ASIA-PACIFICO: Muy lejos de la igualdad política de género

Mujeres integrantes de gobiernos municipales de Asia se distinguen por su forma de hacer política, pero están muy lejos de lograr igualdad de oportunidades políticas con los hombres.

Ese hecho fue señalado de forma reiterada el martes, en la primera sesión de la Cumbre de Mujeres Alcaldesas y Concejales de Asia-Pacífico, que se realiza en la ciudad de Phitsanulok, en el norte de Tailandia, con participación de una 120 ocupantes de esos cargos y un centenar de activistas y especialistas.

El objetivo de la reunión, que terminará este viernes, es intercambiar ideas para avanzar hacia la igualdad de género en la política.

«¿Por qué mendigamos aún ante la mesa de los patriarcas?: Porque no estamos sentadas a la mesa», argumentó Remedios Rikken, de la organización no gubernamental Centro para Mujeres Políticas de Asia-Pacífico, radicada en Manila.

«Mi trabajo no es tan difícil como lo fue ganar las elecciones», dijo Premrudee Charmpoonod, alcaldesa de Phitsanulok y una de las siete mujeres con responsabilidades de gobierno local que fueron elogiadas por sus logros durante la jornada inaugural de la reunión.

Charmpoonod señaló que en la mayor parte de Asia existe más confianza en los hombres que en las mujeres.

Los aportes a la reunión muestran cuánto han avanzado las mujeres en el terreno de los gobiernos locales, pero también indica que será necesario realizar un esfuerzo extraordinario para remover obstáculos sociales culturales a su futuro avance, comentaron especialistas y activistas participantes.

El porcentaje de mujeres en cargos de gobierno municipal varía según el país de la región considerado, de acuerdo con un estudio encargado por la Comisión Económica y Social para Asia-Pacífico (ESCAP, por sus siglas en inglés) de la Organización de las Naciones Unidas, que fue dado a conocer en la reunión.

El mínimo se registró en Sri Lanka, con dos por ciento, y el máximo en India, con 33 por ciento, la proporción de bancas en gobiernos locales señalada por la ley india como cuota mínima para las mujeres.

En Vietnam y China, las mujeres ocupan 26,6 por ciento de los cargos en gobiernos locales, en Filipinas 16,5 por ciento, y en Japón sólo 6,2 por ciento.

Debe tenerse en cuenta que los gobiernos locales son considerados las posiciones políticas a las cuales resulta más fácil que accedan mujeres.

En India, sólo 7,9 por ciento de los cargos del gobierno central son ocupados por mujeres. Sin embargo, en Filipinas y China es similar el porcentaje de mujeres en los gobiernos locales y en el gobierno nacional.

«Un pequeño grupo de mujeres ha alcanzado las posiciones políticas más altas de sus países, pero esa presencia no ha alcanzado la masa crítica necesaria, y en ninguna parte las mujeres ocupan el mismo número de cargos que los hombres», apuntó Jean Drage, de la universidad neozelandesa de Victoria y autora del informe de la ESCAP.

La cuestión no es enfrentar a las mujeres con los hombres, sino lograr que la representación política refleje mejor la realidad cotidiana, sostuvieron activistas participantes en la reunión.

«Somos más de la mitad de la población, y deberíamos ser por lo menos la mitad de las personas que gobiernan», arguyó Rikken.

El aumento de la presencia de mujeres en posiciones políticas es un signo de genuina democracia, refuerza la legitimidad de los sistemas políticos e implica un uso más eficiente de los recursos humanos mundiales, sostuvo.

En la actualidad, aumenta la conciencia de que sistemas políticos con igualdad de género profundizan la democracia, pero «el número (de mujeres gobernantes) no aumenta», agregó.

«Aun en aquellos países donde existen oportunidades de representación y participación para las mujeres, éstas no pueden aprovecharlas bien», lamentó Kim Hak-su, secretario ejecutivo de la ESCAP, principal organizadora de la conferencia.

Eso se debe a diversos factores, entre ellos sistemas sociales patriarcales, prejuicios culturales, falta de independencia financiera de las mujeres y alto costo de las campañas.

Si bien las estadísticas son importantes, la desproporción en la representación política femenina trasciende los números.

Kim sugirió que tener buenas líderes podría ser un recurso útil para que Asia haga frente a la rápida urbanización y a los resultantes problemas de salud, ambiente y criminalidad.

Esos problemas aumentarán, porque el número de asiáticos residentes en ciudades crecerá de 37 por ciento en la actualidad a 55 por ciento en 2025, advirtió Kim.

Es muy frecuente que las prioridades de las mujeres en política se relacionen con esos problemas.

«Las mujeres se concentran más en cuestiones de ambiente, desarrollo humano y construcción de comunidades sustentables», y además, «tienden más a la búsqueda de consenso y a estilos participativos de gobierno», dijo Kim.

El informe de Drage para la ESCAP, basado en un estudio de 13 países asiáticos, muestra que las mujeres integrantes de gobiernos locales tienen en general mayor sensibilidad hacia los problemas sociales, promueven la participación, utilizan bien las técnicas de mediación y son más tolerantes hacia las críticas.

El estudio reveló que «las concejales se interesan más por cuestiones ambientales, cuidado de la infancia y educación, mientras los hombres se interesan más en obras de construcción, mantenimiento y planificación relacionadas con recursos hídricos, rutas y desarrollo urbano».

Las mujeres también otorgan importancia a «cuestiones que los hombres consideran triviales, como las disputas domésticas y los problemas de dote», agregó Drage.

Una funcionaria municipal de Nueva Zelanda rechazó la idea de que los cargos en gobiernos locales son inferiores a los de gobierno nacional.

«Se necesitan mujeres en los gobiernos locales, porque éstos tienen más que ver con la vida de las mujeres y sus familias», opinó.

La presión para lograr equilibrio de género en los sistemas políticos debe proceder del Estado, mediante leyes, cuotas o sistemas de votación más accesibles para las mujeres, pero también de activistas y de los propios votantes.

Lorraine Corner, representante regional del Fondo de las Naciones Unidas para la Mujer, destacó que la calidad del liderazgo de las mujeres es tan importante como su presencia.

El objetivo no es sólo que haya mujeres con poder de decisión, sino el «liderazgo transformador» de las mujeres en un sistema abierto por igual a la participación de mujeres y hombres, señaló.

Corner definió el «liderazgo transformador» como aquél en que las líderes promueven la igualdad de género, los derechos humanos y los derechos de la mujer, son transparentes y responsables ante sus electores y mantienen vínculos con la gente a la que deben servir.

«La gente no sólo debe respaldar a las mujeres gobernantes locales, sino también hacerlas responsables de sus actos», concluyó. (FIN/IPS/tra-en/js/mp-mlm/hd ip/01

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