UGANDA: Candidata opositora logra un escaño en medio de violencia

La principal candidata opositora obtuvo un escaño en las elecciones parlamentarias del martes en Uganda, marcadas por actos de violencia que cobraron seis vidas y por un amplio triunfo del gobierno.

Winnie Byanyima fue reelegida por apenas 164 votos de diferencia en su distrito de Mbarara, pese a la dura campaña que emprendió en su contra el presidente Yoweri Museveni.

Byanyima pertenece al ala reformista del Movimiento de Resistencia Nacional (NRM), en el poder desde 1986 y único partido autorizado en Uganda.

La legisladora, que acusa al gobierno de corrupción y autoritarismo, es esposa de Kizza Besigye, ex colaborador directo de Museveni que lo enfrentó en las elecciones presidenciales del 12 de marzo.

El presidente, reelegido en marzo con 70 por ciento de los votos, consideró aquella candidatura como una traición, y llegó a pedir a la ciudadanía que no votara a Besigye porque padecía de sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida).

Con más de 700 candidatos para ocupar 214 bancas, éstas fueron las elecciones parlamentarias más grandes de la historia de Uganda. Se espera que 90 por ciento de los escaños sean ocupados por seguidores de Museveni.

La Asamblea Nacional cuenta con 276 bancas de las cuales 62 se otorgan a representantes de grupos de interés como el ejército, las mujeres, los discapacitados, la juventud y los sindicatos, fieles al gobierno.

Seis personas murieron durante el acto electoral. El guardaespaldas de un candidato del NRM mató a una persona al disparar contra una multitud en la región oriental de Mbale, y luego fue muerto en una refriega en la que fallecieron otras cuatro personas.

Otras personas fueron heridas cuando el guardaespaldas del ministro de Cultura, Vincent Nyenzi, disparó a la multitud en el occidente del país.

Cuando tomó el poder en 1986, el NRM disolvió los partidos políticos con el argumento de que fomentaban el odio interétnico. Según las leyes vigentes, todos los ciudadanos pertenecen al NRM los candidatos se presentan individualmente, aunque la opinión pública conoce su filiación política.

Durante la campaña electoral, Museveni viajó dos veces a Mbarara y habló en la radio local contra Byanyima, pidiendo a los votantes que eligieran un candidato con el cual se «pudiera trabajar».

El presidente dijo que no importaba si un legislador del NRM era perezoso o borracho, siempre que se despertara para votar los proyectos de ley impulsados por el gobierno.

Museveni pidió a los candidatos opositores que se retiraran e incluso amenazó con marginar a las regiones que votaran por parlamentarios independientes.

«Museveni sabe que Winnie (Byanyima) es una mujer fuerte que ha señalado la corrupción en el NRM», dijo el periodista Ben Ochan, del diario estatal New Vision.

El blanco de las mayores críticas es «el hermano del presidente, Salim Saleh, nombrado parlamentario por el ejército», sostuvo Ochan.

Saleh, militar que adquirió una gran fortuna desde que su hermano tomó el control del país, es acusado de acordar polémicos contratos estatales y dudosas operaciones comerciales en la República Democrática del Congo, donde se encuentran estacionadas tropas ugandesas.

Según Ochan, «muchos ciudadanos están decepcionados. Incluso los reformistas dentro del NRM, como Byanyima, sienten que el presidente nos ha abandonado», dijo.

Las autoridades declararon el martes feriado nacional para estimular la concurrencia a las urnas de los 10 millones de inscriptos, pero la baja votación registrada pareció reflejar el desinterés popular.

«La gente está cansada de elecciones. No notan cambios en sus vidas si votan o no», dijo Lawrence Mukasa, funcionario electoral de Mukono, 20 kilómetros al este de la capital, Kampala.

Según el periodista Ochan, muchos ciudadanos dudan de la transparencia del proceso electoral.

«Creo que existe algo de apatía y frustración. El gobierno influyó en la elección. El presidente hizo campaña a favor de sus candidatos. En Kampala, donde la mayoría es favorable a un sistema multipartidario, se cree que los votos irán finalmente al NRM», afirmó.

«Museveni busca un gobierno donde no haya disidencia, lo cual hace temer que no piensa dejar el poder cuando finalice su periodo de cinco años» en 2006, dijo Ochan.

«Creo que vamos hacia una autoridad fascista en el país. No tengo dudas sobre eso», había declarado Besigye tras su derrota en la elección de marzo.

Para el semanario The East African, el involucramiento de Museveni en las elecciones parlamentarias «no sólo deja un gusto amargo, sino que cambia el escenario político negativamente».

«A pesar de que el NRM es una organización política que representa los intereses de una fracción bien definida del cuerpo político nacional, es financiado con dineros públicos», sostuvo el semanario.

«Cuando el Estado auspicia candidatos, como pasó en la elección parlamentaria, la oposición reacciona no contra los individuos sino contra ese mismo Estado», dijo The East African.

El periódico acusó al presidente de violar la Constitución al promover el odio contra los opositores con el fin de perpetuarse en el poder. (FIN/IPS/tra-en/ks/mn/dc-mj/ip/01

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