DERECHOS HUMANOS: Negociación sobre racismo se prolonga

La comunidad internacional no logró concertar la declaración final de la conferencia sobre racismo que se celebrará en agosto y septiembre en Durban, Sudáfrica, y decidió ampliar el periodo de negociaciones.

Las sesiones del último comité preparatorio de la conferencia concluyeron este viernes en Ginebra con progresos muy escasos, percibidos por algunos delegados gubernamentales como una amenaza al éxito de la reunión de Durban.

Las dilaciones obedecieron en parte a cuestiones de procedimiento, pero también, y de manera decisiva, a diferencias de fondo sobre la interpretación del colonialismo y la esclavitud y sobre las fórmulas de reparación de los perjuicios que han ocasionado.

Mary Robinson, alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, atribuyó «gravedad» al atraso en la preparación de la conferencia. En su discurso de clausura del comité preparatorio, Robinson estimó que los avances alcanzados se concertaron con una «lentitud inquietante».

Para superar la demora, los gobiernos encomendaron la prosecución de las negociaciones a un grupo reducido de 21 estados y decidieron sostener una nueva reunión del comité preparatorio en Ginebra, del 30 de julio al 10 de agosto.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) convocó la Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia, que sesionará en la ciudad sudafricana del 31 de agosto al 7 de septiembre.

La conferencia de Durban debería concluir con la aprobación por consenso de una declaración sobre los fenómenos del racismo y de las demás formas de intolerancias y de un plan de acción con medidas para prevenir y eliminar esos flagelos.

Pero la redacción del documento final se ha revelado en extremo difícil, principalmente por diferencias entre países africanos y europeos en torno de la calificación de la esclavitud y el colonialismo como «delitos contra la humanidad» y las indemnizaciones derivadas de esos fenómenos.

El presidente de la última sesión del comité preparatorio, Gilberto Vergne Saboia, de Brasil, observó que al término de dos semanas de discusiones, los delegados lograron superar diferencias sobre procedimientos que impedían avanzar en la negociación.

La preparación de los documentos presentaba fallas, existían desequilibrios entre los enfoques de las distintas regiones y las declaraciones aprobadas por las conferencias regionales preparatorias contenían diferencias substanciales, explicó Vergne.

El método de trabajo elegido deposita la responsabilidad de discutir y redactar el documento final a un grupo de trabajo integrado por cuatro representantes de cada región y presidido por Sudáfrica, el huésped de la conferencia mundial.

El grupo de 21 estados se reunirá en Ginebra del 5 al 15 de junio, para encarar las «dificultades políticas y los temas más delicados, como la reparación y las víctimas», dijo Vergne, secretario de estado de Derechos Humanos de la cancillería de Brasil.

Los países occidentales, en especial Gran Bretaña, España y Portugal, se oponen a la calificación de la esclavitud y el colonialismo como «crímenes contra la humanidad», como pretenden las naciones africanas.

Algunos alegan que en su época, la esclavitud era legal y que inicialmente la perpetraban comerciantes árabes. La noción del tráfico de personas como «delito contra la humanidad» es un concepto moderno que no se puede aplicar de manera retroactiva, según esa óptica.

Los países árabes, a su vez, exigen que el documento final condene dos «Holocaustos», el perpetrado por los nazis contra el pueblo judío y la expulsión y colonización de Palestina por Israel.

La demanda de los países árabes de mencionar «los Holocaustos», en plural, «no es aceptable», estimó Jean-Daniel Vigny, jefe de la delegación de Suiza.

Con relación a las indemnizaciones reclamadas por los países africanos, Estados Unmidos y los países europeos se muestran favorables a reconocer únicamente un resarcimiento a través de la ayuda al desarrollo.

Las organizaciones no gubernamentales expusieron su protesta por la escasa participación que les otorgó el comité preparatorio.

Erica Starriford, que habló en representación de todas las organizaciones no gubernamentales, dijo que esas entidades pueden contribuir a disminuir las diferencias entre los estados y las víctimas del racismo.

El Grupo de los 21, presidido por Sudáfrica, está integrado por Barbados, Brasil, Chile y México, por América Latina y el Caribe.

Los estados africanos son Kenia, Nigeria, Senegal y Túnez. Por el grupo Europa occidental y otros estados, participan Canadá, Francia, Suecia y Estados Unidos.

En representación de Europa oriental figuran República Checa, Croacia, Macedonia y Rusia. De Asia participan India, Irán, Pakistán e Iraq. (FIN/IPS/pc/mj/hd/01

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