/Integración y Desarrollo/ COMERCIO-ASIA MERIDIONAL: Entre la unión y la postración

Empresarios de Asia meridional reclamaron una estrategia común ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) y para incrementar el intercambio regional, debilitado por la conflictiva relación de India y Pakistán.

Unos 100 dirigentes de empresas reunidos el jueves en Islamabad sostuvieron que la globalización y las complejas negociaciones en la OMC exigen que Asia meridional conforme un frente unido.

Así mismo, señalaron que los países industrializados deben separar en la reunión ministerial de la OMC de noviembre en Qatar los asuntos de ambiente, trabajo y derechos humanos de las cuestiones comerciales y no deben utilizarlos para extraer mayores concesiones del Sur en desarrollo.

«Esos temas también son importantes para nosotros, pero deberían ser resueltos por los gobiernos nacionales», afirmaron en un comunicado los participantes en las conversaciones.

La reunión de Islamabad fue la segunda de una serie de conferencias organizadas por las cámaras de comercio e industria de la Asociación de Asia Meridional para la Cooperación Regional (SAARC), de siete países miembros, para discutir estrategias comunes ante la OMC.

La SAARC fue creada en diciembre de 1985 por las naciones asiáticas situadas al sur de la cordillera del Himalaya: Bangladesh, Bhután, India, Nepal, Maldivas, Pakistán y Sri Lanka. Los siete países suman 1.400 millones de habitantes, casi un cuarto de la población mundial.

El bloque estableció en 1995 el Acuerdo Comercial Preferencial de Asia Meridional (SAPTA) que, según los plazos comvenidos, debe convertirse este años en una zona de libre comercio.

El SAPTA también prevé una unión aduanera, un mercado común y, en definitiva, una economía única. Pero, por el momento, los gobiernos no avanzan en este proceso.

El intercambio intrarregional representa tan sólo cuatro por ciento del comercio total de los siete países, una proporción casi insignificante en comparación con el 37 por ciento que ha logrado la Asociación de Naciones de Asia Sudoriental.

Los dos países más grandes del grupo, India y Pakistán —que en conjunto representan 80 por ciento del producto interno bruto de la SAARC— sólo destinan dos por ciento de su comercio al intercambio intrarregional.

En el caso de Bangladesh, la proporción es de 8,5 por ciento, en el de Sri Lanka, de seis por ciento, en el de Maldivas, de 12,7, y en el de Nepal, de 15 por ciento.

El presidente de la federación regional de cámaras de comercio e industria, Qasim Ibrahim, de Maldivas, advirtió que es necesario superar las diferencias para encarar los desafíos del comercio mundial.

Asia meridional debe tener en cuenta que los países industrializados levantan barreras con cualquier pretexto para impedir el acceso de los países en desarrollo a sus mercados, dijo Ibrahim.

Por su parte, el presidente de la Federación Paquistaní de Cámaras de Comercio e Industria, Iftikhar Alí Malik, indicó que los países de la zona tienen intereses comunes, pues todo el mundo en desarrollo sufre los efectos negativos de la globalización.

«Necesitamos más estudios sobre los asuntos de la OMC y una fuerte coordinación entre los países de la SAARC», agregó.

Las disputas políticas entre Pakistán e India fueron consideradas el principal obstáculo para fortalecer el comercio regional.

En efecto, esas dos potencias nucleares mantienen un enfrentamiento histórico desde la creación de Pakistán, en 1947, que las llevó a tres guerras (1948, 1965 y 1971) por el control de la fronteriza región de Cachemira, dividida por los colonialistas británicos.

El último conflicto armado, en 1999, causó la muerte a mil hombres, entre soldados indios y paquistaníes y milicianos cachemiros.

El encuentro empresarial permitió realizar una sesión especial de diálogo entre 60 dirigentes empresariales indios y paquistaníes, que coincidieron en destacar el gran potencial de los dos países para aumentar el comercio bilateral.

El intercambio indo-paquistaní es de 200 millones de dólares al año, según información oficial, pero cálculos extraoficiales lo elevan a 1.000 millones, sumando el comercio informal. Los empresarios creen que podría llegar a 10.000 millones de dólares.

El presidente de la Cámara de Comercio de India, Chirayu Amin, que también encabeza una cámara de comercio indo-paquistaní, sostuvo que sería «lógico» que las dos naciones abrieran en primer lugar sus economías a la región.

Según las normas de la OMC, India y Pakistán deben eliminar sus actuales aranceles —de 30 por ciento— en los próximos cuatro o cinco años.

Pero eso no es fácil. Pakistán es renuente a abrir su mercado a los productos de India, por temor a que la industria vecina haga tambalear su débil economía.

Al respecto, el empresario indio Amin afirmó que a Pakistán le conviene importar productos de India, en lugar de comprarlos en países más lejanos con mayores costos de transporte.

Por su parte, Iliyas Bilour, ex presidente de la Federación Paquistaní de Comercio e Industria, sostuvo que los industriales indios han asegurado a su país que los precios de los medicamentos podrían reducirse a la mitad si se establecieran canales regulares de comercio.

El presidente de las cámaras regionales, Ibrahim, comentó a la prensa que la SAARC es un jugador demasiado lento, debido a las disputas políticas, que condicionan los vínculos económicos del grupo. (FIN/IPS/tra-en/ni/js/dc-ff/if/01

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