El ex presidente Carlos Menem fue detenido hoy por la justicia argentina como supuesto participante en una asociación ilícita para el contrabando de armas a Croacia y Ecuador, y podría ser condenado a prisión por un mínimo de cinco años.
Menem, el primer ex presidente constitucional que es detenido por la justicia civil en Argentina, cumplirá la prisión preventiva en su domicilio, debido a que tiene más de 70 años. El delito del que se le acusa no admite la excarcelación y contempla una pena máxima de 10 años de reclusión.
«No se si voy a quedar libre. Todo depende del juez», había dicho el ex mandatario a los periodistas agolpados a las puertas del edificio de tribunales, al presentarse a las 12 GMT de este jueves para responder a las preguntas del juez Jorge Urso y del fiscal Carlos Stornelli.
Urso dictó el miércoles prisión preventiva para el general retirado Martín Balza, que fue jefe del ejército durante la gestión de gobierno de Menem (1989-1999) y se halla recluido en el destacamento militar de Campo de Mayo, al noroeste de la capital.
Balza, un militar «austero», según lo calificó Menem al expresar su solidaridad con su antiguo colaborador, alcanzó notoriedad internacional en 1995, al realizar públicamente la crítica de la represión ilegal de la dictadura impuesta entre 1976 y 1983.
El contrabando de armas realizado entre 1991 y 1995 ha determinado el procesamiento de 47 personas, entre las que también se cuenta Antonio Erman González, ex ministro de Economía, de Salud, de Trabajo y de Defensa en la administración de Menem, que cumple prisión preventiva.
Así mismo, está detenido Emir Yoma, ex cuñado de Menem, como otro de los organizadores de la asociación ilícita.
Unas 300 personas se congregaron este jueves ante los tribunales, la mayoría de ellos para apoyar a Menem, que en dos gobiernos consecutivos transformó a Argentina, con la privatización de las empresas públicas, la desregulación de la economía y el fin de la hiperinflación.
Menem desafió el miércoles a quienes suponían que sería detenido al asegurar en conferencia de prensa que jamás ignoró la ley. «Yo tengo la seguridad absoluta de que, pese a las difamaciones, no soy culpable de nada y de que mi libertad está garantizada, porque creo en la justicia y creo en mi pueblo», afirmó.
La venta de armas a Croacia se realizó en violación del embargo impuesto por la Organización de las Naciones Unidas a la antigua Yugoslavia. Croacia y Bosnia-Herzegovina se enfrentaban a las fuerzas serbias en guerra de independencia.
También hubo un envío de armamento a Ecuador, en 1995, cuando tropas ecuatorianas y peruanas combatían por un área fronteriza no demarcada. Argentina era garante de la paz entre esos dos países.
Menem firmó los tres decretos que entre 1991 y 1995 permitieron esas dos operaciones ilícitas. Las armas, según los decretos, estaban destinadas a Panamá y Venezuela, pero fueron desviadas a Croacia y Ecuador.
El ex presidente insinuó la participación del Departamento de Estado de Estados en el caso, aunque ese extremo fue desmentido por Washington.
En cuanto al general Balza, ha insistido en su inocencia, pero prefiere callar cuando se le pide que señale a los que considera responsables.
El martes, en vísperas de su presentación ante la justicia, Balza dijo sentirse «muy tonto». Tropas del ejército argentino participaron mientras él fue comandante en misiones de mantenimiento de la paz en la antigua Yugoslavia
En ese mismo periodo, el Poder Ejecutivo autorizó mediante decretos secretos varios traslados de armas a Croacia por un total de 6.500 toneladas.
«Mientras los soldados y yo estábamos orgullosos de actuar como brazo armado de la política exterior en aras de la paz y jactándonos de ser imparciales, mi país había vendido armas a uno de los bandos», se lamentó.
Balza había declarado reiteradamente en público y ante la justicia que el ejército no tiene vínculos con Fabricaciones Militares, la empresa estatal que produjo los pertrechos enviados a Ecuador y a Croacia y que depende del Ministerio de Defensa.
Pero Luis Sarlenga, ex interventor de Fabricaciones Militares, aseguró al juez que Balza estaba al tanto de los movimientos realizados.
Sarlenga estuvo detenido hasta hace poco más de un mes. Luego de comprometer con su declaración a Emir Yoma, ex cuñado de Menem, pagó una fianza y salió en libertad, aunque sigue procesado. (FIN/IPS/ff/ip/01
