Cuba y México comenzaron a recomponer sus vínculos bilaterales en un marco de mayor pragmatismo diplomático, luego de las desavenencias surgidas respecto de los derechos humanos.
El anuncio de la firma el 30 de este mes de un Acuerdo de Protección e Inversiones entre los dos gobiernos marcó el mutuo interés por reanimar las relaciones económicas y comerciales.
El canciller cubano Felipe Pérez Roque indicó el jueves que el convenio, que estuvo «durante años prácticamente listo» para ser suscripto, expresa «la voluntad» de su país y del presidente mexicano Vicente Fox de buscar las vías para aumentar la cooperación bilateral.
Pérez Roque, en conferencia de prensa, añadió que las relaciones entre los dos países son «normales» y están en un proceso de ampliación y fortalecimiento.
«El presidente Fox ha subrayado la intención de ampliar las relaciones de cooperación con Cuba, en un marco de respeto», comentó Pérez Roque, quien en abril había acusado a su par mexicano, Jorge Castañeda, de promover una censura contra la isla en Ginebra.
«Castañeda hizo todo lo posible por tratar de que Cuba fuera condenada», dijo en esa ocasión el jefe de la diplomacia cubana, al evaluar la abstención de México en la votación de una condena contra Cuba en la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La moción, sometida a votación el 18 de abril en la Comisión de la ONU conformada por 53 países, recibió 22 votos a favor, 20 en contra y 10 abstenciones, mientras que la República Democrática del Congo se ausentó.
Entre las 11 naciones de América Latina que integraban la comisión, se pronunciaron a favor de la censura Argentina, Costa Rica, Guatemala y Uruguay, se abstuvieron Brasil, Colombia, Ecuador, México y Perú, mientras que votaron en contra Venezuela y por supuesto Cuba.
Según fuentes diplomáticas, las fuertes expresiones de Pérez Roque contra Castañeda gravitaron negativamente sobre las relaciones bilaterales y recomponerlas costará algún tiempo. Sin embargo, no descartan que el presidente Fox visite la isla en el segundo semestre de este año.
Fox, quien asumió la presidencia de México en diciembre, y su par cubano Fidel Castro se han mostrado interesados en «abrir un nuevo capítulo» en los vínculos.
Las relaciones entre los dos países se habían enfriado en todas las áreas durante los seis años de gobierno mexicano de Ernesto Zedillo.
Datos oficiales indican que la actividad económica entre las dos naciones descendió de 400 millones de dólares a sólo 130 millones de dólares entre 1995 y 1999.
El embajador de México en La Habana, Ricardo Pascoe, citado por la prensa de su país, señaló que las inversiones mexicanas en Cuba decrecieron porque Zedillo «decidió una política de distanciamiento con la isla, a partir de 1995».
Pascoe agregó que en consecuencia, los empresarios prefirieron retirarse, además de constatar y sufrir las presiones» de Estados Unidos, a través de la Ley Helms-Burton, de 1996, que amplió el embargo contra Cuba.
Además, la «decisión política» de Zedillo de no suscribir el Acuerdo de Protección e Inversiones fue interpretada en círculos empresariales como un veto a la inversión mexicana en la isla. Eso hizo «decrecer la relación económica automáticamente», comentó el diplomático.
Este acuerdo será suscrito ahora en la capital de México por la ministra cubana de Inversiones Extranjeras y Colaboración Económica, Marta Lomas, quien viajará este domingo, y por su par mexicano de Economía, Luis Ernesto Derbez.
La Habana ha suscrito ese tipo de convenios para proteger e impulsar las inversiones extranjeras con más de medio centenar de países.
En tanto, los casi 400 negocios con capital extranjero comprometen más de 5.000 millones de dólares con la economía cubana, informó la ministra Lomas a principios de abril.
Autoridades mexicanas rechazaron esta semana advertencias estadounidenses sobre posibles represalias contra empresas mexicanas que negocien con Cuba, en el marco de ese convenio destinado a proteger e incentivar las inversiones extranjeras.
«Ha habido un claro y firme pronunciamiento del gobierno de México, que Cuba ha visto con satisfacción», subrayó Pérez Roque, en una conferencia de prensa en la cual también advirtió a Estados Unidos que «ha perdido su guerra» contra la isla socialista.
Pérez Roque señaló que el presidente estadounidense George W. Bush «no puede, aunque quiera, aislar a Cuba», que no será «un tema fácil» para su mandato.
Bush «debe saber que hemos jubilado ya a otros 10 presidentes y que no estamos dispuestos a rendirnos ni a renunciar a nuestra independencia y soberanía», dijo el ministro cubano de relaciones exteriores. (FIN/IPS/pg/dm/ip/01
