DESARROLLO-INDIA: Noruega importa técnicos en informática

Noruega intenta importar profesionales de la informática de India para cubrir 5.000 puestos en el sector, lo que podría modificar la relación histórica entre los dos países.

Mientras en India se forman más universitarios en computación de los que el país necesita, en Noruega —como otros países industrializados— escasean técnicos de alto nivel, lo cual genera una inesperada demanda de mano de obra.

Según un estudio del Colegio Noruego de Administración, el país requerirá 12.000 nuevos expertos en informática antes de 2003 si aspira a alcanzar el ritmo de crecimiento del sector en el resto de Europa.

En febrero, la ministra de Negocios y Comercio, Grete Knudsen, informó que el gobierno estudiaba impulsar la inmigración de personal calificado de India y de Europa oriental, y que se otorgaría la residencia por cinco años a unos 5.000 técnicos y sus familias.

Terje Mikalsen, presidente del consejo de Information Techonology-Fornebu (IT-Fornebu) —un centro de desarrollo para el estudio y aplicación de la informática en Noruega— dijo que no había motivos para temer una masiva corriente migratoria india.

En 1999, el parlamento noruego aprobó la creación del polo de desarrollo IT-Fornebu, ubicado en el antiguo aeropuerto de Oslo.

Se estima que en 2005, IT-Fornebu combinará tareas empresariales, de investigación y educativas, así como espacios para actividades culturales. Pero, por el momento, el centro no puede dar respuesta a la demanda de técnicos.

Las posibles consecuencias de la importación de mano de obra calificada de un país en desarrollo por parte de un país rico como Noruega despertaron una polémica.

En 1995, las autoridades habían advertido sobre los efectos negativos de la fuga de cerebros que sufren los países más pobres.

Tore Linne Eriksen, del Centro de Trabajo Multicultural e Internacional de la Universidad de Oslo, dijo que la emigración de expertos en informática puede perjudicar el desarrollo tecnológico de India.

Pero la mayoría de los universitarios mejor calificados del sector permanecen en India, que forma más técnicos de los que necesita, arguyó el investigador indio Amit Kumar Shrivastava, del Instituto Noruego de Asuntos Internacionales.

Cuando el primer ministro noruego, Jens Stoltenberg, visitó India en abril, propuso que las empresas noruegas encargaran el desarrollo de programas informáticos al exterior.

«La revolución informática no implica trasladar miles de indios a Noruega, sino llevar el trabajo noruego a India», dijo Stoltenberg en una recorrida por la empresa de informática Wipro, en Bangalore, costa occidental de la India.

Este tipo de cooperación ya existe entre ambos países. Wipro desarrolló a partir de 1998 soluciones para la falla informática de 2000, así como programas para la Oficina Impositiva de Noruega.

El Departamento de Informática de la Universidad de Oslo también adoptó acuerdos de intercambio estudiantil con el Instituto Indio de Administración.

«Tenemos muchas razones para estar satisfechos con este tipo de contactos, poco tradicionales en nuestras relaciones con India», dijo al respecto el vicecanciller noruego Inger Stray Lien.

Esta realidad puede cambiar la naturaleza de las relaciones entre los dos países, históricamente dominada por la ayuda, en lugar del intercambio comercial.

Hasta 1996 India fue el principal destino de la ayuda bilateral de Noruega. En 2000 la asistencia del país nórdico a India alcanzó 6,7 millones de dólares.

Pero Noruega tiene relaciones comerciales más intensas con Asia oriental y sudoriental, en desmedro de India y el resto de Asia meridional.

Entre 1997 y 1999 el comercio entre ambos países decayó, llegando a 118 millones de dólares.

Entre enero de 2000 y marzo de este año, las importaciones procedentes de India cayeron ocho por ciento, mientras las exportaciones noruegas al país asiático se redujeron casi 60 por ciento, según las cifras oficiales.

Sin embargo, India se está convirtiendo en un terreno atractivo para las inversiones noruegas. Varias compañías de ese origen, como GE Hydro, Kvaerner y Statoil, participan en grandes proyectos energéticos indios.

India cuenta con una capacidad de generación hidroeléctrica de 22.000 megavatios —menor que la noruega— si bien tiene potencial para alcanzar los 100.000 megavatios, dijo el encargado de proyectos mundiales de GE Hydro, Per Andreas Berg.

La compañía —que pasó del grupo Kvaerner al grupo General Electric— integra la Uri Hydropower Corporation en el estado indio de Jammu y Cachemira, y ofertó la fabricación de turbinas para la central hidroeléctrica de Theesta, en la provincia de Sikkim, noreste del país.

Por otra parte la noruega NCC International y la firma alemana Hochtief firmaron un acuerdo para la construcción de la central de Sawalkote, en Cachemira, por un valor de 700.000 dólares.

La anglonoruega Kvaerner y sus filiales participan en el Proyecto Energético de Dabhol, en el estado de Maharashtra, una central energética a gas de la firma estadounidense Emron, cuyas obras finalizarán en 2002, a un costo de 193 millones de dólares.

Como consecuencia de esta participación, las compañías noruegas se han convertido en blanco de las críticas de ambientalistas, en especial por la construcción de centrales hidroeléctricas en la conflictiva región india de Cachemira, donde operan grupos separatistas musulmanes.

El escritor indio Arundhati Roy reprochó al primer ministro Stoltenberg, durante su visita, el respaldo que daba a centrales hidroeléctricas que no hubiera permitido en su país.

«La mayor parte de estos emprendimientos en India son manejados entre los políticos, la elite local y los burócratas», dijo el investigador Shrivastava.

«La corrupción es muy común, sobre todo en los procedimientos administrativos elementales. La moral rara vez tiene un papel importante en el diseño de un proyecto», sostuvo Shrivastava.

Pero la participación noruega más criticada es la mina de bauxita y alúmina de Utkal Alumina en la oriental región de Orissa, donde la firma Norsk Hydro posee 45 por ciento del capital accionario.

El 16 de diciembre murieron tres personas y otras 50 resultaron heridas durante una protesta contra este proyecto en la aldea de Maikanch, cuando la policía disparó contra los manifestantes.

El hecho está aún bajo investigación de la justicia.

También en Noruega los grupos ambientalistas y de derechos humanos criticaron el proyecto de Utkal Alumina, por sus efectos negativos en el ambiente y el desplazamiento de los pobladores locales.

Pese a todo, la visita gubernamental noruega concluyó con la creación de una comisión conjunta con amplios objetivos, como promover el intercambio de conocimiento y tecnología, fortalecer la Organización de Naciones Unidas, erradicar la pobreza, elevar el comercio y manejar los aspectos ambientales y climáticos.

«En este acuerdo hay potencial para una nueva concepción de las relaciones de India y Noruega», dijo el investigador Srhivastava. (FIN/IPS/tra-en/cb/mn/dc-mj/ip dv/01

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe