Entre 1,5 y 1,7 millones de personas sufren «pobreza severa» en España, afirmó hoy Silverio Agea, secretario general de la organización no gubernamental católica Cáritas.
Agea y el responsable de Estudios de Cáritas, Víctor Renes, presentaron a la prensa un plan de medidas para eliminar la pobreza, para cuya ejecución demandan una inversión estatal de 5.500 millones de dólares.
El Departamento de Estudios de Cáritas entregó este jueves su Plan Nacional para la Inclusión Social, acompañado por un informe que lo fundamenta, al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social para que sea considerado y aprobado antes del día 25, día fijado por el gobierno para su análisis en el Consejo de Ministros.
La implementación del programa, de ser aprobado, concluirá en 2003 y comprende inversiones equivalentes a 0,5 por ciento del producto interno bruto (PIB), pero Cáritas considera que esas inversiones deberían alcanzar 1,5 por ciento.
Este plan responde al compromiso asumido por los gobiernos reunidos el año pasado en el Consejo Europeo, en Lisboa, de ubicar entre sus prioridades el impulso a la lucha oficial contra la exclusión social.
El Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales español impulsa la puesta a punto de un Plan Nacional para la Inclusión, un objetivo para el que el gobierno solicitó la colaboración de distintos agentes sociales, Cáritas entre ellos.
En el documento, Cáritas dejó constancia de que «las posibilidades para elaborar un diagnóstico certero están seriamente condicionadas por serios límites en la información estadística».
La organización lo atribuyó a la decisión gubernamental que suprimió en los años 80 la encuesta básica de presupuestos familiares, medida que supuso «una ruptura irreparable en la serie histórica estadística de la desigualdad y la pobreza en España».
Por ello, subraya que «trazar el retrato de la situación social en la última década es inviable de forma directa».
Ante esa situación, Cáritas recopiló datos de diversas fuentes, entre ellas el no gubernamental Panel de Hogares de la Unión Europea y de la española Fundación Foessa, lo que le permitió estimar que la cantidad de pobres de España.
La oficial Encuesta de Población Activa dada a publicidad este jueves indica que todos los miembros de más de 524.600 familias carecen de trabajo.
Los desocupados en España suman 2.260.000, de los cuales 448.000 son menores de 24 años y 1,4 millones tienen entre 25 y 55 años. El mayor desempleo se registra en las comunidades de Extremadura y Andalucía, en el suroeste del país.
Estudios previos de Cáritas España aseguran que la pobreza severa recrudeció en los años 90, luego de un descenso substancial en los 80.
Esos estudios, incluidos en el sitio web de la organización (http:/www.caritas.es), sostienen que la pobreza, en especial sus peores manifestaciones, se concentran en las ciudades, un hecho que los expertos de Cáritas desvinculan del fenómeno de la emigración del campo a las áreas urbanas.
Los pobres de áreas rurales son «de más edad y están ampliamente protegidos por el sistema de pensiones», explicaron.
Según Cáritas, la mayor proporción de pobreza se registra en provincias fronterizas con Portugal como Avila, Badajoz, Cáceres, Orense, Salamanca y Zamora, en las regiones de Extremadura, Andalucía e Islas Canarias, en algunas provincias de la región de Levante y en los enclaves españoles del norte de Africa (Ceuta y Melilla).
La menor proporción de pobreza corresponde a Madrid, Navarra, Rioja y el País Vasco.
Cáritas observó un «proceso acelerado de la juvenalización de la pobreza» española, pues 44,1 por ciento de los pobres de todas las categorías tienen menos de 25 años. Además, 53,2 por ciento de los pobres severos son niños.
«Aunque en el conjunto de los pobres del Estado son un sector minoritario, los gitanos pobres, sobre todo, y los sectores de inmigrantes (norteafricanos del Africa negra, sudamericanos y de los países del Este [europeo]), están en una situación global de pobreza muy problemática y de gran desventaja con relación al conjunto de los pobres», según este informe.
«Una parte importante de la pobreza severa residente en el país pertenece a estas minorías étnicas, estén o no censados o empadronados», agregan los expertos.
«Los pobres 'cargan' con la mayor parte (…) de los males, carencias y problemas sociales existentes en nuestro país», en especial la desocupación, el analfabetismo, la drogadicción, la delincuencia «y la marginalidad en general», sostuvo Cáritas.
«Hay medidas que pueden dinamizar la acción contra la exclusión (social), pues de lo contrario, en su ausencia, la acción puede quedar paralizada, incompleta, ineficiente», sostuvo Agea este jueves, al presentar el Plan Nacional propuesto por Cáritas al gobierno.
Por esa razón, la organización propuso declarar prioritarias, programática y presupuestariamente, cuatro políticas como pilares sobre los que construir el Plan.
La primera implicaría la aprobación de una ley que garantice un ingreso mínimo para cada familia, con el fin de asegurar los recursos básicos de los grupos más empobrecidos de la población.
La segunda es una política de empleo, para la cual se propone un programa integral destinado a personas en situación de exclusión social, tomando en cuenta el alto desempleo de España pero también la escasez de mano de obra en sectores como los servicios y la agricultura.
La tercera es una política de vivienda, que plantea la implementación de un programa para personas y grupos sociales en situación precaria.
La cuarta es una política de acompañamiento social, para la cual Cáritas propone el fortalecimiento de los servicios sociales primarios y su articulación con las políticas de recursos, empleo y vivienda, para una realización efectiva de procesos personalizados de incorporación social y laboral.
Así mismo, y sobre estos pilares básicos, Cáritas señaló que deben formularse e implementarse medidas educativas, de apoyo a la solidaridad familiar, de salud y las correspondientes a las circunstancias y condiciones de grupos sociales determinados.
Entre esos grupos, la organización destacó los inmigrantes y los gitanos, que sufren de exclusión, aunque no existen estadísticas al respecto.
Los dirigentes de Cáritas destacaron una apreciable distancia entre el gasto social de España y el del conjunto de la Unión Europea, que invierte más en esa área que este país.
A ese respecto, subrayaron que la inversión promedio para la erradicación de la exclusión social en la Unión Europea asciende a cuatro por ciento del PIB, mientras el plan a estudio del gobierno de España prevé un gasto de apenas 0,2 por ciento. (FIN/IPS/af/mj/dv/01