/BOLETIN-AMBIENTE/ ESTADOS UNIDOS: Avance hacia regulación de las dioxinas

Estados Unidos publicará a fines de este mes un estudio sobre peligrosidad de las dioxinas para la salud humana y el ambiente, cuya retención durante 10 años frenó la regulación de la emisión de esas sustancias, consideradas cancerígenas.

Un grupo de científicos a quienes el gobierno encomendó la revisión del informe introdujeron cambios importantes en su redacción, que disminuyen la calificación de peligrosidad de las dioxinas contenida en el borrador del estudio.

Organizaciones ambientalistas y un integrante de ese grupo sostienen que los cambios se debieron a que otros miembros del equipo tienen fuertes vínculos con la industria química.

El borrador del informe, de 3.200 páginas y titulado «Nueva evaluación de las dioxinas», está disponible desde el año pasado y puede accederse a él en la página de Internet, la red mundial de computadoras, de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA), cuya dirección es www.epa.gov/NCEA/.

Sin embargo, la EPA no estará obligada a dictar nuevas regulaciones sobre emisión de dioxinas hasta que apruebe una versión definitiva del documento.

«Mantener el informe en borrador durante 10 años fue un gran obstáculo para organizaciones comunitarias que reclaman medidas sanitarias contra la emision de dioxinas, y una excusa para que la industria química no cambiara sus procedimientos», dijo Monica Rohde, de la organización no gubernamental Centro para la Salud, el Ambiente y la Justicia (CHEJ, por sus siglas en inglés).

Las dioxinas son subproductos de la incineración de residuos domésticos e industriales, y de la fabricación de productos químicos que contienen cloro, entre ellas plaguicidas, plásticos y papel.

Se trata de sustancias muy estables, que permanecen en el ambiente durante cientos de años y se acumulan en la cadena alimentaria. La exposición a dioxinas se asocia con cáncer, esterilidad, malformaciones congénitas y deficiencia del sistema inmunitario.

El Convenio de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes establece regulaciones a la emisión de dioxinas, pero ese tratado internacional aún no cuenta con la ratificación en 50 países necesaria para que entre en vigencia.

Según el CHEJ, con sede en el estado oriental estadounidense de Virginia, seis de los 21 científicos que revisaron el borrador sobre la peligrosidad de las dioxinas han recibido fondos para investigación de unas 90 compañías químicas, las cuales se verían afectadas por regulaciones de la emisión de esas sustancias.

Morton Lippmann, profesor de la Universidad de Nueva York y presidente de ese grupo de científicos, tiene fuertes vínculos con la industria química, afirmó el CHEJ en un comunicado.

Richard Clapp, epidemiólogo de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Boston e integrante del grupo que realizó la revisión, aseguró que otros miembros del mismo que han recibido fondos de la industria química intentaron minimizar la evidencia contra las dioxinas presentada en el borrador.

«El proceso que condujo al texto final no fue transparente, y de hecho fue subvertido por al menos un integrante del grupo, quien también es consultor de la industria química», sostuvo.

Los autores del borrador cambiaron la clasificación sanitaria anterior de las dioxinas, de «potencial cancerígeno» a «conocido cancerígeno», y sostuvieron que esas sustancias pueden causar cáncer a una de cada 1.000 estadounidenses en situación de alto riesgo.

La Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer de la Organización Mundial de la Salud ya había definido a las dioxinas como «conocido cancerígeno».

En el borrador también se afirmó que la exposición a las dioxinas puede provocar defectos congénitos, deficiencias en la reproducción humana y daños al sistema inmunitario.

Sin embargo, el grupo de revisión publicó un sumario del texto que no incluye la calificación de «conocido cancerígeno», y eso causó indignación entre los ambientalistas.

En las últimas semanas, militantes ambientalistas y algunos legisladores acusaron a la industria química de demorar la publicación de la versión definitiva del informe.

Más de 400 organizaciones defensoras de la salud y el ambiente enviaron una carta al presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y a la directora de la EPA, Christine Todd Whitmann, para reclamar la aprobación del documento.

El año pasado, grupos de presión industriales habían impulsado un agregado a una resolución del Congreso que exigía revisar por tercera vez el borrador del informe sobre las dioxinas.

Esa propuesta no tuvo éxito, pero ambientalistas sostienen que la industria intentó atenuar las conclusiones del borrador.

«Hicimos comentarios que cualquiera tiene derecho a realizar. Procuramos una revisión integral y justa, con el objetivo de producir un documento sólido desde el punto de vista científico» arguyó David Fischer, consejero ejecutivo del estadounidense Consejo de la Industria Química del Cloro.

«Hechos recientes hacen pensar que los objetivos del grupo científico de revisión fueron subvertidos por un movimiento muy politizado que pretende impedir o posponer la publicación del documento sobre las dioxinas», afirmaron cuatro congresistas en una carta enviada el 14 de mayo a la Comisión Ejecutiva del Consejo Científico de la EPA.

Al día siguiente, esa comisión aprobó en forma unánime la versión definitiva del estudio, al cual aseguró que había introducido sólo algunos «cambios editoriales menores», con base en el polémico sumario.

La comisión decidió enviar este viernes una carta a la dirección de la EPA para solicitar la publicación del documento final, que sería editado a fines de este mes, y anunció que investigará las acusaciones de parcialidad efectuadas contra integrantes del grupo de revisión del borrador.

«Esta es una gran victoria para el pueblo estadounidense», dijo Rohde.

El Programa Nacional de Toxicología de Estados Unidos anunció en enero que incluiría a las dioxinas en su lista de sustancias «conocidas como cancerígenos humanos».

Esa decisión había sido postergada debido a un proceso judicial iniciado por la industria química para impedir la reclasificación de esas sustancias. (FIN/IPS/tra-en/dk/da/dc-mp/en he/01

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe