EDUCACION-RUSIA: Universidades a la caza de divisas

Las instituciones educativas de Rusia se esfuerzan por recibir a estudiantes de otros países, como en tiempos de la Guerra Fría, pero ahora no lo hacen para formar cuadros revolucionarios, sino para ganar dinero.

La Unión Soviética, disuelta en 1991, abrió las puertas de sus centros de educación a miles de estudiantes provenientes de naciones en desarrollo y estableció en 1960 en Moscú la Universidad Patrice Lumumba de la Amistad entre los Puebos, destinada en forma específica a la formación de jóvenes izquierdistas extranjeros.

El nombre de esa universidad fue un homenaje al líder de la lucha por la independencia de la actual República Democrática del Congo, primer ministro de ese país tras la emancipación del dominio colonial belga en 1960 y asesinado poco después durante un golpe de Estado.

Estudiaron en la Universidad Lumumba jóvenes revolucionarios de América Latina, Africa y Asia, así como el famoso terrorista venezolano Ilich Ramírez Sánchez, más conocido como «Carlos el Chacal».

En 1991, tras el colapso de la Unión Soviética, el nombre de la institución pasó a ser sólo Universidad Rusa de la Amistad entre los Pueblos (URAP), para reflejar el cambio de su orientación.

«Tratamos de atraer a estudiantes provenientes de Europa Occiental, de las naciones que se separaron de la Unión Soviética y de otros países», dijo a IPS la jefa de mercadotecnia de la URAP, Irina Polevaya.

«Nos va bien, en comparación con otros centros educativos» del país, comentó.

Durante la era soviética, la Lumumba solía tener unos 10.000 estudiantes, y casi tres cuartas partes de ellos provenían de otros países, en especial del mundo en desarrollo. En la actualidad, la URAP tiene 11.300 estudiantes, y sólo 2.650 de ellos son extranjeros.

Un tercio del presupuesto de la institución se cubre con aportes del gobierno, y el resto proviene del pago de matrículas, que ascienden a unos 2.000 dólares anuales para los estudiantes exranjeros.

Otros centros de estudios terciarios del país compiten con la URAP por la captación de estudiantes de otros países, entre ellos la Universidad Estatal de Moscú (UEM), fundada en 1775 y la más antigua de Rusia, en cuyas 22 facultades se forman unos 30.000 jóvenes, 3.000 de ellos provenientes de 97 naciones extranjeras.

«Nos esforzamos por aumentar el número de nuestros estudiantes extranjeros», dijo a IPS el rector de la UEM, Victor Sadovnichii.

La UEM mantiene estrechos vínculos con varios organismos internacionales, entre ellos el Banco Mundial y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.

Esos vínculos incluyen unos 200 acuerdos de intercambio, investigación y cooperación con universidades de otros países.

La enseñanza brindada por la UEM a la mayoría de sus estudiantes rusos se mantiene gratuita tras el colapso de la Unión Soviética, como ocurre en muchas otras universidades del país, pero se calcula que funcionarios reciben sobornos por valor de unos 1.000 millones anuales para otorgar becas de estudio.

Los jóvenes extranjeros pagan a la UEM entre 2.500 y 6.500 dólares anuales, pero los costos de alojamiento, transporte y alimentos son bajos para ellos, y eso hace que la institución estatal compita con ventaja sobre otras universidades por la captación de estudiantes de otros países.

El patrimonio cultural y la reputación académica del país también atraen a estudiantes extranjeros, aunque la calidad de vida y el actual nivel de la educación a menudo sean insatisfactorios en relación con referencias internacionales.

Un problema adicional para los jóvenes provenientes de otros países el aumento de los actos de violencia racista.

En los últimos años, estudiantes asiáticos y africanos han sido atacados por grupos ultraderechistas. En la ciudad central rusa de Tver, donde estudian unos 1.000 jóvenes extranjeros, se registra un promedio de 10 agresiones de ese tipo por mes.

La sede de la UEM es un imponente edificio en la calle Mokhovaya, a escasa distancia del Kremlin, restaurado tras sufrir daños en el Gran Incendio de Moscú de 1812, pero su deterioro es tal que parece no haber sido reparado desde entonces.

La institución sufre «una muerte lenta», y «los jóvenes no desean realizar estudios universitarios, debido al ridículo aporte de fondos por parte del Estado», dijo a IPS un profesor de la UEM que no quiso ser identificado.

Los profesores de esa universidad ganan entre 70 y 100 dólares por mes, y sobreviven mediante clases particulares y cursos en instituciones privadas.

A comienzos de este mes, la UEM y la URAP participaron en exhibiciones en Beijing y Hanoi, organizadas por el Ministerio de Educación ruso.

El ministro de Educación, Vladimir Philippov, dijo a periodistas en Beijing que Rusia desea revitalizar su cooperación educativa con China.

Muchos altos funcionarios de China y Vietnam estudiaron en universidades de la ex Unión Soviética, y Moscú espera que exista demanda de educación rusa en esos países.

La UEM estableció un centro de información sobre su actividad en la Universidad de Beijing, contrató servicios de publicidad en América del Norte y mantiene un sitio en Internet, la red mundial de computadoras (www.msu.ru), diseñado para atraer a estudiantes extranjeros al igual que el de la UEM (www.pfu.edu.ru). (FIN/IPS/tra-eng/sb/mn/ed/01

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