El general retirado francés Claude Mouton, ex comandante de división y secretario general del Ministerio de Defensa hasta 1990, será juzgado bajo la acusación de participar en ventas ilegales de armas a Angola en 1993 y 1994.
La acusación fue presentada la semana pasada por el grupo de fiscales que investiga el tráfico de armas a Angola realizado por el empresario Pierre Falcone, detenido desde diciembre en la cárcel parisina de La Santé por cargos que incluyen fraude, uso indebido de propiedad pública y corrupción de funcionarios.
Mouton no fue arrestado, pero debió depositar una fianza de dos millones de francos (unos 275.000 dólares) como garantía de que no abandonará el país.
El general se desempeñó tras su retiro como vicepresidente de la agencia privada de seguridad Compagnie des Signaux, y mientras ocupaba ese cargo supervisó la entrega de equipo militar y para comunicaciones policiales al gobierno angoleño, encabezado por el presidente José Eduardo dos Santos.
Mouton trabaja desde el año pasado para la firma Brenco France, propiedad de Falcone, responsable en 1993 y 1994 del envío a Angola de armas rusas por valor de 633 millones de dólares.
Luanda libra desde 1975 una cruenta guerra civil contra la insurgente Unión por la Independencia Total de Angola, comandada por Jonas Savimbi.
Los fiscales Isabelle Prevost-Desprez y Phillippe Courroye afirmaron que Mouton había realizado negocios ilegales con Falcone durante años.
La semana pasada, esos fiscales allanaron la oficina del general y encontraron allí unos 70.000 dólares, que según afirmaron son parte de la comisión recibida por Mouton por su participación en la venta ilegal de armas a Angola.
El acusado aseguró que ese dinero provenía del gobierno de Angola y le fue entregado por medio de Falcone para cubrir gastos del creciente número de funcionarios de ese país que visitan París.
A esos funcionarios «no les gustaba pedir al embajador angoleño en Francia que pagara sus gastos», alegó.
El Ministerio de Justicia elaboró una lista de unas 300 personas y firmas que al parecer recibían pagos ilegales de Falcone.
Una de las personas encarceladas a causa del escándalo de tráfico de armas es Jean-Christophe Mitterrand, hijo del fallecido presidente François Mitterrand y asesor oficial del gobierno sobre política exterior en Africa durante el gobierno de su padre, de 1986 a 1992.
Jean-Christophe Mitterrand fue acusado de haber hecho uso indebido de propiedad pública mientras ocupaba ese cargo, y admitió haber recibido 1,8 millones de dólares de Falcone, pero niega haber participado en el tráfico de armas a Angola.
El Ministerio de Justicia trata de capturar también al hombre de negocios ruso Arcady Gaydamak, quien fue el principal socio de Falcone, huyó a Israel en diciembre y ha rechazado varios pedidos de cooperación de los fiscales que investigan el caso.
La investigación oficial indicó que Falcone y Gyadamak obtuvieron lucrativos contratos en Angola para entregar alimentos y medicamentos y para realizar negocios bancarios, ferroviarios, petroleros y mineros, en especial de explotación de yacimientos de diamantes, mediante acuerdos directos con Dos Santos.
La semana pasada, el Ministerio de Justicia presentó acusaciones contra varios ex funcionarios del Ministerio del Interior por complicidad en el tráfico de armas a Angola.
Todos los acusados fueron colaboradores cercanos de Charles Pasqua, ministro del Interior de 1986 a 1998 y de 1993 a 1995.
Entre ellos están Bernard Guillet, ex diplomático y ex asesor de Pasqua, y Jean-Charles Marchiani, ex director de Policía y actual integrante del Parlamento Europeo.
También Bernard Poussier, ex director de la Sociedad Francesa de Exportación de Materiales y Sistemas, un departamento del Ministerio del Interior encargado de la venta de armas al extranjero. (FIN/IPS/tra-eng/jg/mn/mp/ip/01