PERU: Futuro gobierno tendrá pocas armas y grandes desafíos

El gobierno que surgirá en Perú de la segunda vuelta electoral del próximo domingo tendrá armas insuficientes para enfrentar la severa crisis económica y social, pues ninguno de los dos candidatos cuenta con mayoría propia en el Congreso.

La primera ronda comicial, el 8 de abril, otorgó al partido del centrista Alejandro Toledo, Perú Posible, 45 bancas de un parlamento unicameral de 120 miembros, mientras que el socialdemócrata Partido Aprista Peruano, que postula a Alan García, obtuvo sólo 28 representantes.

Toledo se mantiene al frente de las encuestas, pero García descuenta terreno y se pronostica un desenlace ajustado.

Los dos candidatos han centrado sus promesas en la rápida creación de empleos, en un país de 25 millones de habitantes y donde el desempleo y subempleo alcanzan a 51 por ciento de la población económicamente activa y la pobreza afecta a cinco de cada 10 personas, dos de las cuales son indigentes.

Toledo, ex funcionario del Banco Mundial, confía en reactivar la economía a través de la captación de nuevas inversiones, en tanto el ex presidente García (1985-1990) propone salir de la recesión con el aumento del consumo interno. Pero ambos esquemas han fracasado anteriormente, según expertos.

El gobierno de Alberto Fujimori puso en práctica entre 1990 y 2000 un ortodoxo modelo neoliberal, basado en las inversiones extranjeras, que no nunca alcanzaron a la proporción esperada.

Fujimori, pese al crecimiento económico que logró, no pudo disminuir el alto desempleo, y en los últimos seis años evitó un estallido social mediante la distribución gratuita de alimentos a más de cinco millones de personas, explican los analistas.

Por otra parte, el esquema de desarrollo basado en el incremento del consumo interno ya fue ensayado por el propio García, que finalizó su gobierno con una hiperinflación de más 7.000 por ciento anual.

Sin embargo, Toledo y García aseguran que una gerencia más sensible y menos ortodoxa de sus respectivo modelos económicos evitarán que se repitan situaciones del pasado, pero para ello necesitarán una capacidad de gobierno que según analistas políticos no conseguirán.

Los expertos coinciden en que quien sea el vencedor en las elecciones del domingo tendrá una extrema vulnerabilidad frente a un Poder Legislativo de difícil manejo.

La falta de mayoría parlamentaria propia «crea una circunstancia peligrosa», explicó Fernando Tuesta, director de la Oficina Nacional de Procesos Electorales.

Tuesta recordó en el Foro Sobre Gobernabilidad, realizado el martes, que todos los gobiernos peruanos sin mayoría parlamentaria fueron derribados por golpes militares.

Tanto Toledo como García ya negocian la conformación de alianzas políticas para conseguir mayoría en el Congreso, condición necesaria para imponer planes de gobierno y hasta para garantizar su supervivencia.

La Constitución promovida por Fujimori y promulgada en 1993 establece que Perú es un país presidencialista, pero le confirió al Congreso la potestad de destituir al Poder Ejecutivo sin necesidad de más argumentos que la simple voluntad política de la mayoría de sus miembros.

La vulnerabilidad presidencial ante una mayoría parlamentaria hostil la comprobó el propio Fujimori en noviembre, cuando fue destituido por «incapacidad moral para gobernar».

El retiro del apoyo de 19 parlamentarios afines a su ex jefe de inteligencia Vladimiro Montesinos hizo que Fujimori perdiera los 63 votos que hasta ese momento le daban el control del Congreso.

Ahora, Toledo parece tener mejores condiciones para lograr mayoría parlamentaria pues, a sus 45 votos propios, ya ha sumado 11 del Frente Moralizador Independiente (FIM) y podría agregar a los cuatro legisladores del movimiento «Somos Perú» y los tres del partido Acción Popular.

«Esa alianza será estable mientras las cosas le salgan bien en el tema económico, pero si no puede cumplir pronto sus promesas de crear empleo y se alborota el campo social, es probable que algunos rompan la sociedad», opinó Santiago Pedraglio, analista del diario La República.

En tanto, «si García ganara las elecciones tendría un panorama más difícil aún, pues no podría armar una mayoría sin llegar a un acuerdo con el propio Toledo, pues en ningún caso contará con los 11 legisladores del FIM, ni con los tres de Acción Popular», explicó Pedraglio.

Por su parte, el sociólogo Manuel Benza entiende que «la situación favorecerá en cierto modo a los grupos parlamentarios más pequeños, incluyendo a los cuatro que conforman los restos del fujimorismo, porque su aporte podría ser en algún momento estratégicamente decisivo para conformar una mayoría».

Para el historiador Pedro Martinez, hay muchas posibilidades de una alianza entre los partidos de Toledo y de García, pese a que hoy parece inconcebible debido al clima preelectoral caracterizado por duros ataques recíprocos entre ambos candidatos.

«Salvo que apostara a esperar el previsible desgaste de Toledo en no menos de dos años, la lógica matemática simple debe convencer al partido aprista de que le conviene aliarse a Perú Posible», comentó.

«Si los apristas no consiguen aliarse con la gente de Toledo no tendrá capacidad alguna de negociación», precisó. (FIN/IPS/al/dm/ip/01

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