SALUD: Peligra lucha contra el sida por falta de ayuda financiera

La falta de aportes de los donantes a los planes de salud reproductiva de los países pobres resentirá la lucha contra el sida, se advirtió en una conferencia internacional sobre la pandemia, en esta ciudad de Turquía.

«Creo que será un desastre», dijo Shireen Hug, integrante de Naripokkho, un movimiento feminista de Bangladesh.

Bangladesh no tiene problemas inmediatos sobre existencia de condones y otros métodos anticonceptivos, pero la tendencia mundial indica que los donantes retirarán su apoyo, sostuvo Hug.

«No podemos darnos el lujo de no contar con los donantes ante la realidad de la malaria, la tuberculosis y el sida», argumentó Nike Adeyemi, del Ministerio de Salud de Nigeria.

La pandemia de sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) ha revelado los graves problemas de infraestructura sanitaria en Africa, donde se produjeron casi 70 por ciento de los 36 millones de casos de la enfermedad, señaló Adeyemi.

En Nigeria, por ejemplo, 70 por ciento de sus 120 millones de habitantes viven en la pobreza extrema, con menos de un dólar por día. «La gente venderá sus cuerpos por dinero», dijo Adeyemi.

Al menos 5,4 por ciento de los nigerianos son portadores de VIH (virus de inmunodeficiencia humana), según las cifras oficiales.

Africa sufre «una gran cantidad de enfermedades derivadas de la pobreza», según Monde Luhanga, especialista de la Dirección de Salud de Zambia. «El gobierno casi no compra anticonceptivos para combatir dichas enfermedades», agregó.

«Dependemos de los países donantes», dijo Luhanga, quien agregó que la existencia de anticonceptivos del país terminará en diciembre de 2002.

La falta de apoyo de los donantes «sería desastrosa a largo plazo porque muy pocos países son autosuficientes en el abastecimiento de condones contra el VIH/sida», dijo Tenin Gakuruh, subdirectora de Servicios Médicos de Kenia.

La reducción en los fondos provocará un dramático «cambio de políticas», sobre todo en un país donde condones y anticonceptivos se distribuyen gratuitamente, al igual que las vacunas, por ser un servicio «para la salud pública», señaló Gakuruh.

Un documento preparado por el Grupo Interino de Trabajo (IWG) sobre Seguridad de Suministros para Salud Reproductiva, colocó a Kenia en un lugar intermedio entre los países necesitados de asistencia de los donantes para el suministro de anticonceptivos.

Eso significa que Kenia dispone de una seguridad de 40 por ciento en existencias de anticonceptivos y requerirá de ayuda de los donantes durante ocho a 10 años.

Al igual que Kenia, Filipinas, Ghana, Malawi, Nepal y Zimbabwe se encuentran en una categoría intermedia, mientras otras naciones como Bangladesh, Egipto, India, Jordania, Marruecos y Turquía tienen existencias de anticonceptivos de 50 a 80 por ciento, y requerirán asistencia durante tres a ocho años.

Benín, Burkina Faso, Camerún, Costa de Marfil, Guatemala, Nicaragua y Togo necesitarán ayuda financiera durante 10 a 15 años y tienen existencias de anticonceptivos «muy pobres», menores a 30 por ciento.

De los 31 países incluidos en el documento del IWG ninguno alcanza la autosuficiencia en fondos y suministros de condones y anticonceptivos.

Hug afirmó que las naciones que requieren asistencia por períodos más cortos «deben seguir presionando a los donantes por apoyo técnico», y que éste no se limite a la compra de materiales.

Michael Fox, asesor técnico de ONUSIDA (Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre VIH/SIDA), sostuvo que la seguridad en materia de salud reproductiva debería ir más allá de la existencia de anticonceptivos, incluyendo diagnósticos, distribución y otros temas que atañen a la política de salud.

Por otra parte, Peggy Chibuye, especialista en salud pública de Zambia, advirtió que «cuando los donantes no están de acuerdo con un gobierno en particular pueden retirar su ayuda».

Alfonso Juárez, director general de la ONG Mexfam, de México, afirmó que el repentino retiro de la ayuda de ONUSIDA en 1998 puso todo el peso del suministro de condones sobre el gobierno mexicano.

«Pero el gobierno compra a precios muy altos», pues los anticonceptivos que cuestan 20 centavos de dólar son adquiridos por el gobierno a un precio de 1,1 dólares, afirmó Juárez.

Adeyemi recordó igualmente que Nigeria sufrió una importante falta de condones cuando le fue retirada la ayuda de ONUSIDA durante el gobierno dictatorial del general Sani Abacha.

El tema crucial para los donantes es ayudar a los países a «alcanzar la autosuficiencia», afirmó Vicente Díaz, director general de Salud Reproductiva de México.

«Es como escalar el monte Everest sin oxígeno» dijo Díaz en referencia a los intentos de muchos países de asumir solos el peso de los suministros de salud reproductiva. «Cada paso hacia la cima es doloroso».

La conferencia internacional de Estambul sobre el sida, que finaliza el sábado, reúne a más de cien participantes de países donantes, instituciones multilaterales, gobiernos y agencias de la ONU. (FIN/IPS/tra-en/ro/mn/dc-aq/he/01

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