CUBA-ESTADOS UNIDOS: Ayer en balsa, hoy en avión

Las facilidades de ingreso ofrecidas por un tribunal estadounidense a los cubanos que llegan en avión y con documentación falsa sumaron nuevos roces a la conflictiva relación de Cuba con Estados Unidos.

El asunto fue objeto de debate en la ronda de conversaciones bilaterales sobre migración realizada el martes en Nueva York, informó este miércoles el diario Granma, portavoz oficial del gobernante Partido Comunista cubano, que citó fuentes de la Organización de las Naciones Unidas cercanas a la negociación.

La delegación cubana sostuvo que el reconocimiento del derecho a residencia de los cubanos que ingresaron a Estados Unidos por avión y con documentación falsa, resuelto en abril por un tribunal del estado sudoriental de Virgina, contradice los acuerdos bilaterales sobre emigración de 1994 y 1995, según Granma.

El Tribunal de Apelaciones de Migración de Falls Church, Virginia, sostuvo que esos inmigrantes, estimados en 3.000, están amparados por la Ley de Ajuste Cubano, que facilita su residencia permanente en Estados Unidos, informó el diario El Nuevo Herald, de Miami.

El fallo contra el Servicio de Inmigración y Naturalización estadounidense, que pretendía mantener a esos inmigrantes en un limbo jurídico y sin derecho a residencia permanente, fortalece una nueva tendencia en el tráfico ilegal de cubanos a Estados Unidos, que hasta hace poco era casi exclusivo por vía marítima.

El tribunal estableció también un marco legal a la nueva modalidad migratoria. Antes, los cubanos que ingresaban a Estados Unidos por avión con documentación falsa eran retenidos y podían ser sometidos a deportación, según la prensa de Miami, ciudad donde reside la mayor colonia cubana en el extranjero.

Pero esa modalidad de inmigración era poco frecuente. Los cubanos que viajaban antes a Estados Unidos por avión —vía Costa Rica, Panamá o Venezuela, por ejemplo— solían utilizar sus propios documentos pero con visados irregulares obtenidos en el país donde hacían escala.

Un centenar de cubanos ingresó en los últimos meses a Estados Unidos con documentación falsa, procedentes de Chile. La empresa ilegal que les facilitó el viaje habría obtenido alrededor de medio millón de dólares por esa operación, según informes de prensa.

El viaje a Estados Unidos se realiza también a través de otros países de América Latina y el Caribe.

«Todo se organiza aquí. Sales legalmente a un tercer país, ahí te dan los documentos falsos para viajar a Miami, a bordo del avión rompes todo y al bajar te presentas a las autoridades de emigración», contó a IPS la madre de un cubano que realizó ese viaje en abril.

El joven de 27 años obtuvo permiso oficial para asistir a un curso en el exterior. «Pagamos la mitad aquí y la otra mitad cuando mi hijo estuvo ya con nuestra familia en Miami. En total, 8.000 dólares», dijo la mujer.

Las versiones sin confirmación sobre venta ilegal de documentos circularon este año en La Habana, cuando las autoridades migratorias se abstuvieron durante varios meses de entregar pasaportes nuevos a los solicitantes.

La vía de ingreso a Estados Unidos a través de un tercer país ha sido utilizada durante muchos años por cubanos, pero sólo ahora puede hablarse de un negocio de tráfico de personas y de una tendencia en ascenso.

Fuentes diplomáticas en La Habana opinaron que en la ronda de negociaciones de esta semana, la número 16 y la primera en la presidencia de George W. Bush, iniciada en enero, se confirmó el interés de ambos gobiernos en regular la migración, a pesar de la creciente tensión política.

Las acuerdos migratorios entre Cuba y Estados Unidos establecen la entrega de 20.000 visas anuales a emigrantes cubanos y la repatriación de todos aquellos interceptados en el intento de ingresar de modo ilegal en territorio estadounidense.

Al mismo tiempo, la Ley de Ajuste concede a cualquier cubano el derecho de residencia permanente en Esados Unidos al año y un día de estancia, aunque su ingreso haya sido ilegal.

El gobierno de Fidel Castro considera que esta legislación estimula la emigración ilegal y, en consecuencia, la responsabiliza de las muertes de muchas personas que intentan atravesar el estrecho de Florida.

Washington, en tanto, prevé que un nuevo éxodo masivo desde Cuba, similar al de unas 30.000 personas en agosto de 1994, amenazaría su seguridad nacional.

Desde enero hasta inicios de esta semana 305 personas fueron conducidas a Cuba por el Servicio de Guardacostas estadounidense, según fuentes oficiales cubanas. Los repatriados desde 1994 son unos 5.000.

Mientras, 133.800 cubanos se beneficiaron con una visa de «emigrante permanente» a Estados Unidos entre 1995 y 2000.

El compromiso estadounidense de entregar 20.000 visas al año se ha cumplido, pero la cantidad no satisface la demanda de cientos de miles de personas que llenan sus solicitudes ante la Oficina de Intereses de Washington en La Habana.

Para el primer sorteo de visas de ingreso a Estados Unidos realizado en Cuba en 1995 se presentaron 130.000 solicitudes. En el segundo, en 1996, hubo 438.000, y en el tercero, en junio de 1998, la cifra ascendió a 541.100.

Autoridades y especialistas coinciden en que el aumento de las intercepciones en alta mar causó la desaparición de las tradicionales balsas y el auge del negocio del tráfico de personas.

Fuentes estadounidenses estiman que el trafico de personas genera en todo el mundo ganancias superiores a los 7.000 millones de dólares anuales.

En Cuba, fue frecuente hasta mediados de los años 90 que grupos de personas atravesaran el estrecho de Florida en endebles embarcaciones fabricadas artesanalmente con neumáticos, tanques metálicos y material plástico.

Pero las tradicionales balsas han sido sustituidas por lanchas rápidas muy difíciles de interceptar. Un espacio en esas embarcaciones cuesta entre 8.000 y 10.000 dólares, pagados en general por familiares en Estados Unidos.

Sin embargo, ni la rapidez de las lanchas ni el elevado costo del pasaje son garantía de seguridad, pues los traficantes de personas son capaces de arrojar a sus pasajeros al mar si notan que están a punto de ser descubiertos, según versiones cubanas.

Un total de 87 traficantes fueron detenidos y condenados en Cuba en los últimos años, según el gobierno. Cuba reveló, además, el nombre y dirección de varios traficantes en Estados Unidos, donde no son perseguidos por las autoridades.

Para evitar el control de los guardacostas estadounidenses, los contrabandistas usan teléfonos celulares, orientación por satélite y dispositivos de visión nocturna, según fuentes de ese país.

«Estamos muy preocupados por el incremento de la inmigración ilegal desde Cuba en las últimas semanas», dijo el 11 de este mes Dan Kane, portavoz del Servicio de Inmigración y Naturalización.

Kane exhortó a los cubanos «residentes en Miami a no hacer el juego a los contrabandistas con la intención de acelerar la reunificación familiar por vías ilegales». Apelar a los traficantes pone en peligro la vida de las personas, sostuvo.

El diario de Miami El Nuevo Herald afirmó a inicios de este mes que suman 1.220 los cubanos que han llegado ilegalmente a las costas del estado de Florida desde octubre.

La cifra supera los 1.115 ingresos ilegales de cubanos a Florida entre octubre de 1999 y octubre de 2000, y, siguiendo las tendencias históricas, podría ascender aun más en junio, julio y agosto, los meses más calurosos en Cuba. (FIN/IPS/da/mj/ip pr/01

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