sus «consecuencias contemporáneas», debido a la dificultad práctica de comprobar cada caso y a la resistencia de las generaciones actuales a responsabilizarse por los mismos, agrega.

La indemnización es el tema más polémico en la agenda de la Conferencia contra Racismo, Discriminación Racial, Xenofobia y Formas Conexas de Intolerancia, cuyo inicio está previsto para el 31 de agosto.

Gobernantes y organizaciones no gubernamentales de Africa ven la Conferencia como un vehículo para obtener indemnización del colonialismo, mientras para afroamericanos de Estados Unidos, América Latina y el Caribe es un foro para exigir compensación por la esclavitud.

El gobierno estadounidense aún no decidió si asistirá a Durban, y seguramente lo decidirá después de una reunión preparatoria que comienza en Ginebra a fines de este mes. Allí se negociará la agenda y el texto final de la conferencia.

El secretario de Estado (canciller) de Estados Unidos, Colin Powell, sugirió ante el Congreso el mes pasado que Washington estaría menos dispuesto a ir a Durban si la indemnización es el tema principal de la conferencia.

Powell le dijo a la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Mary Robinson, que quería que Estados Unidos participara en la conferencia, pero que antes «debían eliminarse puntos como una propuesta que equipara el sionismo al racismo, la indemnización y la esclavitud, y cosas por el estilo que se alejarían del propósito» de la reunión.

«No queremos socavar la conferencia, pero estos temas podrían minarla y dificultar nuestra participación», dijo.

El comunicado de HRW fue concebido para ofrecer «un camino razonable», dijo Reed Brody, director del grupo.

«Esta propuesta seguramente no convencerá a aquellos que no quieren hablar del pasado o enfrentar el sufrimiento generado por las atrocidades del pasado», sostuvo.

«Pero si se busca un camino constructivo que no ofrezca soluciones caídas del cielo, pero enfrente la actual marginación y privación, entonces es un mecanismo razonable», afirmó.

Los grupos deberían funcionar como «comisiones de la verdad» que revelen el vínculo entre las prácticas gubernamentales racistas pasadas y las privaciones actuales. El papel de dichas comisiones sería el reconocimiento de responsabilidades, la información al público y la propuesta de compensaciones.

Estas comisiones deberían crearse en países multirraciones como Brasil, Estados Unidos y Sudáfrica, además de uno o más paneles internacionales para estimar el impacto del tráfico de esclavos.

El movimiento por la indemnización creció en los últimos años a partir del éxito de las demandas iniciadas por ciudadanos estadounidenses de origen japonés recluidos en Estados Unidos durante la segunda guerra mundial, y por judíos y otras víctimas del régimen nacionalsocialista contra el gobierno y empresas alemanas que se beneficiaron de su trabajo esclavo.

En marzo, la Comisión Oklahoma para el Estudio de los Disturbios Raciales de 1921 recomendó que los sobrevivientes y su descendencia recibieran reparaciones por la masacre de una población negra que provocó el desplazamiento de una comunidad entera.

El diario Philadelphia Inquirer, uno de los más influyentes de Estados Unidos, apoyó el mes pasado la creación de una comisión nacional de indemnización mientras los concejos municipales de diez ciudades impulsaron la idea de una «declaración sobre el impacto» de la esclavitud.

Varias grandes empresas estadounidenses han pedido disculpas por promover o apoyar la esclavitud antes de la guerra de secesión (1861-65).

Una coalición de grupos de derechos humanos está preparando demandas de compensación a los descendientes de esclavos contra el gobierno y las empresas que obtuvieron beneficios del trabajo esclavo.

Las reparaciones no son solo una compensación financiera, «sino un reconocimiento de los abusos cometidos, un punto final a los mismos y, en la medida de lo posible, la restauración de los hechos que se hubieran producido sin los abusos», según HRW.

La conferencia de Durban y el seguimiento posterior deberían ayudar a quienes continúan padeciendo los efectos de las violaciones pasadas, incluso cuando las mismas hayan sido abolidas hace mucho tiempo, sostiene la organización. (FIN/IPS/tra-en/jl/dc aq/hd/01

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