CHILE: Crisis por renuncia de jefe naval, hoy aspirante a senador

La renuncia del comandante en jefe de la Armada de Chile, almirante Jorge Arancibia, para ser candidato a senador en las elecciones legislativas de diciembre amenazó hoy con desatar una crisis institucional en las siempre delicadas relaciones cívico-militares.

El ministro de Defensa, Mario Fernández, dijo que la forma en que se gestó la dimisión de Arancibia y su anunciada postulación al Senado lesionó el orden constitucional, mientras el ministro del Interior, José Miguel Insulza, calificó la situación de «complicada».

Dirigentes de la coalición gobernante pidieron al presidente Ricardo Lagos que haga efectiva de inmediato la renuncia del jefe naval, prevista para el 6 de julio, por considerar que incurrió en el delito de deliberación, al tiempo que acusaron de sedición al partido derechista Unión Demócrata Independiente (UDI).

La crisis múltiple provocada por el comandante de la Marina se extendió también a la Alianza por Chile, coalición electoral de la oposición derechista, conformada por la UDI y el Partido Renovación Nacional.

Arancibia se entrevistó este miércoles con Lagos para comunicarle su propósito de abandonar la jefatura de la fuerza naval antes de completar su periodo de cuatro años, que finalizaba en noviembre.

Pocas horas después, en Valparaíso, 120 kilómetros al oeste de Santiago, el diputado de la UDI Gonzalo Ibáñez informó, que por pedido del presidente del partido, el también diputado Pablo Longueira, había declinado su candidatura a senador y cedido el lugar a Arancibia.

Ibáñez señaló que Longueira le pidió hace una semana que dejara su lugar al comandante de la Armada para que postulara en la fórmula que la Alianza por Chile presentará en las elecciones senatoriales de la circunscripción Quinta-Costa, que incluye al eje urbano de Valparaíso y Viña del Mar.

El sistema binominal impuesto para la conformación del Parlamento en las postrimerías de la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-1990) establece que en cada una de las 19 circunscripciones senatoriales y de los 60 distritos de diputados se eligen solo dos legisladores.

Esto determina que cada alianza política o partido que compita aisladamente lleve sólo dos candidatos y restringe la competencia a los dos grandes bloques: la oficialista Concertación por la Democracia, de centroizquierda, y la derechista Alianza por Chile.

La postulación de Arancibia, un marino conservador y católico fundamentalista que goza de simpatías entre partidarios de Pinochet, representa una amenaza para el líder del Partido Renovación Nacional, el economista y empresario liberal Sebastián Piñera, candidato a senador por la misma circunscripción.

Al postular a Arancibia, la UDI pretende impedir que Piñera logre una alta votación individual para frustrar la posibilidad de que el empresario se proyecte como candidato presidencial de la derecha en los comicios de diciembre de 2005, según Paula Jarpa, analista política del diario electrónico El Mostrador.

Longueira, al pedir a Ibáñez que dejara su lugar a Arancibia, jugó dos cartas simultáneas: fortalecer los vínculos de su partido con la alta oficialidad «pinochetista» y preservar al ex candidato presidencial y actual alcalde de Santiago, Joaquín Lavín, de la UDI, como líder natural y candidato de la derecha a suceder a Lagos, señaló Jarpa.

Dirigentes del Partido Demócrata Cristiano y del Partido Socialista, que integran la coalición gobernante, dijeron que Longueira cometió sedición al entablar acuerdos políticos con un mando militar en servicio.

También indicaron que Arancibia, a su vez, faltó a las normas constitucionales sobre el carácter no deliberante en política de las Fuerzas Armadas.

Los diputados demócrata cristianos Gabriel Ascencio, Jaime Jiménez y Andrés Palma pidieron a Lagos que acepte «hoy mismo» la renuncia del jefe naval y anunciaron la posible presentación de una acusación constitucional contra Longueira.

Camilo Escalona, presidente del socialismo, y Gladys Marín, secretaria general del opositor Partido Comunista, pidieron igualmente el alejamiento inmediato de Arancibia, acusándolo de faltar a sus deberes militares, dañar la imagen de la Armada y afectar las relaciones cívico-militares.

Por su parte, el presidente del Senado, Andrés Zaldívar, de la Democracia Cristiana, dijo que la Cámara de Diputados debe designar una comisión investigadora sobre la eventual sedición de la UDI, y aseguró que Arancibia no puede ser a la vez precandidato senatorial y comandante de la Armada.

Ante requerimientos de la prensa, Longueira eludió confirmar sus supuestos contactos políticos con el jefe naval, así como su candidatura senatorial, asunto que el propio almirante debe aclarar una vez que concrete su retiro el 6 de julio, dijo.

«Estamos dentro de la institucionalidad», fue el escueto comentario de Arancibia este jueves, al término de una reunión de la junta de comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas, que encabezó el ministro Fernández.

«Se lesiona el orden constitucional si es efectivo que el presidente de un partido político se reúne con algún militar para hacer alguna candidatura política», señaló el responsable de la cartera de Defensa al finalizar la reunión.

Fernández agregó que «es una situación sin precedentes, donde hay que tener un manejo prolijo y responsable, porque sin lugar a dudas es una situación de cuidado». (FIN/IPS/ggr/mj dm/ip/01

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