SUDAFRICA: La mayor tragedia deportiva de la historia nacional

El gobierno y las autoridades del fútbol de Sudáfrica buscan respuestas aceptables y rechazan acusaciones por la estampida que causó la muerte de 43 personas en el estadio Ellis Park, de esta ciudad.

El presidente Thabo Mbeki, que presenció lo ocurrido por televisión, al igual que el resto del país, pidió una urgente investigación «para asegurar que este trágico incidente no vuelva a ocurrir en el país».

La justicia nombró una comisión investigadora especial para aclarar las circunstancias y determinar las responsabilidades en lo que se considera el peor desastre deportivo de la historia sudafricana.

La primera consecuencia de la tragedia fue una serie de denuncias entre las que se cuentan la venta de más entradas que las habilitadas, el disparo de gases lacrimógenos por parte de los efectivos de seguridad y la mala elección del estadio de fútbol.

La estampida se produjo durante el partido entre Kaizer Chiefs y Orlando Pirates, los dos principales equipos del fútbol sudafricano. Una multitud que estaba fuera del estadio rompió una valla y trató de ingresar a las instalaciones que ya estaban colmadas.

Algunos alterados sobrevivientes relataron que, mientras la muchedumbre presionaba en los accesos al recinto deportivo, algunos empujaban y pisaban a otros.

La policía negó haber iniciado la estampida al disparar gases lacrimógenos a la multitud que permanecía fuera del estadio.

Por su parte, las empresas privadas encargadas de la seguridad interna del recinto y del control de los accesos al campo de juego, se negaron a comentar las acusaciones de que también emplearon gases para intentar controlar al público.

Las medidas de seguridad previas al partido —que era considerado de alto riesgo, por la gran cantidad de público que atraen ambos clubes— serán igualmente investigadas por la comisión especial.

Además de los 43 muertos, hubo al menos 155 heridos. Este jueves, 18 personas permanecían hospitalizadas, nueve de ellas en estado grave.

Los incidentes se produjeron tanto dentro como fuera del estadio. Las víctimas, entre las que hubo niños, presentaban fractura de cráneo, de costillas y de miembros inferiores.

El público que estaba en el estadio y los espectadores de todo el país presenciaron las tareas del personal de salud, que trasladaba a muertos y heridos al campo de juego.

Los sacos color naranja que envolvían a los cadáveres brillaban sobre el verde del campo y su cantidad fue creciendo lentamente frente a los ojos espantados de la multitud que permanecía en las tribunas.

La Premier Soccer League (PSL), organizadora del campeonato, también tuvo que defenderse de quienes la acusaron de elegir un estadio demasiado pequeño para un partido de gran interés.

La PSL replicó que el estadio de Ellis Park es uno de los mayores del país y que sus instalaciones están consideradas de alto nivel en el mundo.

Otras versiones, que también serán investigadas, aseguran que la venta de entradas superó la capacidad de las instalaciones y que varias muertes se habrían evitado si el partido, que fue suspendido en el minuto 35 del primer tiempo, hubiera sido detenido antes.

Una de las causas principales de la aglomeración de público es la costumbre de muchos seguidores del fútbol sudafricano de adquirir sus entradas inmediatamente antes del comienzo de los encuentros.

El gobierno, la policía y los dirigentes del fútbol insisten en que es demasiado pronto para identificar los fallos y recuerdan que la investigación está en manos de la justicia.

La tragedia de Ellis Park podría afectar la candidatura de Sudáfrica por la sede del Campeonato Mundial de Fútbol de 2010.

«Por el momento nuestra atención está puesta en esta trágica pérdida de vidas. Basta decir que haremos una propuesta de calidad y convenceremos al mundo que merecemos ser anfitriones de la copa del mundo», declaró el presidente de la Asociación de Fútbol de Sudáfrica, Danny Jordan.

Por su parte la FIFA (Federación Internacional del Fútbol Asociado) manifestó en un comunicado su consternación por las víctimas, y agregó que no realizará otros comentarios «mientras la situación no se aclare».

El portavoz del club Kaizer Chiefs, Putco Mafani, advirtió que la imagen internacional del fútbol sudafricano sufrió un fuerte golpe. «Los medios (de prensa) de todo el mundo están aquí, todos vieron lo que pasó en el fútbol de nuestro país. Debemos reconstruir nuestra imagen», sostuvo.

El episodio demostró que el fútbol sudafricano ha alcanzado gran magnitud, dijo Mafani. «Debemos aprender a organizar grandes acontecimientos. Debemos conseguir campos de juego adecuados para el fútbol», agregó. (FIN/IPS/tra-en/as/mn/dc-ff/cr/01

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