Los trabajadores cubanos aspiran a mejores salarios y pleno empleo, como todos los obreros del mundo, aunque esas reivindicaciones no suelen figurar en las celebraciones del 1 de mayo.
En esta ocasión, la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), única autorizada en el país, hizo coincidir la conmemoración con la conclusión de su XVIII Congreso, en cuya preparación no faltó la queja de que las remuneraciones actuales no «alcanzan para vivir».
Al concluir el año pasado, el salario promedio mensual fue de 249 pesos, superior 12 por ciento al de 1999, pero equivalente a menos de 12 dólares en las casas oficiales de cambio.
«Luego del aumento que nos hicieron gano 400 pesos, pero tampoco me alcanza y conste que reconozco la gratuidad de la escuela de mis dos hijos y de los servicios de salud», señaló a IPS Carmen Rosa Arias, subdirectora de una escuela primaria.
En cambio, una amiga suya abandonó su empleo hace tres años y ahora vive del alquiler de dos habitaciones en su casa, con ingresos netos que suman entre 700 y 800 dólares en algunos meses.
La disparidad en el nivel de vida de una y otra mujer ejemplifica situaciones reconocidas por la CTC en un documento que sirvió de base a las discusiones previas al Congreso, en las cuales habrían participado más de tres millones de personas.
Determinadas reformas económicas —libre circulación de dólares y autorización del trabajo por cuenta propia y del alquiler de viviendas, entre otras— originaron «contradicciones y desigualdades» que antes no existían, admite el texto sindical.
En ese sentido, señaló como factor clave la necesidad de «fortalecer gradualmente el valor del trabajo y su remuneración como elemento fundamental del bienestar (y) de la calidad de vida de los trabajadores».
El gobierno, a su vez, defiende como un importante logro el inicio, a partir de 1999, de una política de aumentos salariales que hasta ahora benefició a sectores como el educativo y de la salud, entre otros.
Hasta fines del pasado año, alrededor de un millón de trabajadores se habían beneficiado con aumentos salariales. En tanto, 1,2 millones recibieron estímulos en divisa libremente convertible de acuerdo con su desempeño.
«Es una forma de atenuar las diferencias», comentó Pedro Ross, secretario general de la CTC, quien señaló a la prensa extranjera acreditada en este país que una reforma salarial general se realizará «en la medida que avance el 'sistema de perfeccionamiento empresarial'».
Ese programa, que abarca en la actualidad a unas 100 firmas, es considerado por la CTC como el único camino hacia el éxito de la empresa estatal socialista y los trabajadores juegan un papel clave en su aplicación.
Más allá de los decisivos senderos del control, la contabilidad confiable, la eficiencia, la calidad de la producción y el mercado, el papel de las secciones sindicales es servir de eficaz contrapartida a las administraciones, comentaron expertos.
Pero una búsqueda inadecuada del pleno empleo, otra de las reivindicaciones de la clase obrera cubana, entraría en contradicción con los planes de perfeccionamiento empresarial, según alertaron los propios trabajadores en asambleas previas al Congreso.
De acuerdo con cifras oficiales, el desempleo al finalizar el año pasado era de 5,5 por ciento, aunque en regiones orientales del país el porcentaje oscila entre 13 y 15. Se estima que de cinco millones de personas en edad laboral, 4,4 millones son activos.
De acuerdo con expertos consultados, la política de pleno empleo es «una conquista de la Revolución» Cubana triunfante en 1959 que resulta compleja, por cuanto en décadas anteriores a la del 90 abrió puertas al subempleo y baja productividad.
De ahí que su aplicación pasa, en primer lugar, por crear empleos productivos y la emisión de salarios debidamente justificados, para evitar la tendencia a provocar desequilibrios financieros, comentaron esas fuentes.
El Congreso de la CTC se desarrollará entre este sábado y el próximo martes, 1 de mayo, con participación de 1.900 delegados cubanos y representantes de 150 organizaciones sindicales de 60 países.
De acuerdo con el programa, la reunión incluye la aprobación de una declaración política del movimiento obrero cubano que será dada a conocer en la Plaza de la Revolución, escenario tradicional de la manifestación popular del 1 de mayo.
Desfiles similares al de la capital, encabezado habitualmente por el presidente Fidel Castro y otros altos funcionarios del gobierno, conmemoran el 1 de mayo en las ciudades cabeceras de las 14 provincias del país.
El anterior Congreso de la CTC, en 1996, concluyó con exhortaciones a fortalecer el papel de los sindicatos y a hacer más eficiente la empresa estatal socialista. (FIN/IPS/pg/mj/lb/01
