AMBIENTE: Japón compró votos del Caribe en Comisión Ballenera

Grupos ambientalistas acusaron a Japón de comprar votos del Caribe en la Comisión Ballenera Internacional (IWC), que el martes rechazó por segunda vez una propuesta para crear un santuario en el Pacífico Sur.

La iniciativa para la creación de la reserva, presentada por Australia y Nueva Zelanda con el apoyo de varias naciones del Pacífico Sur, precisaba el apoyo de 75 por ciento de los países miembros de la IWC, pero sólo logró 20 de 37 votos.

Entre los miembros de la Comisión figuran estados del Caribe oriental como Antigua y Barbuda, Dominica, Granada, Santa Lucía, San Vicente y Granadinas, San Cristóbal y Nevis, y Guinea, que votaron en contra de la propuesta.

Además de estos países y Japón, que encabezó la oposición a la iniciativa, se pronunciaron en contra Noruega, China, Dinamarca y Corea del Sur.

La organización ambientalista Greenpeace/Nueva Zelanda manifestó indignación porque el Pacífico Sur fue privado de una reserva de ballenas por el voto de países caribeños distantes del área y sin ningún interés en la caza de ballenas, influenciados por el uso estratégico de la ayuda de Japón al exterior.

«Una vez más, la compra de votos por parte de Japón priva a las naciones del Pacífico Sur de su derecho a un santuario de ballenas», lamentó Sarah Duthie, directora de la campaña oceánica de Greenpeace/Nueva Zelanda, quien participó de la reunión de la IWC en Londres.

«Este hecho tendrá graves consecuencias sobre la población de ballenas en el futuro», advirtió.

Un alto funcionario de la Agencia de Pesca de Japón, Maseyuku Komatsu, admitió que Tokio utiliza la ayuda al exterior para obtener apoyo a su campaña para levantar la prohibición internacional a la caza comercial de ballenas.

«Japón no tiene poder militar, a diferencia de Estados Unidos y Australia… Nuestras herramientas son la diplomacia y la Ayuda al Desarrollo de Ultramar», dijo Komatsu al canal australiano ABC TV.

Desde 1987, Japón caza ballenas anualmente en la Antártida con supuestos fines «científicos» y «de investigación», aunque los activistas sostienen que se trata de una pesca comercial encubierta. El año pasado, Tokio amplió la captura a otras especies.

Noruega es el otro país en la mira de los ambientalistas desde que reanudó la caza comercial de ballenas en 1993. El pasado enero, Noruega anunció también que permitiría las exportaciones de carne de ballena.

Mientras los ecologistas están enfurecidos por el fracaso de la propuesta de creación de la reserva por segundo año consecutivo, el gobierno de Australia considera otras posibilidades.

El ministro de Ambiente de Australia, Robert Hill, sugirió que las naciones del Pacífico Sur deberían establecer sus propios santuarios en sus aguas territoriales.

«Si todos los estados del Pacífico Sur siguieran esta sugerencia, la reserva abarcaría 75 por ciento del Pacífico Sur», destacó Hill.

«La Polinesia Francesa anunció esta semana que creará un santuario en su zona económica ampliada, y 200 millas alrededor de la Polinesia Francesa es un área muy grande», dijo el ministro. (FIN/IPS/tra-en/bb/js/mlm/en/01

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe