La Fuerza Interina de las Naciones Unidas en Líbano (Unifil) comenzará su repliegue gradual de ese país, una de las zonas más conflictivas de Medio Oriente, tras haber vigilado la frontera con Israel durante 23 años y supervisado la retirada de las fuerzas israelíes hace 11 meses.
«No nos retiramos. Nos estamos reestructurando y reduciendo, pero seguiremos allí», aclaró a la prensa Kofi Annan, secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La reestructuración dará a la fuerza la movilidad que su tarea requiere, destacó Annan, y agregó que «el número de hombres será menor, pero estarán activamente comprometidos».
La reconfiguración de Unifil se alcanzará mediante la «no sustitución» de unidades militares durante sus rotaciones normales, explicó el secretario general en un informe enviado esta semana al Consejo de Seguridad.
El gobierno de Irlanda ya aclaró que no reemplazará a su contingente cuando rote a sus tropas, en octubre o noviembre de este año, y el contingente de Finlandia tendrá una reducción de 350 hombres para fines de julio, sin reemplazos previstos.
La partida de ambos grupos hará que el número total de soldados de Unifil disminuya de los actuales 5.800 a 3.600. Los otros elementos de apoyo se recortarán de acuerdo con la reducción general, dijo Annan.
Una vez completada la reestructuración, Unifil estará integrada por fuerzas de Francia (guardia de la sede), Ghana (infantería), India (infantería), Italia (helicópteros), Polonia (logística) y Ucrania (ingeniería/remoción de minas).
Posteriormente, el número total de militares de todos los rangos se reducirá aún más, a unos 2.000 hombres.
Israel invadió el sur de Líbano en marzo de 1978, como represalia por una incursión de la Organización para la Liberación de Palestina en su territorio, aunque esta organización operaba entonces fuera de Líbano.
El Consejo de Seguridad de la ONU adoptó ese mismo mes la resolución 425, que exigía el respeto a la integridad territorial, la soberanía y la independencia política de Líbano.
Así mismo, el Consejo exhortó a Israel a retirar sus fuerzas de territorio libanés, y decidió establecer una fuerza de paz en el sur de ese país.
Unifil se creó entonces para supervisar la retirada de las fuerzas israelíes, ayudar a restaurar la paz y la seguridad, y asistir al gobierno de Líbano en la recuperación de su autoridad en el área.
En mayo de 1996, pese a la presencia de Unifil, Israel bombardeó un campamento de refugiados de la ONU en Qana, matando a más de 100 civiles.
Unifil cumplió esencialmente la mayor parte de su mandato y se concentrará ahora en la restauración de la paz y la seguridad internacionales, anunció Annan.
A falta de un tratado final de paz, Unifil se ocupará de mantener el cese del fuego entre Israel y Líbano a lo largo de la llamada Línea Azul mediante patrullas, puestos fijos de observación y estrechos contactos entre las partes.
Unifil nunca tuvo por cometido imponer la paz y la seguridad, explicó Fred Eckhard, portavoz de la ONU.
El mandato original de la fuerza era verificar el retiro de Israel y ayudar al gobierno de Líbano a restablecer su autoridad sobre el sur, y «ambos objetivos se cumplieron», señaló Eckhard.
El tercer elemento del mandato de Unifil es la restauración de la paz y la seguridad, agregó, y esto puede lograrse mediante observadores militares respaldados por algunas unidades de infantería de Unifil.
«Esta es la propuesta del secretario general. Veremos cómo reacciona el Consejo de Seguridad», dijo el portavoz.
En opinión de Annan, añadió, el número reducido de soldados será suficiente para cumplir la misión. «Por supuesto, mientras tanto él urge a ambas partes a respetar la Línea Azul», destacó Eckhard.
La mayor parte de las fuerzas de Unifil se desplegarán cerca de la frontera con Israel, y consistirán principalmente en patrullas de observadores militares de la Organización de las Naciones Unidas para la Supervisión de Treguas, con sede en Jerusalén, y unidades armadas de infantería de Unifil.
Mientras, la ONU mantendrá su unidad de remoción de minas de tierra, que constituyen un grave riesgo para Unifil y la población local.
El gobierno de Emiratos Arabes Unidos ya prometió unos 50 millones de dólares para financiar la remoción de minas en el sur de Líbano. (FIN/IPS/tra-en/td/da/mlm/ip/01