HAITI: Justicia en deuda tras muerte de periodista

Haití está en vilo por la incapacidad de la justicia en esclarecer el asesinato de un periodista hace más de un año, un caso en que está involucrado un senador oficialista y que tuvo como secuelas la muerte de un implicado y amenazas a magistrados.

El periodista Jean Leopold Dominique fue muerto a balazos el 3 de abril de 2000 cuando ingresaba a su emisora, Radio Haití. Tenía entonces 69 años. En ese episodio también perdió la vida el guardia de seguridad Jean Claude Louissaint. El proceso judicial se encuentra estancado.

El juez a cargo de la instrucción dejó el país amenazado de muerte, uno de los implicados en el caso murió y el senador oficialista más influyente del país, Dany Toussaint, es considerado por muchos como principal responsable de la muerte de Dominique.

El periodista asesinado era miembro del Partido Lavalas, al que pertenece el presidente Jean Bertrand Aristide. Días antes de morir afirmó que un grupo de funcionarios corruptos vinculados con el narcotráfico se habían apoderado el partido.

La radio Haiti Inter, dirigida por la viuda de Dominique, Michele Montas, informó que los narcotraficantes habían puesto precio a la cabeza del juez Claudy Gassant, a cargo de la investigación, y que el fiscal general Josue Pierre Louis fue presionado para borrar varios nombres influyentes del expediente.

El 7 de este mes, Gassant envió el resultado de sus actuaciones a Louis, quien debía anunciar la decisión de la Fiscalía antes de que el juez realizara las diligencias finales y ordenara el inicio del proceso penal.

Toussaint y sus aliados reclamaron por radio y televisión la detención de Gassant, a quien acusaron de perseguir al senador como parte de un plan concebido por el ex presidente René Preval y su ex ministro de Justicia, Camille Leblanc.

El legislador logró que otro juez, Jean Gabriel Ambroise, iniciara una investigación paralela, en la cual se interrogó a varios detenidos sospechosos del crimen.

Según Toussaint, Gassant y otros magistrados habían sometido a varios de esos detenidos a interrogatorios ilegales y les habían ofrecido dinero para declarar contra él.

Tras el contraataque de Toussaint y las amenazas de muerte, Gassant renunció al caso el día 13 y huyó del país.

Para los observadores, este crimen es señal de un fuerte conflicto en el seno de Lavalas, partido cuyo nombre significa, en lengua creóle, «torrente purificador».

Después de tres decenios bajo la dictadura de la familia Duvalier (1957-1985) , Haití tuvo elecciones democráticas en diciembre de 1990, en que Aristide, un ex sacerdote de la orden católica salesiana, obtuvo 67 por ciento de los votos.

Depuesto por un golpe militar encabezado en 1991 por el general Raoul Cedras, Aristide volvió al gobierno de la mano de tropas multinacionales comandadas por Estados Unidos en octubre de 1994.

Fue sucedido por su partidario René Preval (1996-2000), y elegido otra vez presidente el año pasado, en comicios en que la oposición convocó a la abstención.

El senador Toussaint es un ex oficial del ejército que comandó la fuerza policial provisoria luego del retiro de las tropas extranjeras en 1994.

Toussaint manifestó al ministro de Justicia, Garry Lissade, su disposición a comparecer ante el Senado para explicar sus acciones. «Estoy listo para defenderme como sea necesario. El Senado puede despojarme, si quiere, de mi inmunidad. Puedo luchar solo», declaró.

Su pedido fue tratado en una sesión secreta del cuerpo, pero no se conoció la resolución.

Por otra parte, la actuación del juez Gassant fue respaldada por varias organizaciones internacionales.

El 15 de este mes, la Alianza Internacional por Justicia para Jean Dominique, iniciativa lanzada por el cineasta estadounidense Jonathan Demme y apoyada por 222 personalidades de varios países, envió una carta a Aristide para cuestionar las acciones de Toussaint y demandar los procesamientos ordenados por Gassant.

Así mismo, las organizaciones no gubernamentales Reporteros sin Fronteras, que nuclea a periodistas de todo el mundo, y Amnistía Internacional, que lucha por la defensa de los derechos humanos, criticaron la falta de apoyo gubernamental al juez.

Gassant afirmó que sólo regresaría a Haití si las autoridades garantizaban su seguridad y la de su familia, tomaban medidas contra el jerarca policial que lo amenazó y sancionaban al juez Ambroise por iniciar un proceso paralelo.

«No soy un héroe. Sé que mi vida está en peligro y que a las autoridades no podría importarle menos. No puedo seguir tolerando la situación cuando yo mismo soy un empleado del gobierno», sostuvo.

El ministro Lissade rechazó la renuncia de Gassant con el argumento de que el sistema judicial es independiente, y pidió al juez que no retrocediera ante sus responsabilidades.

La justicia dictó orden internacional de arresto contra el médico Alix Charles —quien se encontraría en Estados Unidos— por su responsabilidad en la muerte de un supuesto implicado en el asesinato de Dominique, y la del capitán del ejército Richard Salomon, quien estaría en República Dominicana. (FIN/IPS/tra- eng/imc/aa/dc/mj/hd ip/01

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