El grupo terrorista ETA envió hoy una carta bomba al periodista vasco Gorka Landáburu, que al estallar le cercenó un dedo y le ocasionó quemaduras en el rostro.
Este es la primera acción violenta de ETA después de las elecciones del domingo en el norteño País Vasco, en que la coalición Euskal Herritarrok, que apoya y es apoyada por ese grupo, perdió siete de sus 14 escaños en el parlamento regional.
El atentado hecha por tierra las expectativas de sectores del nacionalismo vasco moderado, amplio ganador en los comicios, sobre el abandono de la violencia por parte de ETA en atención a la voz de las urnas.
Gorka Landáburu nació hace 48 años en París, donde se había refugiado su padre, Xavier Landáburu, vicepresidente del gobierno vasco en el exilio, durante la dictadura española de Francisco Franco, muerto en 1975.
El periodista, cuando aún era un adolescente, pasó a residir en Zarauz, en el País Vasco español, donde se distinguió por su lucha contra el franquismo.
En los últimos años de la dictadura de Franco comenzó a trabajar en el semanario Cambio 16, una de las primeras publicaciones que pujó por la democratización de España.
En ese domicilio recibió este martes el sobre-bomba, de apariencia similar al que recibe mensualmente con una revista a la que está suscripto.
Landáburu trabaja en la actualidad, además de corresponsal de Cambio 16 en el País Vasco, en la cadena de radio Onda Cero y en la emisora de televisión Canal Sur.
También es miembro fundador de «Gesto por la Paz», la primera organización humanitaria que se constituyó en la región vasca para propugnar el cese de la violencia y una vida en libertad y democracia.
Tras conocerse el atentado, el concejal socialista en el ayuntamiento de Zarauz, Patxi Elola, recordó que la víctima «es un luchador de siempre por la libertad y la democracia». «ETA no nos perdona que defendamos nuestras ideas», comentó.
Por su parte, Iñaki Anasagasti, portavoz parlamentario del triunfante Partido Nacionalista Vasco, señaló que ETA «pretende seguir marcando terreno y avisa que no va a cejar de intimidar».
Anasagasti pidió públicamente al grupo que reflexione «sobre el inmenso fracaso electoral» del domingo pasado.
En el mismo sentido se pronunció el portavoz del gobierno autónomo vasco, Josu Jon Imaz, quien se solidarizó con Landáburu y manifestó que «la banda ha vuelto a despreciar la voluntad del pueblo, a negar el derecho a las ideas y a vulnerar el pluralismo ideológico».
A su vez, Gaspar Llamazares, coordinador general de Izquierda Unida, coalición liderada por el Partido Comunista, subrayó que «ETA vuelve a actuar de nuevo con total desprecio, después de unos resultados electorales que son los peores de la historia de ETA y de su entorno».
En tanto, el portavoz y candidato en los comicios del domingo de Euskal Herritarrok, Arnaldo Otegui, «lamentó» las heridas recibidas por Landáburu.
Sin embargo, advirtió que «las elecciones no han resuelto las bases de la lucha armada», en referencia a que las demandas del grupo terrorista no han sido atendidas.
ETA reclama la independencia del País Vasco, en el que incluye a las tres provincias que conforman hoy esa comunidad autónoma española (Alava, Vizcaya y Guipúzcoa), la Comunidad Autónoma de Navarra, y dos territorios en soberanía francesa, Lapurdi, Zuberoa y Baja Navarra.
Navarra resolvió en un referendo hace 20 años no incorporarse al País Vasco.
Todos los sindicatos, junto a las asociaciones de periodistas y directivos de los medios de comunicación social condenaron el atentado de este martes contra el periodista vasco. Landáburu.
La carta-bomba recibida por Landáburu no es la primera que envía ETA.
Atentados similares fueron perpetrados contra Carlos Herrera, el 27 de marzo de 2000, y contra Luis del Olmo, dos periodistas de gran audiencia en radios.
También fueron asesinados en distintos atentados el director de la Gaceta del Norte, José María Portell, en junio de 1978, y José Luis López de la Calle, del diario El Mundo, el 7 de mayo de 2000.
Entre las condenas por el atentado de este martes se destaca la de Euskal Irratí Telebista (Televisión autónoma vasca), que depende del gobierno, ejercido hoy por el Partido Nacionalista Vasco.
La dirección de esa emisora vasca afirmó que con el ataque «ETA mostró su desprecio, tanto a la voluntad abrumadora de los vascos, como a la propia esencia de la profesión periodística». (FIN/IPS/td/dm/ip/01
