Sana'a, la ancestral capital Yemen, es uno de los 25 mayores tesoros arquitectónicos del mundo, según el cineasta suizo Bernard Weber, y puede ser también una de las siete maravillas de la modernidad, si así lo disponen los usuarios de la red informática Internet.
La antigua ciudad de Sana'a —cuyo origen se remonta al siglo VII antes de Cristo— fue postulada como una de las siete maravillas del mundo actual por Weber, impulsor de la encuesta en Internet, en la dirección http://new7wonders.com.
Weber dijo que las siete maravillas clásicas —el faro de Alejandría, el Templo de Artemisa, la estatua de Zeus, el coloso de Rodas, los jardines colgantes de Babilonia, el mausoleo de Halicarnaso y las pirámides de Egipto— son construcciones y esculturas que pertenecen exclusivamente al mundo antiguo.
Fueron edificadas hace más de 2.000 años, y sólo una, las pirámides, existe aún, señaló. «Es tiempo de acordar un nuevo grupo de maravillas. Nunca existió una declaración pública sobre los logros humanos de los últimos 2.000 años», sostuvo.
Según los organizadores, el proyecto ha sido un éxito, pues logró más de dos millones de votos, procedentes de todo el mundo. La votación finalizará el 31 de diciembre.
Los tres sitios más votados hasta ahora son el Taj Mahal, de India, Chichén Itzá, de México, y la Gran Muralla china. Otros tesoros históricos postulados son el Palacio Potala en Lhasa, Tibet, la ciudad de Timbuctú, en Malí, el templo Hagia Sophia, en Estambul, y la Catedral de Aquisgrán, Alemania.
También figuran la Torre Eiffel, de París, los jardines y el palacio de Versailles, cerca de la capital francesa, la estatua de la Libertad, en Nueva York, la isla de Pascua, territorio chileno en el océano Pacífico, la Alhambra, en España, y el Kremlin, de Moscú.
Por demanda de los usuarios de Internet que visitaron la página de Weber fueron incluidas maravillas arquitectónicas del siglo XX como la Opera de Sydney, Australia, la iglesia de la Sagrada Familia, de Barcelona, el edificio Empire State, de Nueva York, y el puente Golden Gate, de San Francisco, Estados Unidos.
Así mismo, fueron postulados por «demanda popular» el templo hindú Angkor Vat, en Camboya, Kyoto, antigua capital imperial de Japón, y Petra, una antigua capital edomita en el actual territorio de Jordania, y Machu Picchu, en Perú.
La ciudad de Sana'a es «una maravilla arquitectónica de admirable expresividad y uno de los lugares históricos de mayor significado de Medio Oriente», dijo Weber en su página de Internet.
Sana'a fue un importante centro de Arabia sudoccidental durante más de 2.500 años. La ciudad, otrora conocida como la perla de Arabia, se asienta en 183 hectáreas de tierra fértil a 2.200 metros sobre el nivel del mar.
La ciudad está dominada por 6.500 casas torres de entre cinco y nueve pisos de altura, construidas con ladrillo cocido y decoradas con yeso y piedras talladas, que constituyen un extraordinario conjunto arquitectónico.
A través de una ventana en el quinto piso de su casa sana'anita, Muhammad Al Ghaithy, un periodista de 29 años, habla sobre las figuras geométricas de alabastro y los motivos en yeso de las casas de su vecindario.
«Es esta singularidad lo que hace que la arquitectura se vea como escultura. El mundo debe tomar contacto con este inmenso legado humano», dijo Al Ghaithy.
A comienzos de los años 80, el Fondo de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) lanzó una campaña internacional para conservar la ciudad y en 1988 la declaró Patrimonio de la Humanidad.
Varios países y organizaciones contribuyeron con la campaña, entre otros Alemania, Corea del Sur, Francia, Holanda, Italia, Japón, Noruega y Suiza, así como el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
«Esta es una ciudad donde la arquitectura alcanza un alto nivel y es fuente de orgullo y gozo», escribió en un informe de la UNESCO el experto en preservación urbana Ronald Lewcock.
Sana'a posee una singularidad que solo puede ser comparada con ciudades como Venecia, agregó Lewcock.
«Ver la vieja ciudad amurallada de Sana'a por primera vez es una impresión inolvidable. Y esa visión de castillos, propios de un mundo de fantasía infantil, no desaparece con el contacto cotidiano», sostuvo el conservacionista.
La arqueóloga Elham al-Kebsi dijo que la extraordinaria belleza de Sana'a la hace el sitio arquitectónico más fascinante de Arabia e incluso del mundo.
«Con todo este patrimonio arquitectónico, Sana'a debe ser la maravilla de las maravillas», dijo Elham.
La postulación de la ciudad a figurar entre las siete maravillas del mundo moderno es «una oportunidad única para dar a conocer entre los turistas este fascinante pero poco conocido tesoro arquitectónico». (FIN/IPS/tra-en/kam/mn/dc/mj/cr/01