COLOMBIA: Todo un pueblo entre el éxodo y las balas

Los obispos colombianos y autoridades locales alertaron hoy sobre la crítica situación de los habitantes de una localidad del noroeste, intimados a marcharse antes del lunes por paramilitares de derecha que disputan la zona a la guerrilla de izquierda.

Las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) ocupan desde el miércoles la localidad de Peque, situada en el departamento de Antioquia y de 2.000 habitantes en su casco urbano y 5.000 en las áreas rurales linderas. Los ocupantes aguardan un ataque de las insurgentes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

«Hacemos un llamado urgente a las AUC para que tengan compasión y rectifiquen esa orden», dijo a IPS el obispo de Santa Rosa de Osos, Julio Jaramillo.

Si las autoridades no prestan la debida atención «morirá gente inocente» en esta localidad, que no cuenta con vigilancia de la policía ni del ejército, agregó el religioso.

La Asamblea Episcopal, que clausuró este viernes sus sesiones en Bogotá con la asistencia de unos 80 obispos católicos, pidió a las AUC «desocupar de inmediato» la localidad, y a las FARC abstenerse de acciones armadas que puedan afectar a la población civil.

Así mismo, la gobernación de Antioquia manifestó en un comunicado su preocupación por la seguridad de los habitantes de Peque, y reclamó acciones urgentes a los ministerios de Defensa y del Interior.

En el comunicado, las autoridades exigieron a paramilitares y guerrilleros el cumplimiento «estricto» en Peque de las normas relativas al «derecho a la vida y el derecho internacional humanitario».

El gobernador de Antioquia, Guillermo Gaviria, pidió al gobierno, a la Fiscalía (cuerpo investigador del Poder Judicial), a la Procuraduría (fiscalía) y a la Defensoría del Pueblo que acudan a proteger a los habitantes de Peque, «víctimas inocentes del conflicto que se libra en Colombia».

Así mismo, Gaviria alertó a los organismos de socorro y al Comité Departamental de Emergencias para atender un eventual desplazamiento de los habitantes de la localidad que obedezcan el emplazamiento de las AUC.

Gaviria pidió también la mediación de la Iglesia Católica ante las AUC «para evitar una masacre y el derramamiento de sangre inocente».

Habitantes de la Peque que llegaron el jueves a la vecina localidad de Dabeiba dijeron que los paramilitares les prohibieron contestar los teléfonos y les urgieron a abandonar el pueblo pues «venía una tropa numerosa de las FARC que tendrían que contener (las AUC) y podría presentarse un enfrentamiento».

Peque, 266 kilómetros al noroeste de Medellín, la segunda ciudad más importante de Colombia, es blanco frecuente de grupos armados ilegales por su posición estratégica.

Según una fuente de la gobernación de Antioquia que pidió no ser identificada por razones de seguridad, las FARC tienen hace varios años gran presencia en la zona, hoy disputada entre los guerrilleros y las AUC.

Pobladores de localidades vecinas, como Ituango, al este de Peque, y Dabeiba, al oeste, denunciaron que tanto las FARC como las AUC pretenden tender un cerco armado en la zona, que sirve de corredor para el ingreso de armas y para salida de drogas ilícitas por el golfo de Urabá hacia el océano Atlántico.

La presión de los grupos armados se manifiesta en el cobro de impuestos y en el bloqueo de las vías de acceso con puestos de control de la circulación de personas y del transporte de alimentos y combustible, según habitantes de la zona. (FIN/IPS/yf/mj/hd ip/01

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe