VENEZUELA: Chávez aumenta temor a ola xenofóbica

La amenaza del presidente venezolano Hugo Chávez de expulsar a los extranjeros que lo critiquen, en alusión a la dirigente democristiana peruana Lourdes Flores, agrava el temor ya existente a una ola de xenofobia.

Carlos Correa, experto en libertad de expresión de la organización de derechos humanos Provea, aseguró a IPS que la advertencia de Chávez «daña el clima de convivencia» y «contradice» las leyes venezolanas, incluso las que fueron impulsadas por el propio mandatario.

Chávez, que en sus discursos suele incluir invocaciones nacionalistas, dijo el domingo que «cualquier extranjero que venga aquí a decir una afrenta contra Venezuela será expulsado».

El mandatario reaccionaba así «con una rabieta», según Correa, a la declaración del jueves pasado de Flores, ex candidata presidencial peruana, quien comparó a Chávez con el ex presidente de su país Alberto Fujimori, hoy prófugo de la justicia en Japón.

Flores observó signos de autoritarismo en el gobierno de Chávez, quien desde febrero de 1999 impulsa grandes transformaciones políticas e institucionales a las que denomina «revolución social bolivariana» y que incluyeron la aprobación de una nueva constitución 10 meses después de iniciado su mandato.

La reacción de Chávez «demuestra que mis apreciaciones sobre el autoritarismo en Venezuela estaban bastante cercanas a la realidad», dijo Flores en Estados Unidos, a donde viajó luego de asistir en Caracas al foro «La democracia en Iberoamérica, organizado por políticos socialcristianos.

Correa alertó que las manifestaciones de Chávez, quien cuenta con una gran popularidad entre los sectores más pobres de este país, puede desencadenar «situaciones de mucha incomodidad contra los extranjeros».

El investigador recordó que la Constitución Bolivariana de 1999 garantiza la libertad de expresión y opinión y que el presidente sostiene una intensa actividad internacional.

«Es un despropósito asegurar que se va a expulsar a una persona, sea un intelectual o un analista, por lo que opina sobre el país», aseveró Correa, quien es doctor en Ciencias de la Comunicación.

«Si viene Gabriel García Márquez o un experto de JP Morgan (banco estadounidense de inversión) y da una opinión crítica, ¿qué va a hacer el gobierno? ¿Lo va a expulsar?», se preguntó el experto.

«En el proceso actual de globalización de la información y de la opinión, sería cuesta arriba pensar en sanciones o restricciones para personas del exterior», indicó.

El analista de JP Morgan Luis Oganes aseguró el martes que «el país tiene buenos números pero el ambiente político eleva el riesgo». En esta percepción coincidieron otros expertos en finanzas internacionales.

Por su parte, el canciller venezolano Luis Alfonso Dávila sostuvo que si un extranjero «se va a entrometer en los asuntos internos» mientras visita este país, «naturalmente eso tiene que provocar una reacción».

Sin embargo, descartó que se preparen restricciones. «En Venezuela se respeta la libertad de expresión y no ha habido en este gobierno ningún caso donde se haya impedido» el ejercicio de ese derecho, precisó.

El ministro de Defensa y ex canciller José Vicente Rangel aclaró que Chávez no se refirió en sus declaraciones del domingo a los extranjeros residentes en el país, sino a quienes lo visitan.

El temor por eventuales brotes de xenofobia está presente en Venezuela desde septiembre pasado, cuando se registró una polémica por la aparición de unos panfletos y por los textos incluidos en un manual escolar.

Los panfletos proponían juzgar a españoles, italianos y portugueses como «enemigos del pueblo». Mientras, el manual escolar contenía mensajes contra los nacionales de otros países de América del Sur y el Caribe.

Analistas relacionaron estas manifestaciones con los frecuentes invocaciones nacionalistas de Chávez. Provea reclamó una investigación sobre el origen de estos brotes y que el presidente aclare «en términos pedagógicos que no propugna la xenofobia».

Estas manifestaciones no tienen precedentes en Venezuela, un país tradicionalmente abierto a la recepción de inmigrantes.

Entre 1947 y 1961 ingresaron a Venezuela unos 800.000 extranjeros. El régimen militar de Marcos Pérez Jiménez (1948- 1958) fomentó la inmigración europea con el propósito de desarrollar la agricultura.

Otra oleada migratoria, sobre la cual no existe información precisa, se registró en los año 70, pues la bonanza petrolera de entonces convirtió a Venezuela en un lugar de residencia atractivo, en especial para ciudadanos de países andinos y caribeños.

Por otra parte, Venezuela brindó asilo político a miles de perseguidos por las dictaduras militares imperantes entonces en Argentina, Uruguay, Chile y Paraguay. (FIN/IPS/ac/mj/ip hd/01

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