PAKISTAN: Todo el poder a Musharraf

El jefe del gobierno militar de Pakistán, Pervez Musharraf, cesó hoy al presidente Mohammed Rafiq Tarar y ocupó su puesto, para concentrar en sus manos todo el poder político.

Con el cese de Tarar, Musharraf ejerce ahora la jefatura del Estado, la del gobierno y la del Estado Mayor del ejército, 21 meses después de haber derrocado al primer ministro Nawaz Sharif, quien había sido elegido en comicios democráticos.

La medida inviste a Musharraf con mayor representatividad política ante su aguardada reunión, prevista para el 14 de julio, con el primer ministro de India, Atal Bihari Vajpayee. Los dos países poseen armas nucleares y mantienen un conflicto desde 1947 en la fronteriza región de Cachemira.

Sharif, quien derrocó a Musharraf el 12 de octubre de 1999, extendió por tiempo indeterminado hace dos meses su periodo al frente del ejército, cuyo fin estaba previsto para octubre próximo.

Tarar, elegido en enero de 1998 en las urnas, fue obligado a abandonar su puesto 18 meses antes del fin de su Presidencia de cinco años. No hubo explicaciones oficiales para la remoción.

El general retirado Aslam Beg, ex comandante del ejército, había previsto el avance de Musharraf sobre la Presidencia semanas atrás, y sostuvo que la medida era sólo «una cuestión de tiempo que debe ser decidida» por el propio dictador.

Beg, quien en 1988 asumió el mando del ejército luego de la muerte en un accidente aéreo del entonces presidente militar general Zia ul Haq, atribuyó la decisión de este miércoles a la proximidad de la cumbre indo-paquistaní.

«Antes de ir a India a una cumbre con el primer ministro Vajpayee, Musharraf quiere fortalecer su representatividad para hablar con él de igual a igual», explicó.

La prensa paquistaní sugirió que la medida ofrece mayor credibilidad a Musharraf ante Vajpayee para dialogar sobre Cachemira, ahora como jefe de Estado y de gobierno y no sólo como líder del régimen militar.

Pakistán peleó tres guerras con su rival India por la provincia de Cachemira, incluyendo un sangriento periodo de 10 meses de combates en Kargil, en 1999.

El portavoz militar general Rashid Quershi negó cualquier vínculo entre la decisión de este miércoles y la cumbre indo- paquistaní, pues, aseguró, Musharraf asumió la presidencia «para los mejores intereses» de Pakistán.

El gobierno militar también anunció la disolución definitiva de la Asamblea Nacional y las provinciales, cuyas sesiones fueron suspendidas cuando Musharraf derrocó al primer ministro.

La constitución original de Pakistán fue dejada de lado y remplazada por una provisional, creada por el gobierno miltiar.

Beg dijo que, a su juicio, la toma de la Presidencia por parte de Musharraf se debe a un intento de consolidar su liderazgo en el país para los próximos meses.

Musharraf procura el apoyo de los 105 gobiernos de distrito que se establecerán en agosto y de los nuevos integrantes de las asambleas provinciales, cuya elección está prevista para octubre, explicó.

Beg sostuvo que Musharraf permanecerá en el gobierno, pues no ha introdudico aún cambios constitucionales para equilibrar los poderes entre el presidente y el primer ministro.

Zia, cuya dictadura militar fue la más prolongada de Pakistán (1977-1988), introdujo una enmienda constitucional en 1985 que le dio poderes como presidente para dejar sin efecto la elección de un primer ministro en las urnas.

Cinco primeros ministros fueron cesados por la Presidencia desde 1996, por presión de los comandantes del ejército entonces en funciones.

El analista político Najam Mushtaq dijo que la decisión de Musharraf no es sorprendente a la luz de la actitud de dictadores militares anteriores. «Los gobiernos militares pretenden mantenerse en el poder tanto como deseen», sostuvo.

Al igual que Musharraf, tres generales, Ayub Khan (1958-1969), Yahya Khan (1969-1971) y Zia, cesaron presidentes luego de derrocar a primeros ministros.

Pakistán soporta una pesada deuda externa de 13.000 millones de dólares, y destina 40 por ciento de su presupuesto a los servicios de esa deuda. El gobierno también prevé contraer nuevos empréstitos para blanquear el déficit presupuestal de 3.000 millones de dólares.

Los negociadores de Pakistán ante los organismos multilaterales de crédito esgrimen como argumento la estabilidad política del país bajo el régimen militar. (FIN/IPS/ni/js/rp-mj/ip/01

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