SALUD: Escaso aporte de EEUU al fondo mundial contra el sida

Estados Unidos aportará 200 millones de dólares a un fondo mundial propuesto para combatir el sida y otras enfermedades contagiosas, y los activistas sostienen que la suma es insuficiente.

Se trata de la primera promesa concreta de un país para el fondo, que será discutido en la próxima Sesión Especial de la ONU sobre el Sida, en junio, y un mes después en la reunión cumbre de los principales países industrializados en Génova, Italia.

Junto al Secretario General de la ONU, Kofi Annan, y el presidente de Nigeria, Olusegun Obasanjo, el presidente estadounidense George W. Bush dijo este viernes que el dinero se sumará a la asistencia que Estados Unidos ya destina para combatir las enfermedades infecciosas.

«Hoy comprometo a los Estados Unidos de América a apoyar un nuevo fondo mundial con una contribución inicial de 200 millones de dólares», dijo Bush en la Casa Blanca.

La cantidad «se destinará exclusivamente al fondo mundial, y habrá más cuando sepamos dónde nuestro apoyo puede ser más eficaz».

El fondo, que según Annan requiere entre 7.000 y 10.000 millones de dólares por año para que la lucha contra el sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) sea eficaz, «deberá respetar los derechos de propiedad intelectual», precisó Bush.

Esa condición indicaría la intención de Washington de excluir del fondo a los productores de medicamentos genéricos, que pueden preparar fármacos contra el sida y contra otras enfermedades a menor costo que las grandes compañías farmacéuticas.

Bush también solicitó que las empresas privadas aporten directamente al fondo propuesto, así como las organizaciones no gubernamentales (ONG) e instituciones religiosas. Con ese fin, el gobierno estaría presionando a compañías como Exxon Mobil y Northwest Airlines.

Pero las declaraciones de Bush fueron criticadas por activistas contra el sida, que se manifestaron a pocos metros de la Casa Blanca por una contribución mayor de Estados Unidos. Así mismo, acusaron al gobierno de no tomar en serio la pandemia en Africa.

«Ante lo que pronto será la peor plaga en la historia de la humanidad, es trágico que el país más rico de la historia no esté dispuesto a contribuir su parte para financiar la solución», declaró Salih Booker, director de la ONG Africa Action.

«Conceder fondos insuficientes para esta iniciativa de la ONU implica la muerte de millones de africanos que viven con sida y VIH (virus de inmunodeficiencia humana)», agregó.

«La ceremonia de esta mañana (en la Casa Blanca) fue una farsa», dijo Kate Krauss, de la organización contra el sida ACT UP. «Sólo se hizo para darle al público la idea de que algo se está haciendo contra el sida en Africa, pero no permitirá comprar fármacos y no impedirá que la gente siga muriendo», sostuvo.

La pandemia de sida afecta especialmente a Africa subsahariana, donde se concentra 70 por ciento de los 36 millones de personas infectados con VIH en el mundo, el virus que causa la enfermedad. En algunos países africanos la incidencia supera el 25 por ciento.

Aproximadamente 17 millones de africanos murieron de sida, la mayoría de ellos jóvenes, dejando tras de sí a millones de niños y niñas en la orfandad. La crisis socavó las de por sí débiles redes de seguridad social y redujo el crecimiento económico.

La enfermedad podría tener un impacto similar en India, así como en otras partes de Asia, donde el sida sigue un rumbo similar al de Africa.

«Se trata de la mayor amenaza a la salud en la historia registrada», según David Gordon, quien el año pasado organizó un estudio sobre el sida y otras enfermedades contagiosas para el gobierno de Bill Clinton.

El mismo concluyó que el impacto de esas enfermedades en el desarrollo económico y la estabilidad social de los países puede tener graves consecuencias en materia de política exterior para Estados Unidos.

«El sida puede desestabilizar gravemente a las sociedades en los próximos cinco a 15 años», advirtió Andrew Price Smith, autor del libro de próxima aparición «The Health of Nations» (La salud de las naciones).

Para muchos activistas, Washington podría haber contribuido con al menos 2.000 millones de dólares para el fondo, teniendo en cuenta el incremento que Bush ha solicitado para el presupuesto de defensa.

«Doscientos millones de dólares es un error de redondeo en un presupuesto que pretende otorgarle miles de millones de dólares a los más ricos eliminando el impuesto a la herencia», comentó Paul Davis, director de la ONG Health Gap.

Así, Washington «envía el mensaje a otros donantes que 30 millones de personas con sida y sin acceso a fármacos no valen la pena la inversión y deben dejarse morir», agregó, rodeado de manifestantes con carteles donde se leía «Miles de millones para la guerra de las galaxias, centavos contra el sida en el mundo».

Por su parte, Annan y Obasanjo se declararon agradecidos, pero también instaron a Bush a aportar más. «La contribución fundadora de Estados Unidos, con la promesa de hacer más, alentará y dará energía a otros», declaró Annan.

Por su parte, Obasanjo agradeció a Bush por indicar que el aporte inicial es «sólo el comienzo» de la participación de Washington. (FIN/IPS/tra-en/jl/aq/he/01

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