(Arte y Cultura) TEATRO-PALESTINA: Escenas de la vida cotidiana

«En vivo desde Palestina, historias de la ocupación», el espectáculo que la compañía teatral Al Kasaba presenta en la capital británica, muestra la desesperación cotidiana de muchos habitantes de los territorios ocupados por Israel.

La obra comienza cuando los actores surgen de una montaña de diarios viejos. Por turno, cada uno toma el centro de la escena para contar alguna historia que describe aspectos de la vida cotidiana en territorio palestino.

La intifada (insurgencia popular palestina contra la ocupación) iniciada en septiembre, y el cierre de Gaza y de muchas ciudades y aldeas de Cisjordania por el gobierno israelí, obliga a los palestinos a vivir en virtual estado de sitio.

Algunas historias son trágicas, otras absurdas, pero el conjunto resume la perseverancia de la gente común para seguir adelante con su vida.

Una de las historias muestra a un padre anciano que revisa la valija escolar de su pequeño hijo. A medida que saca los útiles, el hombre repite «esto se lo daré a mi otro hijo».

Cuando vacía el contenido el padre mira hacia adelante y dice: «No tengo otro hijo», y se aleja. Sólo entonces los espectadores comprenden que el niño fue muerto por un soldado israelí.

Otro episodio muestra a un joven detenido por una patrulla de soldados israelíes. Con las manos en alto, nervioso, cuenta su vida.

«Mi hermana murió cuando bombardearon mi casa. Mi hermano está en un campamento de refugiados en Líbano. Yo no soy una amenaza. Todo lo que hago es escuchar música y dormir. Después de pagar el alquiler y la electricidad no me queda casi nada para vivir, pero igual no soy una amenaza. Si me sueltan, me iré a casa a dormir».

La compañía teatral Al Kasaba fue fundada en 1970 para promover la actividad cultural de la comunidad palestina. En 1998 se iniciaron las obras de construcción del nuevo teatro, ubicado en Jerusalén oriental, que abrió sus puertas en junio de 2000.

Al Kasaba ha llevado sus obras teatrales a varios países, entre otros Túnez, España y Canadá. Durante este verano boreal, la compañía se presenta en Londres como parte del festival LIFT que reúne obras innovadoras de todo el mundo.

La visita fue posible gracias al apoyo del Consulado Británico en Jerusalén, la Fundación A. M. Qatten, la Liga Arabe y la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

La compañía expresó en el programa impreso su agradecimiento a la actriz británica Vanessa Redgrave, conocida por su apoyo a la causa palestina.

Uno de las actividades centrales de Al Kasaba es promover el acceso al teatro de niños y niñas palestinas, muchos de los cuales viven en campamentos de refugiados o en aldeas distantes, lo cual los obliga a largos y arriesgados viajes hasta la zona árabe de Jerusalén para poder apreciar su propia cultura.

Un traslado relativamente corto para la mayoría de los palestinos que viven cercados se vuelve un viaje tortuoso por las calles controladas por el ejército israelí.

Sin embargo, Al Kasaba no se ha quedado sin audiencia. Los espectadores palestinos se muestran ansiosos por ver alguna forma de reflexión sobre su diaria existencia.

«Trabajar como actor en Palestina puede ser la experiencia más frustrante pero al mismo tiempo es una recompensa. La frustración se debe a la falta de seguridad y de estabilidad que rige nuestras vidas», dijo Niyar Zufic, integrante de la compañía.

«Tomamos decisiones para afrontar una situación que no podemos predecir ni controlar. Cuando las penurias son parte del proceso, el camino es tan importante como el resultado. Nuestras actuaciones son el segundo acto de los que arrojan piedras en la calle», agregó.

«En vivo desde Palestina» no es una pieza equilibrada. No hay lugar para la voz de los israelíes que también sufren la situación de conflicto. Pero hay poco odio o furia manifiesta en estas historias: apenas el reflejo de un fenómeno en que el absurdo se ha convertido en una triste normalidad.

El mejor momento del espectáculo es una delirante conversación telefónica entre un padre y su hijo, que vive en Londres.

«Tu hermano está bien. Ayer lo vi en la cárcel, tiene cinco condenas a prisión perpetua, pero está bien. Tu tío murió como un mártir pero sus cinco hijos están bien. Espera un minuto, no te oigo. Ahora está mejor: era un misil que pasaba cerca».

En muchos sentidos, este diálogo resume la realidad de los palestinos.

Hacia el final de la pieza, un actor mantiene una conversación imaginaria con la figura bíblica del rey Salomón, en la cual dice: «Sé que todos somos hijos de Dios pero, ¿no podrías llevarte a tus hijos a otra parte?» (FIN/IPS/tra-en/ba/mn/dc/mj/cr ip/01

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