Una influyente organización ambientalista criticó a los ministros de Ambiente de la Unión Europea (UE) por su incapacidad para hacerse portavoces del «escándalo mundial» que causó el rechazo de Estados Unidos del Protocolo de Kyoto sobre Cambio Climático.
El Fondo Mundial para la Vida Silvestre (WWF) señaló que los los ministros de Ambiente de la UE alcanzaron conclusiones «inaceptablemente débiles» durante la reunión del jueves en Luxemburgo y que no se comprometieron de modo inequívoco a llevar adelante el Protocolo firmado en 1997 prescindiendo de la posición estadounidense.
Estados Unidos, responsable de 25 por ciento de la emisión mundial de gases de efecto invernadero, anunció el 30 de marzo que se retiraba de las negociaciones del Protocolo de Kyoto, por rechazar el carácter compulsivo del mismo.
«Estamos muy decepcionados. Esto fue un ejercicio diplomático», dijo el portavoz del WWF, Julian Scola. «En este momento se necesita un compromiso claro de Europa para seguir adelante con el Protocolo de Kyoto, con o sin Estados Unidos».
«El léxico del comunicado (de los ministros) no es claro en esto», dijo Scola a IPS. Tampoco hay un pronunciamiento categórico contra el cambio climático, agregó.
«No hay espacio para suavizar la irresponsable declaración del presidente Bush sobre el recalentamiento mundial, ni para las ingenuas e irreales expectativas de que apoyaría algún tipo de medidas para reducir la emisión de gases», comentó Sible Schone, encargada de la Campaña Cambio Climático del grupo ambientalista.
Los ministros reunidos en Luxemburgo discutieron la posición que la UE llevará a la sesión sobre control climático de la ONU (Organización de Naciones Unidas), conocida como COP-6, que se realizará en Bonn, entre el 16 y el 27 de julio.
Los ministros también consideraron la entrevista que Bush mantendrá el próximo jueves con los jefes de gobierno de la UE, en la que se debatirá el caso del camio climático.
En un inesperado cambio de opinión, Bush apoyó un informe de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos que reconoce el efecto de los gases de efecto invernadero en el recalentamiento del clima y afirmó que tomaría el problema «muy seriamente».
Para la mayoría de los científicos, los gases de efecto invernadero —como el dióxido de carbono que se produce por el uso de combustibles fósiles, como madera, carbón y petróleo— son la causa del aumento de la temperatura de la atmósfera terrestre en el último siglo.
El Protocolo de Kyoto, surgido de la Tercera Conferencia de las Partes de la Convención sobre Cambio Climático, compromete a los países industrializados a reducir sus emisiones de carbono y otros gases a volúmenes 5,2 por ciento inferiores a los de 1990, para 2008 y 2012.
Estados Unidos arguyó que sus empresas no podrán afrontar los gastos que exige la reducción de los gases nocivos y exigió que los países en desarrollo fueran obligados a realizar recortes similares en el mismo periodo.
Los ministros de Ambiente de la UE reiteraron el compromiso de los 15 estados miembros a UE y de sus 14 estados miembro de ratificar el Protocolo en 2002.
«Es necesaria la acción internacional, que sólo puede lograrse efectivamente mediante los mayores esfuerzos de cooperación, tal como establecen la Convención Marco de Cambio Climático y el Protocolo de Kyoto», afirmaron los ministros en su declaración..
«Si bien estamos preparados para asumir compromisos (en Bonn), es esencial la importancia de los elementos fundamentales de la convención y del Protocolo, como la limitación obligatoria de emisiones y los compromisos de reducción, con el fin se lograr una política climática mundial sustentable y de largo alcance», dice el texto.
Todo acuerdo debe preservar la integridad ambiental y conducir al recorte de la emisión de gases invernadero, y debe ser apoyado por un sistema de conformidad y compromisos creíbles, sostuvieron los ministros.
«Cualquier intento de reemplazar el Protocolo de Kyoto causará una seria demora en las medidas necesarias. Por tanto, la UE lamenta la posición de Estados Unidos y expresa la esperanza de que una revisión de políticas en Washington permita al país participar en forma constructiva» en las negociaciones de Bonn. (FIN/IPS/tra-en/bk/aa/dc-ff/en/01
