GRAN BRETAÑA: Cuestión racial será factor de peso en elecciones

La cuestión racial se convirtió en un factor de suma importancia en la carrera electoral que terminó hoy en Gran Bretaña en medio de nuevos disturbios protagonizados por jóvenes de origen asiático.

La jornada final de la campaña, marcada por apasionados discursos del primer ministro Tony Blair y el candidato conservador William Hague, fue opacada por la violencia callejera en la ciudad norteña de Leeds.

Allí, en el barrio de Harehills, la policía antidisturbios se enfrentó durante siete horas con cerca de 300 jóvenes asiáticos, principalmente originarios de Bangladesh, que incendiaron automóviles, levantaron barricadas y atacaron comercios.

Doce días antes había estallado la violencia racial en la localidad de Oldham, a unos 60 kilómetros de distancia, donde los enfrentamientos étnicos duraron tres noches.

Los últimas sondeos de opinión reflejaron una reducción de la ventaja del gobernante Partido Laborista sobre el Partido Conservador y prevén la participación electoral más baja de la historia nacional.

Una encuesta de la empresa ICM publicada este miércoles en el diario The Guardian indicó que el partido de gobierno obtendrá 43 por ciento de los votos, los conservadores 32 por ciento y los liberales demócratas 19 por ciento.

Blair, que busca un segundo mandato, urgió a los ciudadanos a concurrir a las urnas este jueves.

«Ya sea que voten a los Tories (conservadores) o se queden en casa, descubrirán el viernes al levantarse que el nuevo primer ministro es William Hague», advirtió Blair, cuya victoria electoral en 1997 puso fin a 18 años de gobierno conservador.

El Partido Conservador de Hague basó su campaña en la lucha contra el crimen y el control del influjo de refugiados e inmigrantes.

Cerca de cinco por ciento de los 57 millones de habitantes de Gran Bretaña son minorías étnicas procedentes de Asia meridional, el Caribe, Africa y China.

Ya antes de iniciarse la campaña electoral había claras señales de que la cuestión étnica se transformaría en un factor fundamental.

La exhortación de la Comisión para la Igualdad Racial, un organismo estatutario independiente, para que los partidos políticos no utilizaran la bandera de la raza en la campaña causó involuntariamente un escándalo, porque sólo unos pocos legisladores conservadores decidieron firmar el «pacto racial» propuesto.

Las protestas aumentaron cuando la secretaria del Interior Anne Widdecombe, del Partido Conservador, calificó de «absurdo» el pacto racial.

Pero más indicador de la tensión en las relaciones raciales fue el estallido de enfrentamientos en el norte de Inglaterra entre jóvenes asiáticos y extremistas de derecha, en plena campaña.

Los choques fueron «una muestra de lo que sucede cuando se deja crecer al racismo», comentó Mary Robinson, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y ex presidenta de Irlanda.

La comunidad asiático-británica tiene el mayor índice de desempleo y ataques racistas del país, según el informe «La cuestión multiétnica y la exclusión social en la renovación de barrios», publicado por la Oficina del Gabinete.

El líder conservador Hague reconoció los graves problemas raciales a resolver.

«Muchos miembros de la comunidad negra británica viven y crían a sus hijos en ciudades del interior, caracterizadas por la pobreza», admitió.

Pero los analistas coinciden en que las dificultades que enfrentan las minorías étnicas no fueron discutidas con madurez durante la campaña.

Lester Holloway, un periodista del principal periódico de la comunidad negra británica, The Voice, cree que la cuestión racial se ha trivializado.

«Ningún partido político abordó el tema del racismo, ni siquiera los liberales demócratas, que lanzaron oportunamente su 'manifiesto negro',», lamentó Holloway.

«No necesitamos más fachadas, sino políticas claras que atiendan diversos males de la comunidad negra como el alto desempleo, la exclusión escolar desproporcionada, la sobrerrepresentación en las cárceles y leyes draconianas de asilo e inmigración», dijo.

Un estudio realizado en abril de 2000 por la Universidad de Warwick reveló que muchos jóvenes se distancian de la política debido a la falta de candidatos de minorías étnicas.

Sólo 37 candidatos para las elecciones generales de este jueves son de origen africano, caribeño o asiático, y ninguno de ellos tiene grandes posibilidades de ganar un escaño, según The Voice.

El académico Bhikhu Parekh, presidente del grupo de investigación que produjo el informe «El futuro de la Gran Bretaña multiétnica», expresó la preocupación de muchos miembros de minorías.

«El hecho de que los miembros del Nuevo Laborismo sean todos blancos es revelador. ¿No podrían haber hecho por las minorías étnicas lo mismo que hicieron por las mujeres?», preguntó Parekh, en referencia a medidas de discriminación positiva para aumentar la representación política de ciertos grupos. (FIN/IPS/tra-en/gm/mn/mlm/ip-pr/01

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