COLOMBIA: Retorna el terror a Medellín

Dementes que pretenden destruir la ciudad son los responsables del atentado con un coche bomba en Medellín, en el noroeste de Colombia, del que resultaron siete muertos y 138 heridos, aseguró el alcalde Luis Pérez.

Portavoces de la policía dijeron que los autores del ataque, perpetrado poco antes de la medianoche del jueves, pueden ser integrantes de algunos de los grupos de narcotraficantes desarticulados en las últimas semanas, aunque no descartaron otras hipótesis.

El atentado ocurrió en el Parque Lleras, ubicado en un sector residencial en el sudeste de Medellín, donde un coche cargado de explosivos fue detonado a control remoto, causando también pérdidas por más de 500.000 dólares.

En el momento de producirse la explosión se hallaba una gran cantidad de personas en las cercanías, pues allí proliferan los restaurantes, cafeterías y bares. Medellín es la capital del departamento de Antioquia y una de las principales ciudades del país, con casi 1,7 millones de habitantes.

El presidente Andrés Pastrana anunció este viernes una reunión del Consejo de Seguridad para evaluar los hechos, y convocó a los ciudadanos a «decirle a los violentos que no se les permitirá que avancen en su escalada criminal».

Pastrana agregó que los culpables del ataque «están desconociendo totalmente la importancia y el valor de la vida humana».

Por su parte, el gobernador de Antioquia, Guillermo Gaviria, señaló que los autores del atentado «actuaron igual que Pablo Escobar en su época», en referencia al jefe del desaparecido Cartel de Medellín, que fuera muerto por fuerzas de seguridad el 2 de diciembre de 1993.

El grupo de Escobar cometió varios cruentos atentados entre 1988 y 1993, entre ellos la explosión de un avión comercial en pleno vuelo y el ataque con explosivo contra un edificio de las fuerzas de seguridad en Bogotá.

También utilizó en varias oportunidades la modalidad de colocar coches bomba contra centros comerciales de Bogotá, Medellín y Cali, dando muerte a más de 1.000 personas.

Buena parte del negocio ilícito de Escobar pasó a pequeñas organizaciones autónomas que, según los servicios de seguridad, tienen ahora el control del mercado y son apoyadas por bandas de sicarios (asesinos a sueldo).

El subdirector de policía, Alfredo Salgado, dijo a la emisora Radionet que el ataque podría ser una represalia de grupos paramilitares de derecha y la organización de narcotraficantes llamada «Las Terrazas» por el asesinato de Ronald Arroyave, uno de sus jefes.

El grupo Las Terrazas, uno de las más importantes y temidos del país, se formó con ex pistoleros de Escobar.

Hasta agosto del año pasado trabajó al servicio del jefe de los paramilitares, Carlos Castaño, pero éste les declaró la guerra y ordenó la ejecución de Arroyave, que se había negado a pagarle una abultada suma de dinero producto de negocios de narcotráfico.

Otros tres líderes de Las Terrazas sentenciados por Castaño lograron escapar y ofrecieron a través de la televisión su cooperación a las autoridades. También acusaron al jefe paramilitar del asesinato de conocidas personalidades, como el humorista Jaime Garzón.

La guerrilla izquierdista y los paramilitares se disputan el control de unas 200 bandas que operan en Medellín, con 8.600 sicarios.

Según organismos de seguridad, cada tres horas es asesinada una persona en la capital de Antioquia por esos sicarios, frente a 2,8 del promedio nacional, que representa una de las tasas más altas de criminalidad de América Latina y del mundo.

El ataque del jueves es el tercero con coche bomba que se registra en Colombia en lo que va del año. El primero, que fue atribuido al grupo Las Terrazas, ocurrió en enero, también en Medellín, y el segundo hace dos semanas en Cali, en el oeste del país. (FIN/IPS/yf/dm/ip/01

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