AMBIENTE: El Sur necesita ayuda contra el cambio climático

Los países en desarrollo necesitarán ayuda financiera para aplicar el Protocolo de Kyoto sobre Cambio Climático, admitieron hoy los ministros de Ambiente, funcionarios y técnicos de más de 180 países que negocian en Bonn el futuro del tratado para reducir los gases invernadero.

«La equidad y la solidaridad con los países en desarrollo para hacer frente al desafío mundial del cambio climático y el desarrollo sustentable» serán parte de un «paquete equilibrado» a acordarse, declaró Olivier Deleuze, presidente de la delegación de la Unión Europea en Bonn.

El objetivo de las negociaciones «es llegar a un acuerdo sobre las reglas para aplicar el Protocolo de Kyoto y ayudar a los países en desarrollo a combatir el cambio climático», explicó Deleuze.

Según el Protocolo, las naciones industrializadas deberán reducir entre 2008 y 2012 sus emisiones totales de gases invernadero en un mínimo de cinco por ciento con respecto a 1990. El Protocolo lleva la firma de 84 países, pero sólo 35, en su mayoría del Sur en desarrollo, lo han ratificado.

El dióxido de carbono, uno de los seis gases de efecto invernadero identificados por el Protocolo de Kyoto, es responsable de más de 60 por ciento del recalentamiento del clima mundial.

El dióxido de carbono se produce en la atmósfera por la liberación del carbono almacenado en los combustibles fósiles, como petróleo, carbón y gas.

Según los científicos, los gases invernadero atrapan el calor solar en la atmósfera, lo cual modifica el clima y amenaza con derretir los hielos polares, elevar los niveles marinos e inundar las zonas costeras.

El Protocolo de Kyoto es un instrumento subsidiario de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, acordada en 1992 en la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro y ratificada por 186 países.

El presidente del Grupo de los 77 (G-77) y China, Bagher Asadi, embajador iraní ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), dijo que las negociaciones de Bonn «se caracterizan por un ambiente positivo» debido a la solidaridad reinante. El G-77 está integrado por 133 países en desarrollo.

Sin embargo, los negociadores presentes aún no se compromotieron políticamente a adoptar una meta de ayuda a los países en desarrollo.

El ministro de Ambiente de Samoa, Tagaloa Sale Tagaloa, presidente de la delegación de la Alianza de Pequeños Estados Insulares (AOSIS), manifestó la preocupación de esta.

Hacen falta «fondos adicionales» para ayudar a los países pobres a responder al cambio climático. «Esto no debe resultar en la reducción de la ayuda directa al desarrollo», agregó.

«Necesitaremos recursos técnicos y financieros para adaptarnos, y la Convención Marco y el Protocolo deben brindarnos los medios necesarios. Hasta el momento los recursos financieros no han sido suficientes y no se proporcionaron en su debido momento», afirmó Tagaloa.

AOSIS está integrada por 43 estados insulares, vulnerables a los efectos adversos del cambio climático.

La Unión Europea (UE) cree que los países industrializados deben aportar los recursos necesarios para los países pobres, según la proporción de emisiones de dióxido de carbono de esos países en 1990.

«La UE está a favor de poner énfasis en el principio el que contamina paga», dijo Deleuze.

Entre los puntos en discusión está un fondo de mil millones de dólares para combatir el cambio climático. Aún no se sabe si Estados Unidos contribuirá con el mismo, ya que el gobierno de George W. Bush se retiró del Protocolo de Kyoto en marzo de este año, por considerarlo «fatalmente fallido».

El presidente de la conferencia de Bonn, el ministro de Ambiente holandés, Jan Pronk, cree que no existe razón para que Estados Unidos aporte al fondo ya que éste será parte de la aplicación del Protocolo de Kyoto, en su opinión.

A Estados Unidos y otros países que decidan no ratificar el Protocolo se les pedirán recursos financieros para aplicar la Convención Marco.

Pero existen discrepancias con respecto a si el fondo es parte o no del Protocolo de Kyoto.

La UE manifestó sus dudas al respecto y al mismo tiempo dejó en claro que no aportará la cifra que le correspondería pagar a Estados Unidos.

Tampoco quedó claro si los estados pertenecientes a la Organización de Países Exportadores de Petróleo contribuirán con el Fondo. Todos los miembros de OPEP -Arabia Saudita, Argelia, Emiratos Arabes Unidos, Indonesia, Irán, Iraq, Kuwait, Libia, Nigeria, Qatar y Venezuela- pertenecen al G-77. (FIN/IPS/tra-en/raj/mn/aq/en/01

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