La detención por cargos de narcotráfico de Mario Villanueva, ex gobernador de un estado mexicano, puede desvelar la corrupción que adversarios políticos y organizaciones civiles atribuyeron al sistema controlado durante 71 años por el PRI.
Villanueva, prófugo por más de dos años, fue capturado por un grupo especial de la policía la noche del jueves en el balneario de Cancún, en el Caribe mexicano, y este viernes ingresó a una cárcel de alta seguridad.
Se trata de la principal operación policial del gobierno de Vicente Fox, iniciado en diciembre pasado, el primero ajeno al PRI (Partido Revolucionario Institucional) en los últimos 71 años, dijeron observadores.
«Este caso es importante, sonado, fuerte», pero sólo es uno más entre las muchas acciones que se están realizando contra la impunidad de los criminales, declaró Fox.
Villanueva, miembro del PRI y gobernador entre 1993 y 1999 del estado de Quintana Roo, donde se encuentra Cancún, es señalado por 20 testigos como protector de narcotraficantes.
Diversas versiones aseguran que funcionarios del gobierno de Ernesto Zedillo (1994-2000) y dirigentes del PRI habrían colaborado con su fuga, registrada al terminar su periodo al frente de la gobernación en marzo de 1999.
Según testigos anónimos citados por el semanario Milenio, Villanueva huyó de México desde el aeropuerto de la capital en un avión particular que estuvo en un hangar de la Secretaría de Gobernación (ministerio del Interior).
Si Villanueva, de 53 años, decide hablar, varias personalidades del PRI podrían resultar enlodadas, entre ellas integrantes de la familia del ex presidente Carlos Salinas (1988-1994) con quienes el ex gobernador hizo un negocio de terrenos en Cancún, expresó el analista Alfonso Zárate.
Además, sería la confirmación de muchas sospechas sobre la corrupción del antiguo sistema político, añadió.
«Ayúdenme» fue la única palabra que se pudo escuchar de Villanueva antes de subir la madrugada de este viernes al avión de la Procuraduría que lo trasladó desde Cancún hasta la cárcel de La Palma, en el estado de México, vecino a la capital.
Considerado representante del ala conservadora del PRI, el ex gobernador afirma ser un perseguido político. «Soy totalmente inocente», sostiene.
En declaraciones hechas desde la clandestinidad en febrero de 2000, Villanueva dijo haber sido traicionado y perseguido por el gobierno de Zedillo (1994-2000), con quien aseguró, sin dar más detalles, haber sellado un acuerdo que no fue respetado.
El 23 de abril, familiares de Villanueva, entonces prófugo, se reunieron con el procurador Rafael Macedo de la Concha con el fin de solicitarle garantías para el acusado. El funcionario respondió que se le garantizaría el derecho a su defensa, como a cualquier reo, pero que no se encubriría nada.
Las acusaciones contra el ex gobernador, que comandó el estado de Quintana Roo bajo acusaciones de corrupción y con una oposición política que se quejaba de continuos ataques, lo vinculan con el narcotraficante Cartel de Juárez.
Villanueva habría garantizado que Alcides Magaña, operador de ese cartel y ex comandante de la policía judicial, trabajara desde Cancún con protección oficial.
Magaña controló durante varios años el ingreso de cocaína a Cancún en aeronaves y barcos procedentes de Colombia, indicó la policía.
Al momento de su detención, Villanueva viajaba en una camioneta de vidrios oscuros acompañado por un ex agente de policía y un militante del PRI. Según informó la Procuraduría, el acusado portaba el equivalente a unos 14.000 dólares y tenía barba, pelo largo y sombrero.
La Oficina Federal de Investigaciones de Estados Unidos (FBI), sostuvo que siete de las 12 principales organizaciones de narcotraficantes del mundo son mexicanas.
Los mafiosos, cuyo negocio es abastecer de droga a Estados Unidos, tienen en México relaciones con importantes figuras de la política y de la economía, señaló, por su parte, un estudio del Instituto de Tecnología de Nueva York.
El presidente Fox se comprometió a luchar con toda la fuerza del Estado contra el narcotráfico y la impunidad que reinó en México durante decenios enteros en que gobernó el PRI.
Pero la lucha contra el narcotráfico es cuesta arriba y difícilmente se gane, debido a la fuerte demanda de drogas en los países ricos, especialemente Estados Unidos, advirtió Mayte Cárdenas, del Centro de Investigaciones y Docencia Económica. (FIN/IPS/dc/mj/ip/01
