DROGAS-MEXICO: Cae ex policía jefe del narcotráfico

Alcides Magaña, un ex comandante de la policía mexicana devenido en jefe del narcotráfico de la zona del Caribe, fue arrestado tras cuatro años de búsqueda en que recibió protección de políticos y agentes antidroga, informaron hoy las autoridades.

Magaña, apodado «el Metro» por su baja estatura, fue detenido la noche del martes, señalaron el procurador general Rafael Macedo de la Concha y el secretario (ministro) de Defensa, Ricardo Vega.

Según numerosos testigos, el Metro recibió protección de Mario Villanueva, ex gobernador de Quinta Roo, estado del Caribe mexicano (1993-1999). Villanueva fue detenido en mayo por cargos de narcotráfico, luego de permanecer prófugo más de dos años.

Magaña llegó a controlar, con el apoyo de policías en actividad, la totalidad de las drogas ingresadas a México desde América del Sur a través del Caribe. Sus operadores utilizaban lanchas rápidas para recoger la droga, especialmente cocaína, lanzada al mar desde aviones procedentes de Colombia.

El Metro fue hasta fines de los años 80 comandante de la policía federal, pero luego se sumó al grupo de Amado Carrillo, jefe del Cartel de Juárez, muerto en 1997 tras someterse a cirugía plástica.

Los expedientes de la policía indican que el Metro, también sometido a varias operaciones de cirugía plástica para impedir su identificación, residió hasta 1998 en el balneario de Cancún, en Quntana Roo, bajo la apariencia de un empresario exitoso.

El narcotraficante gozaba de la protección de policías y aseguraba contar con amigos «importantes» como Villanueva, entre otros políticos.

La detención de Magaña, detenido ahora en la cárcel de alta seguridad de La Palma, suma un éxito más a la lucha contra el narcotráfico emprendida por el gobierno de Vicente Fox. En ese sentido, se «metieron varios goles», pero también «nos metieron algunos», reconoció el mandatario.

En los primeros seis meses de gestión de Fox concluidos en mayo, las autoridades capturaron a Adán Amezcua, llamado «rey de las metanfetaminas», extraditó a Estados Unidos a Evardo Pérez, el «Kitti», y desmembró una de las principales células del Cartel del Golfo, al detener a 21 integrantes de ese grupo.

Pero también se fugó de una cárcel de alta seguridad el peligroso narcotraficante Joaquín Guzmán, mientras permanecen prófugos muchos otros, algunos reclamados por la justicia de Estados Unidos, entre ellos los hermanos Benjamín, Eduardo y Ramón Arellano Félix.

Además, entre diciembre y mayo fueron asesinados más de 15 agentes judiciales que iban tras la pista de varios traficantes.

La Oficina Federal de Investigaciones de Estados Unidos (FBI) informó en junio de 1999 que siete de las 12 principales organizaciones de narcotráfico en el mundo son mexicanas, y que cuatro son colombianas. La restante es dominicana.

Por su parte, el New York Institute of Techonology calculó las ganancias de los carteles mexicanos en 30.000 millones de dólares anuales.

El gobierno de Fox sostuvo que no cederá ante los narcotraficantes y que les aplicará todo el peso de la ley, pero también se manifestó abierto a escuchar y considerar otras estrategias de combate, entre ellas la posible despenalización del consumo de algunas drogas.

El volumen de la cocaína capturada entre diciembre y mayo pasados aumentó 66,3 por ciento respecto del periodo entre diciembre de 1999 y mayo de 2000. Mientras, las requisas de marihuana aumentaron 125,9 por ciento, las de heroína, 316,5 por ciento, y las de goma de opio, 290,7 por ciento.

El endurecimiento progresivo del control, antigua estrategia que Estados Unidos apoya con entusiasmo, no ha terminado ni terminará con el narcotráfico, sostuvo el Centro de Investigación y Docencia Económica.

Más de 700 policías judiciales de elite fueron asesinados en México en los últimos 12 años por supuestos narcotraficantes, indican informes oficiales. Varios de esos policías habrían sido víctimas de la organización encabezada por El Metro, «un sujeto de alta peligrosidad», según el procurador Macedo de la Concha.

Agentes judiciales registraron el año pasado, cuando aún era presidente Ernesto Zedillo (1994-2000), una residencia de Magaña en Cancún y encontraron allí varios informes sobre actividades de las agencias antidrogas, entregados por policías al narcotraficante.

Las investigaciones revelan que Magaña compró incluso información de la supuestamente impenetrable Unidad Especializada contra la Delincuencia Organizada, y que pagaba por cada informe alrededor de 500.000 dólares. (FIN/IPS/dc/mj/ip/01

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