MEXICO: Débil y dividido, el rebelde EPR cumple cinco años

El rebelde Ejército Popular Revolucionario (EPR), de México, que este jueves cumplirá cinco años, se presenta dividido, minimizado por el gobierno y con un discurso que niega todo beneficio de duda a la gestión del presidente Vicente Fox.

Las acciones del EPR, que irrumpió el 28 de junio de 1996 con arengas a favor de la revolución, el socialismo y la toma del poder por las armas, se limitan en la actualidad a emitir comunicados y hacer esporádicas apariciones en zonas rurales apartadas.

Sin embargo, no hay que perderlo de vista, pues en cualquier momento puede representar un problema de seguridad, pese a su presunta debilidad, dijo Hugo Maya, investigador social de la Universidad Metropolitana.

«A Fox no le damos ni el beneficio de la duda, (ya que) es un gobierno de derecha y neoliberal al servicio de la oligarquía nacional e internacional», señaló el EPR en un comunicado fechado a fines de mayo.

«Continuaremos promoviendo la guerra popular», advirtió en aquella oportunidad.

El número de miembros del grupo guerrillero, que en los últimos años sufrió la detención de varios de sus dirigentes y divisiones internas, no se conoce con exactitud, aunque se sabe que en su mayoría son campesinos de zonas pobres de los estados de Guerrero y Oaxaca, en el sur del país.

El EPR se presentó en escena el mismo día que grupos políticos, religiosos y humanitarios conmemoraban en una zona rural de Guerrero el primer aniversario de la matanza de 17 campesinos a manos de la policía.

Maya no descarta una nueva arremetida del EPR o de otras organizaciones insurgentes, debido a que siguen presentes en Guerrero y otros estados las causas que originaron la irrupción de la guerrilla, como la pobreza, la violencia y la represión.

Fox, que asumió en diciembre como el primer presidente ajeno al Partido Revolucionario Institucional (PRI) en 71 años, no parece dar mayor importancia al EPR ni a las facciones que se derivaron de sus divisiones internas.

Pero no hace lo mismo con la guerrilla zapatista del estado meridional de Chiapas, con la que busca sin éxito establecer un diálogo desde hace más de cinco meses.

El EPR y el Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI) están desligados del proceso democrático, pero su presencia no es preocupante, dijo el asesor de seguridad de la presidencia, Adolfo Aguilar.

«Me parece que todo esto es sano, que se identifiquen y que el gobierno tenga capacidad de actuar», dijo en febrero Aguilar, tras confirmar que personas armadas y con el rostro cubierto se presentaron en el estado de Morelos, vecino a la capital, para gritar consignas a favor de la guerrilla y contra el gobierno.

Los encapuchados dijeron pertenecer al Ejército Villista Popular Revolucionario y a las Fuerzas Armadas Revolucionarias del Pueblo, que serían derivaciones del EPR.

La administración de Fox «se basa en la mentira y en el engaño, como ocurrió con los gobiernos del PRI, que por más de 70 años impusieron los discursos falsos y el empobrecimiento de los trabajadores», señaló el EPR en un comunicado.

En México sigue la impunidad, el encarcelamiento y la desaparición de luchadores sociales, afirmó ese grupo rebelde en el comunicado difundido esta semana en celebración del quinto aniversario de creación. El EPR criticó además a quienes con el paso de los años abandonaron la organización.

La cantidad de agrupaciones guerrilleras en México sumaban 14 en 1999, según el registro de ese año del Sistema Estatal de Información sobre Seguridad Pública de Morelos.

Varios de esos grupos, como las Fuerzas Armadas Clandestinas de Liberación Nacional, el Comando Armado Revolucionario del Sur y el Movimiento Popular Revolucionario, se presentaron sólo a través de comunicados o actos de propaganda menores, pero no han realizado ataques como los que en su momento hizo el EPR.

Hasta abril del año pasado, el EPR realizó 10 ataques armados en Guerrero y Oaxaca contra destacamentos militares y policiales, los cuales dejaron un saldo de 70 personas muertas entre guerrilleros y agentes de seguridad.

Cuando el grupo anunció su existencia pidió a todas las fuerzas políticas de izquierda sumarse a la «lucha popular contra las oligarquías», sin embargo su propuesta no tuvo eco.

Hoy, como al principio, pero quizá más por la caída del PRI, el EPR está aislado políticamente, pese a ello no hay que minimizarlo, insistió Maya.

En tanto, el gobierno de Fox sostiene que los principales problemas de seguridad de México son ahora la pobreza y las cuestiones ambientales, pero no los grupos armados. (FIN/IPS/dc/dm/ip/01

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe