/Integración y Desarrollo/ DESARROLLO: Tecnología informática es medio y no fin

El papel de la tecnología de información y comunicación en los proyectos de cooperación para el desarrollo y alivio de la pobreza no debe ser exagerado ni confundido con un fin en sí mismo, advirtió un alto funcionario de la Unión Europea (UE).

Esa tecnología «no debe ser considerada en forma aislada, sino como parte de una estrategia integral de desarrollo», enfatizó el lunes pasado Poul Nielson, responsable de Desarrollo y Ayuda Humanitaria de la Comisión Europea, organismo ejecutivo de la UE, en una reunión de expertos realizada en Bonn.

«El factor tecnológico no transforma a un mal proyecto en un buen proyecto. Los buenos proyectos son los que contribuyen en forma tangible al alivio de la pobreza, no los diseñados para impulsar el uso de tecnología de información y comunicación», señaló.

El encuentro de Bonn fue organizado por el Foro Europeo para la Cooperación Internacional, en asociación con la Asociación Europea de Instituciones de Desarrollo y con financiación del gobierno del estado occidental alemán de Renania Septentrional-Westfalia.

El gobierno de ese estado, la municipalidad de la ciudad y el Ministerio de Cooperación Económica y Desarrollo promueven a Bonn, capital de Alemania Occidental antes de la unificación con Alemania Oriental, como centro de la cooperación internacional.

La III Conferencia de las Naciones Unidas sobre Países Menos Desarrollados, que se llevó a cabo del 14 al 20 de mayo en Bruselas, fue «un duro recordatorio de que los desafíos del subdesarrollo y la pobreza aún nos acompañan, tras cinco décadas de cooperación para el desarrollo», señaló Nielson.

La pobreza no es un concepto abstracto macroeconómico, sino un hecho que hiere a seres humanos en todo el mundo, en forma física y en su dignidad, y «es por eso que la Comisión Europea redefine en la actualidad su política de cooperación, para dar mayor prioridad al problema de la pobreza», explicó.

La Comisión concentrará sus esfuerzos de cooperación para el desarrollo en un limitado número de áreas y cuestiones clave en las cuales pueda ofrecer un valor agregado, indicó ante delegados de organizaciones no gubernamentales (ONG) y expertos en tecnología de información y comunicación.

La discusión acerca de esa tecnología tiende a destacar el papel de Internet, la red mundial de computadoras, pero la definición de la UE en la materia es más amplia e incluye a la simple telefonía, a la cual «no tiene acceso la amplia mayoría de la población de muchos países en desarrollo», subrayó.

Unos 4.000 millones de habitantes del planeta deben viajar durante más de dos horas para llegar al teléfono más cercano a sus casas, mientras una pequeña cantidad de países con alto ingreso por habitante emplean la mayor parte de los servicios de comunicación del mundo, desde la telefonía básica hasta Internet.

Esos países ricos suman 82 por ciento de los usuarios de Internet, 69 por ciento de los usuarios de telefonía movil, y 58 por ciento de los usuarios de líneas telefónicas. Sólo Tokio y Nueva York suman la misma cantidad de conexiones telefónicas que toda Africa subsahariana.

El acceso desigual a la tecnología de información y comunicación entre países y dentro de ellos, también llamado «brecha digital», refleja desigualdades económicas y sociales previas, apuntó Nielson.

En muchas naciones africanas e islas del Pacífico, es preciso realizar llamadas telefónicas de larga distancia para acceder a una conexión a Internet, la disponibilidad de líneas telefónicas tradicionales es escasa, y en el mejor de los casos sólo es posible emplear servicios de correo electrónico.

La posición expresada por Nielson fue criticada por Anders Wijkman, integrante del Parlamento Europeo y relator sobre el presupuesto para 2002 de su comisión de Cooperación para el Desarrollo, en un artículo publicado por el diario European Voice.

«La falta de atención a la tecnología de información y comunicación en el anteproyecto sobre cooperación para el desarrollo de la Comisión Europea es por lo menos llamativo, dado el potencial de esa tecnología como herramienta para el desarrollo», señaló Wijkman.

Nielson alega que el enfoque de la Comisión se inspira en el trabajo de otras instituciones dedicadas a la cooperación con el desarrollo comunitario, y en especial en «las conclusiones del Foro Mundial sobre Explotación de las Oportunidades Digitales para la Reducción de la Pobreza, realizado en marzo.

Ese foro fue auspiciado por la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo, que reúne a países industrializados, el Banco Mundial y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.

Una de las conclusiones del encuentro fue que la tecnología de información y comunicación debe ser vista como «una herramienta para ayudar a alcanzar actuales objetivos de desarrollo, en especial los de la comunidad internacional, y no como un sector separado».

Sin embargo, Nielson aseguró que acepta el uso de esa tecnología «donde y cuando exista una demanda bien fundamentada y en el marco de los procedimientos normales de toma de decisiones».

La Comisión Europea mencionó en un informe casos de proyectos aprobados de cooperación para el desarrollo, en los cuales el uso de tecnología de información y comunicación significa un auténtico valor agregado.

Uno de esos proyectos se relaciona con la observación de procesos climáticos en Africa mediante satélites, y apunta entre otras cosas a la prevención de sequías y procesos de desertificación.

Organizaciones no gubernamentales involucradas en el manejo de recursos naturales tendrán la posibilidad de asociarse con esa iniciativa y disponer de información oportuna para las comunidades a las cuales asisten.

La Comisión Europea también apoya un proyecto de fortalecimiento de servicios veterinarios para criadores de ganado de Nepal, que depende en gran medida del uso de tecnología informática.

Otro proyecto en el cual la Comisión admitió el valor agregado del uso de tecnología de información y comunicaciones es el de mejoramiento de la seguridad de la aviación civil en Africa Central y Africa Occidental mediante el uso de sistemas de satélites.

En el área de derechos humanos y mejora del gobierno, la Comisión apoya programas con uso crucial de esa tecnología para el desarrollo de emisoras de radio y televisión en Namibia, y para aumentar la transparencia de procesos electorales mediante censos de población y registro de habilitados para votar. (FIN/IPS/tra- eng/raj/mn/mp/dv sc/01

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