Los grandes tabacaleros blancos de Zimbabwe, responsables de más de 90 por ciento de la producción del país, no se presentaron hoy al comienzo de la subasta de la cosecha, para presionar por la devaluación del dólar local.
Sólo los pequeños tabacaleros negros asistieron, y la fuerte reducción de la actividad habitual del mercado en esta época del año se extendió a las reservas.
«Este martes ofrecemos 2.700 fardos de tabaco, mañana ofreceremos 600, y al día siguiente 100. Debería ser a la inversa, con ofertas de 5.000 fardos hoy, 10.000 mañana y 12.000 al día siguiente» dijo Pat Devenish, director del mercado de ventas de tabaco.
«Los agricultores esperan para ver qué ocurre con la cotización del dólar estadounidense», explicó.
En los últimos años se habían ofrecido entre 8.000 y 10.000 fardos en el primer día de ventas.
«Este año la cosecha fue mejor, y los agricultores esperarán a que el dólar de Zimbabwe descienda a un valor que les convenga para obtener mayores ganancias», señaló Devenish.
En la actualidad, la cotización oficial del dólar estadounidense es 55 dólares de Zimbabwe.
Durante años, los grandes tabacaleros han presionado con éxito para que el gobierno realizara devaluaciones al comienzo del período de venta de la cosecha, mediante amenazas de retirar su producto del mercado.
Los grandes productores blancos disponen de recursos económicos que les permiten esa especulación, pero los pequeños tabacaleros no pueden postergar su presentación en el mercado, ya que les urge pagar deudas contraídas el año anterior, para lograr acceso a nuevos préstamos destinados a su próxima cosecha.
Muchas de las granjas de grandes tabacaleros son subexplotadas, y las autoridades han anunciado su intención de comprarlas para reasentar a campesinos negros sin tierra con antecedentes de eficiencia en el cultivo de tabaco.
«La magnitud de la cosecha del año próximo dependerá de muchos factores, pero es obvio que una resolución elegante del problema de la tierra será muy importante», comentó Devenish.
«Los agricultores deben saber qué terreno pisan, y la cuestión de la viabilidad es crucial. Sin buenos resultados este año no será posible sembrar para la cosecha del año próximo», indicó.
«Los tabacaleros comienzan a tomar decisiones en mayo y siembran en junio, de modo que aún queda un poco de tiempo», añadió. (FIN/IPS/tra-eng/lm/mn/mp/dv if/01
