AMBIENTE: UE ratificará en 10 meses el Protocolo de Kyoto

Los 15 países de la Unión Europea ratificarán el Protocolo de Kyoto dentro de los próximos diez meses, aseguró hoy el ministro de Medio Ambiente de España, Jaume Matas.

Las declaraciones del ministro se produjeron poco después de la resolución de la Cumbre del Clima, en Bonn, que en la madrugada de este lunes aprobó las reglas para ratificar ese protocolo, con 179 votos a favor y sólo uno en contra, de Estados Unidos.

Tras conocer la resolución alcanzada en Bonn, la organización ecologista Greenpeace Internacional señaló que «la comunidad internacional finalmente ha dado el segundo y necesario paso para la lucha contra el cambio climático».

El ministro británico del Medio Ambiente, Michael Meacher, también coincidió en que la decisión adoptada este lunes «es un gran paso adelante en esta complicada negociación».

El Protocolo de Kyoto, aprobado en 1997 en la ciudad japonesa del mismo nombre, establece objetivos para la reducción de los gases invernadero.

Estos gases, entre los que se destaca el dióxido de carbono, producido por la combustión de petróleo, carbón y gas, capturan las radiaciones solares en la atmósfera y elevan las temperaturas promedio modificando el clima mundial.

Ese cambio se manifiesta en perturbaciones del régimen de lluvias y en el derretimiento de los hielos polares, lo cual eleva el nivel de los mares.

Según «la evidencia científica, el cambio climático es el problema socioeconómico y ambiental más grave de la humanidad en el siglo XXI», declaró el director ejecutivo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, Klaus Toepfer.

La posición explicitada este lunes en Bonn por la delegación estadounidense confirmó la adelantada por el presidente George W. Bush, quien rechazó en marzo el tratado, por considerarlo «esencialmente erróneo» y advirtió de que no lo remitirá al Congreso para su ratificación.

El Protocolo de Kyoto lleva la firma de 84 países, pero sólo lo han ratificado 35, en su mayoría del Sur en desarrollo. La decisión adoptada este lunes en Bonn puede lograr que antes de finalizar el 2002 esté en condiciones de comenzar a ser aplicado.

Las negociaciones en la reunión ministerial de Bonn estaban estancadas en la noche del domingo y la mayoría de los participantes eran pesimistas sobre sus resultados. Ante esa situación, los ministros resolvieron prorrogar la sesión.

Así, el presidente de la conferencia, Jan Prouk, propuso una solución para atraer a los países que se manifestaban reacios a un acuerdo, pero sin llegar al rechazo absoluto como Estados Unidos: Canadá, Australia, Japón y Rusia. Los representantes de estos países la apoyaron, pero se opuso el Grupo de los 77, que reúne a los países en desarrollo.

A continuación la Unión Europea (UE) hizo la propuesta que finalmente fue aprobada con sólo el voto en contra de Estados Unidos.

La moción aprobada este lunes confirma que la entrada en vigor del Protocolo requiere la ratificación legislativa de al menos 55 países que sumen un mínimo de 55 por ciento de las emisiones de dióxido de carbono del Norte industrial según las mediciones efectuadas 1990.

El Protocolo de Kyoto contempla, para el caso de los países industrializados, la disminución en cinco por ciento entre 2008 y 2012 de las emisiones registradas en 1990.

Estados Unidos produce 36 por ciento de los gases invernadero de los países desarrollados, y 25 por ciento del total mundial, por lo que la decisión europea y de Japón de ratificar el Protocolo resulta decisiva para su puesta en marcha.

Aunque Greenpeace ve serios problemas en el acuerdo obtenido, considera indispensable que el Protocolo se ponga en marcha lo antes posible, teniendo como fecha límite la Cumbre de Río más 10 que tendrá lugar en Johannesburgo (Sudáfrica), en septiembre de 2002.

Río más 10 se denomina así porque la primera Conferencia Mundial sobre el Medio Ambiente se celebró en 1992 en Río de Janeiro.

La organización ecologista opina que la arquitectura legal del Protocolo -compromisos legales obligatorios para reducir los gases de efecto invernadero- es el «escalón» esencial para empezar a tomar medidas globales contra los gases de efecto invernadero.

El Protocolo de Kyoto y las reglas aprobadas este jueves en Bonn para implementarlo son el primer paso para conseguir este objetivo.

«La Unión Europea y los países en vías de desarrollo han mostrado su liderazgo al rescatar las negociaciones de Bonn de las manos de países como Japón, Canadá y Australia, que querían destruirlas. Casi todas las partes del acuerdo han sido debilitadas debido a la oposición de estos países», señaló Bill Hare, director de Clima de Greenpeace.

«Cuando uno se pregunta si esta nueva versión 'light' (debilitada) del Protocolo de Kyoto vale la pena, uno se debe preguntar quiénes han sido los que han luchado en contra de ella», agregó.

Su respuesta es que han sido «la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), la industria de los combustibles fósiles y sus aliados, y por supuesto, Estados Unidos. No han conseguido aniquilar el Protocolo de Kyoto en Bonn, pero han estado cerca, y lo que ha sobrevivido es una versión más débil que la versión acordada en Kyoto en 1997», comentó Hare.

Por otro lado, Greenpeace se felicita por la exclusión explícita de la energía nuclear de los mecanismos de flexibilidad, tal como ha quedado finalmente acordado en Bonn.

«La inclusión de la energía nuclear dentro de los mecanismos de flexibilidad, tal como quería la industria nuclear, hubiera supuesto un serio impedimento para el desarrollo real de las verdaderas energías limpias: la eficiencia energética y las energías renovables», declaró a IPS Carlos Bravo, responsable de la Campaña Antinuclear de Greenpeace España. (FIN/IPS/td/ff/en/01

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe