El presidente de México, Vicente Fox, hizo frente hoy a la pérdida de popularidad que comienza a sufrir con un pedido público de confianza a la ciudadanía.
El mandatario reconoció, en un informe público, las dudas de la población sobre la marcha de la economía, pero pidió más paciencia con su administración. El gobierno marcha a todo vapor y sin problemas hacia la construcción de un país exitoso, seguro y justo, aseguró.
Durante casi una hora y en cadena de radio, Fox, el presidente que terminó con 71 años ininterrumpidos de poder del Partido Revolucionario Institucional (PRI), repasó sus proyectos, pero también puso énfasis en la economía y en los llamados políticos a la tolerancia y el apoyo dirigidos a sus detractores.
El enfriamiento de la economía de Estados Unidos, principal socio comercial de México, redujo las expectativas de crecimiento de este país para este año de siete por ciento —planteado por el propio Fox en su campaña electoral— a entre 2,5 y tres por ciento.
Hay desaceleración, reconoció el mandatario, pero eso es consecuencia de las condiciones internacionales. En lo interno, la economía está más fuerte que nunca, señaló, tras repasar datos sobre inversión extranjera, la fortaleza de la moneda y las reservas internacionales, entre otros.
Fox exhortó a los legisladores a considerar la reforma tributaria que propuso en abril, con las que intenta elevar la recaudación con el aumento de algunos impuestos —aunque se rebajarán otros— y la imposición de 15 por ciento de gravamen al consumo a los alimentos y medicinas.
Esta propuesta, considerada por el gobierno esencial para reducir un déficit fiscal superior a uno por ciento y para ordenar las finanzas del Estado, fue presentada en abril y, según las encuestas, melló la popularidad del mandatario.
Una encuesta nacional efectuada por el diario Reforma indicó que Fox logró una calificación de 6,8 sobre 10 en la población a comienzos de mayo, frente al 7,5 de febrero.
Legisladores de todos los partidos, incluido Acción Nacional (PAN), al que pertenece Fox, rechazaron la reforma tributaria, que, según el gobierno, es clave para el cumplimiento de su programa.
Fox llamó a los diputados a apoyarlo y a trabajar en conjunto para aprobar la iniciativa, presentada sin una negociación previa.
«La tolerancia política es un valor fundamental cuando se habla de transición. La tolerancia es una posición que rechaza cualquier imposición violenta o la existencia de verdades absolutas», declaró.
Cuando asumió el poder en diciembre, el mandatario dijo que su Presidencia sería de transición de un gobierno autoritario a uno democrático y plural.
«La libertad de disentir es consustancial a la democracia, pero hacerlo como deber es la intransigencia. Debemos eliminar dogmas, prejuicios y discriminaciones y elegir la vía de la tolerancia como único camino (para) sumar por el bien de México», expresó este miércoles.
Pero el camino es cuesta arriba, según los observadores.
Fox y el PAN no han descubierto aún cómo enfrentarse con el PRI y con el pasado, cómo concretar acuerdos y cómo lograr la transición, opinó Sergio Aguayo, activista de derechos humanos y analista político.
El presidente ha sido blanco de críticas por no negociar antes de presentar sus proyectos. Eso le costó el bloqueo del Congreso legislativo a su incipiente acercamiento con la guerrilla zapatista, que se niega hoy a reanudar el diálogo de paz, suspendido en 1996.
Fox presentó al Congreso un proyecto de reforma constitucional sobre derechos indígenas, tal como lo pedía el grupo armado, pero los diputados cambiaron varias propuestas sobre autonomía de las comunidades nativas, lo que decepcionó a la guerrilla y la alejó del diálogo.
Los opositores consideran que el mandatario debe modificar su estilo informal de gobernar y frenar lo que Aguayo llama su «incontinencia verbal». Se necesita trabajo para lograr la transición, no sólo palabras, recomendó el analista.
«Las voces críticas» de la oposición «comienzan ya a imputarle al presidente algo muy grave: falta de seriedad», escribió Federico Reyes Heroles, columnista del diario Reforma.
En su informe al país, Fox no reconoció ningún error en su gestión y afirmó que todo marcha bien.
Según anunciaron sus colaboradores, Fox presentará un informe público de gestión cada tres meses, un avance en materia de transparencia en las actividades del gobierno frente a los informes anuales que solían presentar sus antecesores.
Hay en el país «almas timoratas que todo ven con pesimismo», dedicadas a «augurar crisis y que las cosas van a ir mal», expresó Fox el martes en una concentración pública. «El país está caminando, nadie se está deteniendo a lamentarse de su suerte», declaró el presidente. (FIN/IPS/dc/mj/ip if/01
