La organización no gubernamental Reporteros Sin Fronteras (RSF) pidió al Parlamento Europeo que reafirme su «decisión de no aceptar la campaña de terror en el País Vasco español» de la organización separatista Euskadi Ta Askatasuna (ETA, Patria Vasca y Libertad, en vasco).
ETA, identificada por RSF como uno de los 30 mayores enemigos de la libertad de prensa en el mundo, ha matado a ocho personas este año, entre ellas a periodistas críticos de sus acciones, y a 764 desde que comenzó a actuar en 1968.
Sus últimas víctimas fueron José Luis López de Lacalle, de la edición regional del diario español El Mundo, el 7 de mayo, y Santiago Oleaga, director financiero del Diario Vasco, el 24 del mismo mes.
El asesinato de Oleaga fue el primero después de las elecciones en el País Vasco el 13 de mayo, en las cuales Euskal Heritarrok, afín a ETA, obtuvo la peor votación de su historia y pasó de 14 a siete representantes en el parlamento regional, de 75 bancas.
Esas elecciones fueron una importante victoria para el Partido Nacionalista Vasco, gobernante en la región, que pasó de 27 a 33 bancas.
El presidente de RSF, Fernando Castelló, y el secretario general de la organización, Robert Ménard, pidieron el jueves al Parlamento Europeo, organismo legislativo de la Unión Europea, que envíe cuanto antes una misión al País Vasco para ayudar a buscar una solución del conflicto.
El pedido se planteó durante la presentación de un nuevo informe de RSF, titulado «Profesionales de los medios de comunicación en la mira de ETA».
RSF, con sede en París, señaló en ese informe de 12 páginas que unos 50 periodistas y propietarios de medios de comunicación definidos por ETA como «españoles invasores» o «vascos traidores» están en la actualidad bajo protección policial o de guardaespaldas contratados en el País Vasco y en Madrid.
El total de profesionales de medios comunicación que han sido víctimas de ETA es muy alto, destacó.
En 2000 y lo que va de este año, dos de esos profesionales fueron asesinados, 10 estuvieron cerca de morir por atentados contra ellos con paquetes que contenían bombas, muchos otros fueron amenazados u hostigados en forma sistemática, y hubo ocho atentados con bombas contra sedes de periódicos, indicó.
Arnaldo Otegi, jefe de la bancada parlamentaria de Euskal Herritarrok, nunca ha condenado los homicidios de ETA, subrayó la organización de periodistas.
«ETA ha afirmado y demostrado que los medios de comunicación son empleados como portavoces de una campaña de manipulación de noticias e incitación a la guerra en el País Vasco», comentó Otegui acerca del asesinato del constitucionalista y antinacionalista López de Lacalle, apuntó RSF.
Tras ese asesinato, más de 100 editores de los principales periódicos españoles firmaron un manifiesto leído el 12 de mayo en la ciudad vasca de San Sebastián y titulado «No nos silenciarán». Pero muchos periodistas aceptan que el terrorismo de ETA causa una «autocensura inconsciente», comentó.
Los ataques de ETA y de quienes la apoyan contra medios de comunicación no son un fenómeno nuevo, pero se registra un aumento de su violencia desde 1999, aseguró.
La lista de personas señaladas por ETA como posibles blancos de atentados no sólo incluyen a profesionales de medios de comunicación, políticos, jueces, académicos, policías e integrantes de las Fuerzas Armadas, sino también a quienes custodian la seguridad de esas posibles víctimas, agregó.
En marzo, unos 2.000 integrantes de una organización juvenil afín a ETA distribuyeron panfletos con una lista de 30 periodistas y 20 medios de comunicación a los cuales consideran «esclavos del Estado» español.
En abril, la policía francesa arrestó a Julia Moreno Macuso, presunta integrante de ETA, a quien incautó una lista similar de periodistas y editores de periódicos definidos por esa organización ilegal como posibles víctimas.
En ese contexto, numerosos medios de comunicación están bajo amenaza, tanto en el País Vasco como en Madrid, en especial los periódicos Correo Español y Diario Vasco, así como el personal de las ediciones vascas de los diarios nacionales El País y El Mundo, comentó RSF.
«ETA no sólo ha declarado la guerra al Estado español, sino también a conjunto de Europa y a sus valores», mediante la agresión a profesionales de medios de comunicación, aseveró. (FIN/IPS/tra-eng/bk/da/mp/hd ip/01