La resolución de conflictos, la lucha contra la epidemia de sida y el proyecto de creación de una Unión Africana dominarán la semana próxima la 37 cumbre de la Organización de Unidad Africana (OUA), que se realizará en la capital de Zambia.
Agencias de las Naciones Unidas intentan que esa reunión continental, que comenzará este lunes y terminará el miércoles, adopte decisiones en beneficio de la infancia y los refugiados.
«Las cuestiones relacionadas con la inestabilidad en el continente, o sea diversos conflictos y lo que se puede hacer con ellos, tendrán un lugar destacado en la cumbre», señaló el secretario general de la OUA, Salim Ahmed Salim.
«La epidemia de sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), la lucha contra la pobreza y el alivio de la deuda externa también serán motivo de amplios debates», indicó.
En Africa residen casi 70 por ciento de los 36 millones de habitantes del planeta infectados por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), causante del sida.
Los participantes en la reunión buscarán soluciones duraderas para conflictos armados en Angola, Burundi, Comoros, Guinea, Lberia, República Democrática del Congo (RDC) y Sierra Leona, entre otros, explicó Salim.
Los ex presidentes Nelson Mandela, de Sudáfrica, y Quett Masire, de Botswana, informarán sobre sus esfuerzos como mediadores en los conflictos de Burundi y RDC, respectivamente.
El presidente de RDC, Joseph Kabila, expresó a comienzos de esta semana su confianza en que la cumbre ayude a acelerar el proceso de paz en su país, durante una escala en Lusaka rumbo a Tanzania, donde se reunió con el presidente de Uganda, Yoweri Museveni.
Museveni apoya a uno de los grupos insurgentes que actúan en RDC.
Se espera que esta cumbre sea la última de la OUA, que tiene previsto ajustar los detalles de su transformación en Unión Africana.
El programa preliminar de esa transformación fue acordado durante la cumbre realizada en marzo en Libia, pero la implementación del proyecto depende en gran medida de que los 55 Estados miembros de la OUA le brinden apoyo material, apuntó Salim.
Muchos de los fracasos de la organización se han debido a escaso apoyo económico por parte de sus integrantes, explicó.
Esta semana, la OUA prohibió la participación en las reuniones de la 37 cumbre a ministros y jefes de Estado de 15 países que mantenían deudas con la organización.
Entre los sancionados estuvieron Burundi, Cabo Verde, Djibouti, Liberia, República Centroafricana y Sierra Leona.
Uganda pagó luego su deuda, y se permitirá su participación en la cumbre, pero no está claro si ocurrirá lo mismo con otras naciones.
Un informe financiero de la OUA sobre el periodo 2000/2001 obtenido por IPS indica que en junio del año pasado las deudaas de países miembros sumaban unos 47,6 millones de dólares, y que hubo contribuciones extraordinarias al presupuesto 2000/2001 por valor de unos 15 millones de dólares.
Salim indicó que Libia había aportado unos 3,8 millones de dólares para pagar deudas de otros Estados miembros.
El alto comisionado de las Naciones Unidas para los refugiados, Rudd Lubbers, asisitirá a la cumbre para pedir a los gobiernos africanos que destinen más recursos a asistir a los refugiados del continente y a las comunidades que los albergan.
Lubers solicitará en especial ayuda para Zambia, donde viven unos 258.000 refugiados, el mayor número en un país africano. Unos 200.000 de ellos son angolanos, y más de 50.000 provienen de RDC.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), presiona por su parte a los gobiernos africanos para que la cumbre apruebe un proyecto para brindar alojamiento, educación y atención santitaria a niños y niñas de la calle.
La representante residente del UNICEF, Stella Goings, pidió a cominzos de esta semana al presidente de Zambia, Frederick Chiluba, que apoyara esa propuesta.
El gobierno teme que organizaciones de la sociedad civil obstaculicen el desarrollo de la cumbre con protestas.
«Fuimos elegidos para defender la ley y el orden, y no podemos permitir que unos pocos individuos insatisfechos le quiten al país el honor» de albergar una «cumbre pacífica», declaró el ministro de Información, Vernon Mwaanga.
Partidos opositores, organizaciones no gubernamentales y el Congreso de Sindicatos de Zambia sostuvieron el mes pasado que el país, uno de los más pobres del mundo, debía desistir de albergar la reunión, y emplear los fondos asignados a la misma para necesidades sociales urgentes.
Las autoridades prevén que el costo total de la cumbre será unos 17 millones de dólares. (FIN/IPS/tra-eng/jm/mn/mp/ip/01