La esperanza de vida en Zimbabwe caerá a 27 años en 2011 debido al sida, advirtió la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en un informe calificado por el gobierno de «exagerado», si bien uno de cada cuatro adultos es portador del VIH.
La expectativa de vida actual en Zimbabwe es de 44 años, 18 menos que en 1990, según un informe elaborado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y publicado esta semana en Harare.
Una de cada cuatro personas de 15 a 50 años es portadora del VIH (virus de inmunodeficiencia humana, causante del sida), una de las incidencias más altas del mundo.
Más de 30 por ciento de las mujeres embarazadas son portadoras de VIH, y más de 2.000 personas mueren por semana a causa de la enfermedad, de acuerdo con cifras oficiales.
Las cifras del documento de UNICEF se basaron en el Informe de Desarrollo Humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), pero para el viceministro de Salud David Parirenyatwa las calificó de «exageradas».
El nuevo informe «da la negativa imagen de que el gobierno no está haciendo nada», se lamentó Parirenyatwa, para quien esas estadísticas reflejan «el peor escenario posible, que sólo se alcanzaría ante la ausencia total de intervención del gobierno».
Si bien coincidió en que el sida (síndrome de inmunodeficiencia humana) es un grave problema en Zimbabwe, Parirenyatwa dijo que el estudio de UNICEF parte de la base de que «no se toman ningún tipo de medidas ni políticas».
«Es necesario volver a examinar esas cifras poniendo en contexto las medidas que el gobierno ya está implementando», dijo el funcionario.
A medida que crece la mortalidad aumenta la cantidad de niños huérfanos a causa del sida, que en 2005 serán casi un millón en un país de casi 12 millones de habitantes, según el Programa Nacional de Coordinación contra el Sida.
Las mujeres, las adolescentes y las niñas son quienes más padecen las consecuencias de la epidemia, según una investigación realizada por el Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM) en cinco provincias de Zimbabwe.
El estudio establece que si bien el cuidado de los enfermos es considerado responsabilidad de mujeres adultas, los menores, 76 por ciento niñas, se ven obligados en este caso a abandonar los estudios para cuidar a sus familiares con sida.
«No existe mucho apoyo del (gubernamental) Departamento de Ayuda Social. Los huérfanos no reciben suficiente atención y esto representa otra carga para las mujeres», dijo Martha Mahonde, directora de la oficina regional de UNIFEM para Africa austral.
«La orfandad es un golpe terrible para las niñas, porque son ellas las que abandonan la escuela y se hacen cargo del resto de la familia cuando los padres mueren, aun siendo menores que sus hermanos», explicó Mahonde.
La epidemia de sida devastó a familias y comunidades de Zimbabwe, y agravó el deterioro económico del país.
Según el viceministro Parirenyatwa, se deben intensificar las medidas para reducir la trasmisión del sida de madre a hijo.
El gobierno desarrolla estrategias para reducir el costo de los medicamentos utilizados en terapias antirretrovirales (que reducen la proliferación del VIH en el organismo y prolongan la expectativa de vida de los enfermos).
«Pero aún es prematuro afirmar que podremos brindar estas terapias de forma gratuita», agregó.
Estos medicamentos logran retardar el desarrollo de la enfermedad entre los portadores del mundo industrializado. Pero el costo anual del tratamiento es de 15.000 dólares por paciente, imposible de afrontar para una población pobre como la de Zimbabwe.
Incluso a precio de costo la terapia con antirretrovirales supondría un gasto de entre 350 y 500 dólares anuales por paciente. El gasto de salud en Zimbabwe es inferior a 14 dólares anuales por persona.
«Las medicinas a precio de costo tampoco resolverán el problema porque los países pobres no pueden comprarlas, y aunque lo hicieran, no tendrían suficiente personal médico para administrarlas», señaló la organización Christian Aid en su informe «Sin excusas: Enfrentar la crisis de los huérfanos del sida en Africa subsahariana».
El país ya ha perdido varios de sus logros sanitarios por el sida y la economía cayó en la crisis más grave desde la independencia, en 1980.
Si no se revierte el ritmo de la epidemia, en unos años Zimbabwe podría convertirse en una nación de niños y niñas huérfanas. (FIN/IPS/tra-en/lm/mn/dc/mj/he/01