SALUD-TURQUIA: El desafío de la salud reproductiva

La clínica de Salud Materno-Infantil de Yenibosnia, una localidad de las afueras de Estambul con 170.000 personas procedentes en su mayoría del campo, es una de las escasas historias de éxito en el programa de planificación familiar de Turquía.

El ministro de Salud, Osman Durmus, destacó el caso de esa clínica ante la conferencia internacional «El desafío de la salud reproductiva: Anticonceptivos y condones para la prevención del VIH/sida», realizada en la primera semana se este mes en Estambul.

La clínica se inauguró en 1984 como un servicio móvil, explicó su directora, la médica Saniye Kalkan. Antes de eso, «no había ningún servicio público de salud en Yenibosnia», agregó Kalkan, quien se incorporó a la clínica en 1992.

La actual sede fue donada por el gobierno en 1995. La clínica de Yenibosnia es uno de 10 centros de salud de Estambul que ofrecen atención materno-infantil, servicios de salud reproductiva y capacitación para trabajadores de salud del área.

Al menos 200 pacientes, contando mujeres y niños, son atendidos cada día (de lunes a viernes), explicó Kalkan por medio de un intérprete.

En la clínica trabajan 10 médicas mujeres, debido a tradiciones culturales e islámicas. También son bienvenidos los médicos hombres que deseen trabajar en el servicio de vasectomía, dijo.

Sin embargo, desde 1997 sólo se realizaron «siete u ocho» vasectomías, señaló Kalkan, y agregó que el pequeño laboratorio de la clínica no ofrece pruebas de VIH/sida.

«Muchas de las mujeres precisan todavía mucha educación en materia de salud reproductiva», dijo.

Lamentablemente, no muchos jóvenes solicitan servicios de salud reproductiva.

«La familia turca es muy rígida, y si una joven llega aquí sin el consentimiento de su padre podría estar en problemas», dijo una empleada de la clínica.

«La atención de la salud materno-infantil y la planificación familiar son fundamentales en los servicios de salud preventivos o curativos», destacó el ministro Durmus en la conferencia, inaugurada la semana pasada.

Los servicios, explicó, se brindan en más de 18.000 centros de salud en todo el país. «Hoy en día, una de cada tres familias utiliza métodos modernos de planificación familiar en nuestro país», afirmó Durmus.

Turquía no depende de donantes para brindar sus servicios de planificación familiar. Los donantes comenzaron a retirar gradualmente su ayuda entre 1994 y diciembre de 1999, con el consentimiento del gobierno.

El programa gubernamental involucra «al sector público y privado y organizaciones no gubernamentales, la movilización de recursos nacionales y actividades de promoción para aumentar la conciencia sobre el tema».

Yasar Yaser, director ejecutivo de la Fundación Turca de Salud y Planificación Familiar, una organización privada, destacó que la promoción social de productos relacionados con la salud reproductiva tuvo éxito en Turquía.

En 1994, la marca de condones vendida por la Fundación alcanzó 41 por ciento de la audiencia objetivo, el más alto porcentaje de usuarios. Sesenta y nueve por ciento de ellos pertenecían a sectores de bajos ingresos.

La Fundación también se ocupó de promover el uso de anticonceptivos en mujeres, explicó Yaser.

«Nuestros estudios de marketing indicaron posteriormente que el uso de la píldora en áreas urbanas y semiurbanas aumentó de ocho a 12 por ciento entre 1990 y 1992, y que hubo un cambio notable hacia marcas con bajas dosis de hormonas», agregó. (FIN/IPS/tra- en/ro/mn/mlm/he/01

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