COMERCIO-PERU: Gobierno interino deshace política de Fujimori

El gobierno interino de Perú dispuso una radical reforma del régimen de importaciones vigente desde hace 11 años, y legó así un hecho consumado al presidente que asumirá el 28 de julio, al tiempo que desató una polémica entre empresarios.

La nueva política comercial, promulgada el 26 de abril, rebajó a cuatro por ciento el impuesto para la importación de insumos, lo cual implica una ruptura del arancel único de 12 por ciento para todos los productos del exterior establecido en 1990 por el entonces presidente Alberto Fujimori.

El ministro de Economía, Javier Silva Ruete, explicó que se trata de un primer paso hacia un arancel escalonado de tres niveles, de 20 por ciento para los productos terminados, de 12 por ciento para los bienes de capital y de cuatro por ciento para los insumos.

Fujimori impuso el arancel único con el propósito de abrir la economía peruana al comercio internacional y de facilitar la inserción de este país de 25 millones de habitantes en el foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), bloque embarcado en un proceso de liberalización comercial que culminará en 2020.

Antes de Fujimori, Perú tenía un sistema proteccionista, basado en el concepto de sustitución de importaciones que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), una agencia de la Organización de las Naciones Unidas, promovió en la década del 70.

El esquema de múltiples aranceles vigente entonces llevaba al cobro de un impuesto a la importación de más de 200 por ciento para algunos productos terminados.

Fujimori, destituido en noviembre pasado en medio de una ola de acusaciones por corrupción, sostenía que la política arancelaria anterior a su Presidencia perjudicaba a los consumidores e impedía el desarrollo real y la mejora de la competitividad de las industrias protegidas.

Afirmaba también que un arancel único de 10 por ciento, al que Perú parecía encaminarse de modo progresivo, eliminaría a los sectores industriales que habían crecido dentro de burbujas proteccionistas. Los que tuvieran éxito en su competencia con los productos importados sobrevivirían, aseguraba el mandatario.

Fujimori puso en práctica esta política sin obstáculos, aplaudido por la mayoría absoluta oficialista en el Congreso legislativo, por el Fondo Monetario Internacional y por el Banco Mundial.

Pero su estrategia comercial no fue respaldada por los resultados económicos, pues Perú sufre ahora una grave recesión.

Sin embargo, la fórmula facilitó la aceptación de Perú en APEC, si bien originó conflictos con la Comunidad Andina de Naciones (CAN), bloque de integración que integra desde su creación con el nombre de Grupo Andino en 1969.

La CAN tiene cuatro niveles de arancel externo común, mecanismo que Fujimori se negó a aceptar. Perú estuvo virtualmente con un pie afuera del bloque desde 1992, pero en 1997 sus socios lo conminaron a aceptar el acuerdo regional arancelario o, de lo contrario, marcharse.

Fujimori desgravó entonces las importaciones procedentes de sus socios en la CAN (Bolivia, Colombia, Ecuador y Venezuela), decisión que desplazó el conflicto al interior de Perú, pues la industria de los restantes países de la región importaban insumos y bienes de capital con arancel cero o de cinco por ciento.

En ese marco, el gobierno transitorio de Valentín Paniagua, que entregará la Presidencia el 28 de julio al candidato que gane los comicios del 3 de junio, decidió dejar un hecho consumado a su sucesor en materia arancelaria.

El ministro de Economía, Javier Silva Ruete afirmó el 4 de este mes que la reforma es «un paso hacia la dirección correcta porque el arancel perjudicó a la industria peruana y solo sirvió para orientar la economía hacia el sector primario».

Por su parte, el ministro de Industria, Juan Inchaustegui, sostuvo que la reducción del aranceles de los insumos permitirá reactivar importantes sectores como el plástico, el textil, el maderero, el papelero, el químico, el aceitero, el metalmecáncio, el farmacéutico, el agropecuario y el de alimentos.

La Sociedad Nacional de Industria (SNI), que representa a los manufactureros, apoya enérgicamente una medida, que, dice, tendrá efectos positivos inmediatos y constituye una herramienta adecuada de desarrollo para este país.

Manuel Yzaga, presidente de la SNI, expresó que la reducción al tributo para la importación de los insumos permitirá la recuperación del mercado interno a la industria peruana, que «no está en condiciones de competir con productos terminados elaborados con menores costos arancelarios» en otros países.

El empresario de la industria farmacéutica David Chlimper sostuvo que la medida gubernamental mejorará la competitividad de las empresas peruanas frente a los productos importados y, por consiguiente, generará mas empleo y permitirá poner fin a la recesión.

«La política económica de Fujimori fracasó totalmente y debe ser corregida con energía y rapidez. El arancel único fue uno de los instrumentos mas importantes de esa política fracasada», afirma Chlimper.

Pero otros sectores empresariales, como la Sociedad de Comercio Exterior (Comex), que incluye en sus filas a firmas importadoras, calificó la medida de retrógrada.

«Estamos retrocediendo a los esquemas proteccionistas de los años 80, lo cual será contraproducente para un desarrollo auténtico», dijo la gerenta de Comex, Patricia Teullet.

«Existe una fórmula para calcular la protección realmente efectiva y la contraproducente: cuando un país concede aranceles más bajos para el insumo y más altos para los productos terminados tiende a fomentar industrias de menor valor agregado», sostuvo Teullet.

«No fue la política arancelaria de Fujimori lo que provocó la crisis del sector industrial, sino el carácter artificial de la industrias surgidas del proteccionismo», que perjudicaron «a un consumidor cautivo que no tenía opciones. Y cuando éstas llegaron, simplemente colapsaron», agregó.

Otros dirigentes empresariales, como Carlos Castro, de la Asociación de Exportadores, sostuvieron que la reducción arancelaria «es inequitativa pues favorece a algunos sectores e ignora a otros».

Por su parte, Julio Favre, de la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas, afirmó que de tres ministros habrían ejercido presión para favorecer con las rebajas arancelarias a sectores industriales con los que están vinculados. (FIN/IPS/al/mj/if/01

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