El insurgente Frente Revolucionario Unido (RUF) de Sierra Leona permite el despliegue de la fuerza de mantenimiento de la paz de la Organización de las Naciones Unidas en el distrito oriental de Kono, rico en diamantes.
La portavoz de la Misión de las Naciones Unidas en Sierra Leona (UNAMSIL), Margaret Novicki, confirmó que dos compañías de esa fuerza, integradas por unos 250 soldados de Bangladesh, se trasladaron a Kono, ubicada a unos 350 kilómetros de Freetown, como avanzada del despliegue de pacificadores en el área.
«Los soldados de la UNAMSIL han establecido un patrullaje permanente en la capital de Kono, Koidu, a partir de un acuerdo alcanzado la semana pasada en Freetown, durante una reunión de las partes en conflicto», explicó.
Los pacificadores prevén realizar patrullaje aéreo, mediante vehículos terrestres y de infantería en la parte oriental de Kono hasta la frontera con Guinea, donde se ha informado en los últimos tiempos sobre escaramuzas entre tropas de ese país y del RUF.
Otras patrullas supervisarán la región meridional del distrito, donde está la estratégica ciudad de Daru, base militar del RUF.
El distrito de Kono y otras regiones diamantíferas del país han sido el centro de la guerra civil, que comenzó hace una década, debido a que su control implica grandes beneficios económicos.
La extracción y exportación de diamantes en bruto era la principal fuente de ingresos del gobierno, el cual pasó a depender de donaciones internacionales cuando las zonas diamantíferas cayeron en manos del RUF. Desde entonces, la explotación de los yacimientos financia a los insurgentes.
Oficiales de la UNAMSIL aseguraron que el despliegue de esa fuerza en Kono pondrá fin a las actividades militares en el distrito, incluyendo las escaramuzas entre insurgentes y tropas de Guinea, y los ataques aéreos y terrestres lanzados por ese país.
«Prevemos desplegar en Kono a casi 1.000 soldados, que tendrán su cuartel general en Koidu, tan pronto como terminemos de implementar la operación» indicó un portavoz de la UNAMSIL.
La Unamsil cuenta en total con unos 13.000 soldados.
El RUF ya había permitido la presencia de la UNAMSIL en Campos de Tongo, la otra región diamantífera oriental, donde los pacificadores realizan en la actualidad patrullas pero aún no se han desplegado por completo.
Aún no está claro cuándo se realizará el despliegue completo de la UNAMSIL previsto en Kono y el resto de las regiones diamantíferas, pero la población observa con optimismo los avances en el proceso, en especial los desplazados forzosos provenientes del área.
Cuando el RUF ocupó Kono, más de 100.000 civiles huyeron del distrito, en el cual los insurgentes diezmaron a la población de Koidu y dejaron en ruinas a esa ciudad, cuyas instalaciones de infraestructura y servicios sociales sufrieron graves daños.
«Me alegro de que se establezca un patrullaje permanente de las Naciones Unidas en Kono, y espero que pronto se despliegue allí un batalón completo, para que los sobrevivientes de mi familia y yo podamos regresar a reconstruir nuestras vidas destruidas», dijo a IPS Kai Fomba, un desplazado forzoso.
«Si la UNAMSIL realizara hoy su despliegue en Kono, iría con ellos. Estoy cansada de vivir en un campo de refugiados en condiciones deplorables», comentó Sia Gbamanja, cuyos marido y tres hijos fueron asesinados por los insurgentes.
El RUF no sólo ha permitido el ingreso de la UNAMSIL a los territorios que controla, sino que también comenzó a cooperar con el programa de desarme, tras una prolongada resistencia a participar en el mismo que puso en duda la sinceridad de su involucramiento en el proceso de paz.
El lunes y el martes, más de 400 combatientes del RUF entregaron a integrantes de la UNAMSIL en el distrito nororiental de Kambia sus armas, incluyendo las antiaéreas, proyectiles de artillería y rifles de asalto.
El presidente del Consejo Político y de Paz del RUF, Omrie Golley, declaró el martes que en la actualidad los insurgentes están «comprometidos por completo con el poceso de paz y cumplirán en forma estricta los acuerdos con el gobierno alcanzados en Abuja y Freetown».
El punto central de esos acuerdos fue acelerar el proceso de desarme, para proceder luego a establecer la autoridad gubernamental en las áreas controladas por el RUF.
Paramilitares que apoyan al gobierno atacaron el fin de semana posiciones del RUF en Kono. Los insurgentes no respondieron al fuego, pero se teme la reiteración de acciones similares bloquee el proceso de paz en curso.
Oficiales de la UNAMSIL dijeron el martes que habían informado a Freetown sobre los ataques del fin de semana, y que esperaban que el gobierno actuara con celeridad para frenar la acción de las milicias que lo apoyan.
«Incidentes de ese tipo pueden ser malos augurios para la frágil paz que intentamos consolidar», apuntó Novicki.
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