El crecimiento 2,76 por ciento de Colombia en el primer trimestre del año fue considerado por el gobierno una señal de recuperación de la economía, pero empresarios y expertos aún mantienen cautela.
Datos preliminares del Departamento Nacional de Planeación señalan que el aumento del producto interno bruto (PIB) entre enero y marzo fue apenas superior del 2,6 por ciento registrado en ese mismo lapso de 2000.
El gobierno de Andrés Pastrana entiende que es un síntoma positivo del desempeño de la economía, pese a que es inferior a tres por ciento proyectado originalmente.
En tanto, una encuesta entre empresarios nucleados en nueve asociaciones del sector, realizada por la Asociación Nacional de Industriales (ANDI), dice que la actividad fue en aumento en el primer trimestre del año para 37 por ciento de los consultados, frente a 29 por ciento en los últimos tres meses de 2000.
Sin embargo, el pesimismo sobre el futuro de la economía colombiana aumentó entre los encuestados de 39,3 por ciento a fines del año pasado a 49,7 por ciento en la actualidad.
El presidente de ANDI, Luis Villegas, explicó que los empresarios revelaron en la encuesta un repunte en la actividad respecto de la capacidad instalada, que llegó a 74,4 por ciento, y en la cantidad de pedidos de productos.
No obstante, Villegas advirtió que persisten obstáculos para el crecimiento, como el impacto de la inseguridad en la actividad industrial, las dificultades para acceder al crédito, reducidos márgenes de rentabilidad y altos costos de materias primas y dificultades de suministro de las mismas.
La economía colombiana corre el riesgo de sufrir un «recalentamiento», pues la demanda puede alcanzar niveles tan altos que la producción no sea capaz de atender, explicó.
En cambio, analistas económicos dudan que esa situación llegue a darse.
«Decir que la economía colombiana está a las puertas del recalentamiento es un diagnóstico equivocado», apuntó Alvaro Montenegro, ex presidente de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF).
El experto de este centro de estudios privado opinó, sin embargo, que el gobierno debería frenar la demanda para evitar una situación de este tipo, que «puede aumentar la inflación».
Un analista de la privada Universidad Javeriana discrepó con Montenegro y dijo a IPS que «la recuperación de la demanda en sectores claves es muy débil y sería un suicidio adoptar medidas para frenarla».
A su vez, Ricardo Bonilla, de la estatal Universidad Nacional, dijo a IPS que es inapropiado hablar de un «recalentamiento de la economía» en momentos en que Colombia apenas está saliendo de la recesión que sufrió en 1999, cuando el PIB cayó 4,48 por ciento, respecto del año anterior.
El crecimiento económico en 2000 fue de 1,5 por ciento.
Bonilla apuntó que la economía «apenas comienza a salir de la situación de cuidados intensivos» a que estuvo sometida, y el período actual se puede comparar con una etapa de observación.
Detalló que, si bien la industria reportó un mejor aprovechamiento de la capacidad instalada en el primer trimestre del año, esa situación no se ha reflejado en un aumento del empleo.
La desocupación se mantiene cercana a 20 por ciento de la población económicamente activa, lo cual significa «que no se está generando un efecto de retroalimentación suficiente», agregó.
Por su parte, Eduardo Sarmiento, ex decano de la Facultad de Economía de la privada Universidad de Los Andes, indicó que el país presenta señales de una economía débil, a causa del conflicto interno armando, «y eso lo saben los inversionistas y las empresas transnacionales».
«La economía que no ha salido de la crisis» y el problema se refleja en el temor de la gente respecto al destino del proceso de paz entre el gobierno de Pastrana y las insurgencia, dijo Sarmiento.
El gobierno puso en marcha en 1999 un proceso de negociaciones con las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que según diversos sectores muestra pocos avances.
Además, se encuentra congelado el intento de diálogo de Pastrana con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), segunda guerrilla después de las FARC.
Las negociaciones entre el gobierno y el ELN deben superar el principal escollo, que es la oposición de los paramilitares de derecha a que se conceda una zona desmilitarizada en el nordeste del país, prevista para realizar una convención nacional con delegados de la sociedad civil.
Colombia se comprometió ante el Fondo Monetario Internacional a lograr este año un crecimiento de 3,8 por ciento, pero esta meta será imposible de alcanzar si se mantiene el desempeño del primer trimestre, explicaron los analistas.
Además, Colombia sentirá el impacto del enfriamiento de la economía de Estados Unidos, principal destino comercial de su producción. (FIN/IPS/yf/dm/if/01
